RESILIENCIA: ¿cómo será la VIDA DESPUÉS DEL COVID-19?
ADMINISTRACIÓN. La resiliencia funciona como un resorte: cada persona que "toca fondo" puede alcanzar un efecto rebote que le permita llegar más alto.
La palabra "resiliencia" proviene del verbo latino resilio: "Saltar hacia atrás, rebotar". En ingeniería, se llama resiliencia de un material a la energía de deformación (por unidad de volumen), que puede ser recuperada de un cuerpo deformado cuando cesa el esfuerzo que causa la deformación. En psicología, la resiliencia es la capacidad de las personas, o grupos, de sobreponerse al dolor emocional para continuar con su vida.
Los fracasos
Tanto los trabajadores dependientes en su vida laboral, como las empresas en algún momento de su ciclo de vida, quedan expuestos a la posibilidad de cesar en sus funciones. En el caso de las personas se denomina "desvinculación" o "despido"; en el caso de las empresas es "quiebra", "cierre", etc. ¿Alguien está preparado para ese momento? Asumir que el negocio quebró por el estallido social, por la pandemia del covid-19, o por alguna otra razón, es muy complejo ya que junto con la angustia del momento presente e incertidumbre del futuro existe todo un replanteamiento de la vida, más aún sabiendo que existe una familia detrás del afectado.
En países como Estados Unidos y China se valora al empresario que ha "fracasado" alguna vez, esto por el hecho lógico del aprendizaje y de la experiencia adquirida en el fallido proceso. Walt Disney en 1922 fundó Laugh-O-Gram Studio y al año siguiente estaba en bancarrota, pero no se rindió y el resto de la historia es conocida. Steve Jobs en 1985 fue despedido de Apple, empresa que había fundado en 1976. La primera empresa que creó Henry Ford fue la Detroit Automobile Company en 1899, la que se disolvió en 1901 luego de no superar una crisis financiera. Soichiro Honda era hijo del dueño de un taller de reparación de bicicletas, en 1927, a los 21 años fundó una fábrica de pistones que fracasó, luego en 1937 fundó Tokai Seiki para producir anillos de pistón para Toyota, pero un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial destruyó la fábrica, y recién en 1948 fundó la Honda Motor Company, así como éstos, se pueden encontrar muchos ejemplos en la historia de las empresas exitosas.
El reemprendimiento
La resiliencia funciona como un resorte; depende de cada persona que "toca fondo" alcanzar un efecto rebote que permita llegar lo más alto posible. Más que las razones del fracaso es importante revisar las premisas del emprendimiento y, ahora más que nunca, del "reemprendimiento": no se recomienda incursionar en rubros donde no se tenga conocimiento o alguna ventaja competitiva. En términos generales parece razonable que un grupo de profesores se asocie para crear una web de educación online o que un chef se independice para crear su propio restaurante; por el contrario, no parece razonable que personas sin experiencia ni conocimiento importen bicicletas de China. Hay demasiados ejemplos de malas experiencias por invertir tiempo y dinero en rubros donde no se tenía conocimiento alguno, y generalmente es un familiar o un amigo el que arrastra al nuevo emprendedor a una aventura más parecida a una apuesta, y que casi siempre termina mal.
Aflora la creatividad
Hoy, en tiempos de pandemia, cuarentenas, negocios cerrados, trabajadores cesantes, incertidumbre y falta de recursos, hemos visto cómo ha aflorado la creatividad para pequeños emprendimientos y nuestras redes sociales se llenan de ofertas de amigos y conocidos que se ven en la obligación de emprender: almuerzos, pisco sour, repostería, pan, congelados, frutas y verduras, artículos de aseo, protectores faciales, mascarillas, etc. Y la mayoría de ellos tiene en común que manejan algún grado de conocimiento del producto que ofrecen, y obviamente dependerá de la calidad del mismo, si se genera la recompra para posteriormente pasar a ser un cliente regular.
Por la revancha
Nuestro país está cambiando la mentalidad y cada día se acepta y valora más a quienes han fracasado y van por su revancha. Atrás quedaron los días en que el empresario quebrado era estigmatizado y perdía toda posibilidad de volver a empezar. En este sentido la normativa se ha flexibilizado con el tiempo, generando plazos de prescripción y eliminaciones del sistema al momento de la regularización. Por último, y aunque parezca de citas recurrentes, la clave de la resiliencia se basa en una actitud positiva, a ver la oportunidad en la adversidad y en la creatividad de reinventarse, no una, si no todas las veces que sea necesario.