Un oportuno diálogo para salir adelante
En momentos de alto desempleo destrabar los proyectos portuarios de Valparaíso y lograr acuerdos es una urgente necesidad. El diálogo suspendido por tanto tiempo es necesario, con temas pendientes como el polémico Terminal 2, el anunciado Parque Barón y, como materia general, el uso del borde costero y sus espacios aledaños.
Como Lázaro, vuelve a la vida el Consejo de Coordinación Ciudad-Puerto de Valparaíso. Ha estado dormido por dos años pero ahora, en línea con el necesario impulso reactivador que promueve el Gobierno, el organismo está convocado para el viernes 28 de este mes. Al anunciar la reunión, el intendente regional Jorge Martínez destacó la necesidad de profundizar la actividad portuaria de Valparaíso.
El diálogo ya había sido promovido por el presidente del directorio de la estatal Empresa Puerto Valparaíso, Fernando Ramírez, buscando fortalecer la vocación portuaria de la ciudad. "Esperamos articular procesos de participación ciudadana a los cuales serán convocados la más amplia gama de actores, donde la disposición a colaborar y participar del alcalde Jorge Sharp será un punto de inicio relevante", afirmó el ejecutivo.
El diálogo suspendido por tanto tiempo es necesario, con temas pendientes como el polémico Terminal 2, el anunciado Parque Barón y, como materia general, el uso del borde costero y sus espacios aledaños. En suma, se trata de fortalecer esa vocación portuaria que solo se queda en las palabras mientras aumenta la competencia cercana y lejana y Valparaíso corre en peligro de convertirse en ese "puerto de nostalgia", que evoca la novela de Salvador Reyes.
Pero la urgencia de crear fuentes de trabajo con un desempleo que amenaza con llegar al 24% exige que las mesas de trabajo tomen decisiones que se traduzcan en la ejecución de obras concretas. Y en materia portuaria hay un amplio espacio para trabajar hoy mirando a la recuperación económica y a los desafíos futuros. El llamado al diálogo y a la coordinación portuaria es una buena señal que muestra un camino de trabajo que para la autoridad y el sector privado que se debería extender a toda la región, donde hay muchas tareas pendientes.
Está ahí, la extensión de Merval hasta Quillota y Calera. Claro que es inoportuno recordar el enlace ferroviario Valparaíso-Santiago, pero es inevitable mencionarlo.
Hay proyectos y necesidades para todos los gustos, como el importantísimo Centro de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, las urgencias habitacionales desbordadas por campamentos, el camino costero Reñaca-Concón, el riego…En fin, hay carpetas que duermen y necesitan ser desempolvadas y actualizadas. Porque ese es otro problema. Los proyectos se añejan y, al revés de lo que ocurre con el vino, pierden valor y oportunidad y los capitales, siempre alertas, se van en busca de mejores climas.
El encuentro citado para el día 28 es una respuesta oportuna a una necesidad presente y dramática de más empleo y más competitividad para Valparaíso. Esa instancia se debe mantener funcionando buscando acuerdos y coordinaciones que permitan, de una vez por todas, pasar del discurso florido a la acción y salir adelante.