2Plantación de frutales desde macetas: en este caso es importante que los árboles sean traspasados desde la maceta (del invernadero, por ejemplo) a la tierra directamente. En algunos casos, cuando el árbol está en su primera fase de crecimiento, se recomienda colocar un hilo guía que le irá dando forma. La mejor época para realizar estos traspasos es cuando ya se han acabado los días fríos, permitiendo entonces que se inicie el periodo de brote y la aparición de nuevas raíces.

3Poda invernal: si el árbol tiene más de cuatro años, este es el momento ideal para realizar la poda invernal, lo que asegurará una buena cosecha.

4Fertilizantes: los árboles frutales consumen más nutrientes que otro tipo de plantas y arbustos. Lo óptimo es usar fertilizantes orgánicos y caseros como el humus de lombriz, y las cantidades de estos elementos dependerán de las características del sustrato utilizado en la alimentación de las lombrices. También se debe aplicar un abono con abundante materia orgánica con estiércol a finales de invierno, inmediatamente antes de que empiece el desarrollo vegetativo.

5Acolchado: una práctica que ayudará considerablemente al crecimiento del árbol es el denominado 'acolchado', que hace referencia a cualquier tipo de cubierta que se forma con restos vegetales que se forman naturalmente o son aplicados a la superficie del suelo sin ser incorporados al mismo. Se coloca paja, hierba segada o cortezas de pino, que al repartir al pie del árbol limitará el crecimiento de las malas hierbas y además mantendrá un grado de humedad beneficioso para las raíces superficiales.

Lindas flores en primavera y deliciosos frutos en verano son los regalos que algunos árboles empezarán a entregar prontamente, con el cambio de estación. Si quiere tener uno en su casa y no sabe cuándo ni cómo empezar, le entregamos aquí una serie de consejos prácticos:

1Preparar la tierra: lo primero es buscar un lugar donde al menos lleguen entre seis y ocho horas de luz natural. Luego hay que labrar el suelo al menos hasta un metro de profundidad y con 50 cms d diámetro para facilitar el drenaje del riego. Lo óptimo es realizar una mezcla de la tierra con abono para ayudar desde el primer momento a que la raíz empiece su proceso de crecimiento, y buscar el árbol que mejor se adapta al clima donde será plantado