El pasado 13 de agosto, Consuelo Valdés cumplió dos años al mando del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. "Lo he sostenido y lo sigo sosteniendo que ha sido un honor y un privilegio estar en este cargo", asegura vía Zoom, aunque reconoce que hacer un análisis de los últimos 12 meses es "difícil", porque ha sido un periodo "tan particular y anormal", marcado por el estallido social y la pandemia por coronavirus. "Creo que la crisis sanitaria ha profundizado los problemas y la precariedad histórica del sector, que ya se habían hecho evidentes con el estallido", sostiene la titular del ramo.

Consuelo Valdés, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio:

"Por otro lado -continúa-, han servido estos meses para confirmar la importancia de la cultura y las artes en el bienestar, el desarrollo de la sociedad, y en el acompañamiento de estos tiempos de tanto confinamiento. Pienso que ha sido una alternativa para la distracción mental, recreación, como lo dijo por lo demás la OMS". "También yo creo que las crisis son momentos para ver oportunidades y también por eso que nos hemos preocupado en este tiempo de revisar mucho los programas del ministerio, para ver si realmente estamos enfocados en un acceso equitativo de la cultura para la ciudadanía a nivel de todo el país", añade, teniendo también a la vista las dificultades que existen por las brechas digitales. De todo ello, así como de las críticas de la que ha sido objeto por parte de los sectores artísticos, conversa la Ministra en esta entrevista.

- Después del 18 de octubre varios monumentos quedaron con daños, ¿cuál fue el rol que tomó la cartera en el estallido social?

- Varios roles. Por de pronto, vincularnos estrechamente a través del Consejo de Monumentos Nacionales con los gobiernos regionales, con los municipios de aquellas comunas donde hubo todos estos daños y destrozos al patrimonio. Hicimos informes técnicos acerca de la naturaleza de los daños, porque eran de distinta forma: algunos eran destrozos parciales, pinturas, y otros eran derribamientos y destrucción total. Y también elaboramos una serie de protocolos para los municipios y para los Gore, cosa que con sus propios recursos comenzaran con las labores de restauración y limpieza. Nosotros, por nuestra parte, también hicimos todo el trabajo de limpieza de nuestros edificios y entregamos toda la asesoría técnica, que el trabajo no contribuyera a dañarlos más, por así decirlo. Tú sabes el caso de las estatuas, que son de distintas materias primas, no es llegar y aplicar detergente aunque tengas la mejor voluntad. Son cosas delicadas. Así que ese ha sido el rol, básicamente. Entiendo que estamos siempre asesorándonos a través del Centro Nacional de Conservación y Restauración, que depende del área de Patrimonio, y esa ha sido la labor, de hacer los inventarios, los diagnósticos de los daños y los procedimientos reparatorios.

- En cuanto a la pandemia, ¿cómo evalúan la respuesta del Ministerio?

- El 11 de marzo la OMS declaró al covid-19 como "pandemia mundial". Nosotros inmediatamente comenzamos ver dentro del Ministerio qué programas o iniciativas, tenían que reorientarse en virtud de esta situación que no se podían ejecutar: viáticos, viajes, ferias, presentaciones públicas, etc., y el 23 de marzo nosotros anunciamos que podíamos reorientar recursos (por $15 mil millones), y en mayo ya estábamos logrando convocatorias para estos nuevos programas, que son complementarios a los existentes. Por ejemplo, la convocatoria que se falló hace poco de apoyo a los Espacios Culturales, que anunciamos los ganadores la semana pasada Después, la convocatoria para el desarrollo y formación de público, y el fortalecimiento de la identidad cultural regional. (Éste) es un programa descentralizado y la decisión es regional, pues la toma el Consejo Regional, no pasa a través de estos comités de evaluación central. Entonces ahí se generaron muy rápidas oportunidades de participación artística y cultural para apoyar la empleabilidad y contribuir a su fortalecimiento. Después está la convocatoria para circulación para creación y producción; y la adquisición de contenidos culturales, que esos también se hacen directamente, a través de lo que