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Las cosas no se están haciendo nada bien

Al voluntarismo del intendente Martínez de prometer la salida de cuarentena en el mes de septiembre se suma un sinfín de errores de principiante que, a estas alturas, cuestan vidas. A veces querer no es poder. Obligar a los empleados públicos a volver a trabajar al edificio de la Intendencia para luego mandarlos para la casa por brotes de covid no es el camino adecuado.
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Cualquiera que haya sido contagiado de covid o tenga un conocido en tales condiciones en la Región, bien sabrá que los estándares de trazabilidad (una de las principales exigencias no sólo del Gobierno, sino también internacionales) dejan mucho que desear: insólitas esperas para los resultados de los exámenes PCR, teléfonos que nunca suenan para llevar a cabo el necesario seguimiento al virus durante aquellos primeros días clave, o la misma postergación de la atención primaria, como bien advirtió el doctor Pedemonte.

Pese al voluntarismo de las autoridades (¿alguien de verdad cree que Valparaíso y Viña del Mar dejarán la cuarentena durante el presente mes de septiembre?), la realidad es que las cosas no se están haciendo precisamente bien en términos sanitarios en la zona. Tal como hace dos semanas atrás ni el intendente ni el seremi de Salud levantaron la voz ante el confuso, apresurado y equivocado plan "Fondéate en tu Casa" (hasta el nombre era de calambre), pese a la últimamente tan acertada reacción de los alcaldes y de otras autoridades gubernamentales en el norte y sur del país, esta vez el anuncio -promesa, más bien- de salir de la cuarentena antes de fin de mes no sólo es una ilusión, sino también una irresponsabilidad mayúscula, que da la sensación a la población de notables mejoras en los niveles locales de contagio.

Por lo mismo, los decanos de Salud de las universidades pidieron al Gobierno enfatizar en sus mensajes el tremendo riesgo que significa no respetar las cuarentenas, llenar las calles y atiborrar las ferias de Valparaíso, algo que las autoridades -pese a sus anuncios de redoblar y triplicar esfuerzos- no han podido fiscalizar correctamente.

Ahora, con el Puerto en un ignominioso cuarto lugar nacional y Viña del Mar, octavo, según el 50° Informe Epidemiológico del Ministerio de Salud, se suma el triste ingreso al top 30 de Villa Alemana, una comuna que, tal como Quilpué, forma parte de la conurbación del Gran Valparaíso. Ambas no han sido atendidas como corresponde por las autoridades, pese a los desesperados gritos de ayuda de sus alcaldes.

En esta parte de la pandemia -bien lo saben en España, no sólo en esta pasada, sino también con la histórica gripe española de 1918- es cuando más cuidados deben tenerse, por cuanto son la segunda y la tercera oleadas las más letales de acuerdo con cualquier bibliografía sanitaria sobre epidemias como ésta.

Acaso por ello, volvemos a preguntarnos por qué se ha prescindido de profesionales como Jaime Jamett -el seremi reemplazante que tan buenos resultados tuvo durante el contagio de Álvarez- y por qué no se ha integrado a médicos de primera línea a la mesa de decisiones regionales (¿existe eso?) en el combate al virus.

A veces querer no siempre es poder. Obligar a los empleados públicos a volver a trabajar al edificio de la Intendencia para luego tener que mandarlos para la casa por rebrotes de covid no es el camino adecuado. Que Sernatur haga un video con autoridades y otros sacándose la mascarilla, tampoco. ¿Por qué no escuchar? ¿Por qué no entender que estamos frente al mayor desafío sanitario de nuestra historia? Esta vez hay mucho más en juego que la economía -que sí, es importante- y las próximas elecciones. Acá nos jugamos la vida.

Que abunden las virtudes

"'La virtud enseña más por el ejemplo'. Algo tiene esto que ver con los juicios que se hacen sobre los liderazgos. Tal vez, en los tiempos cercanos hay una oportunidad de exponer las virtudes mediante la acción, mediante las expresiones del dialogar y de valoración del otro". Bernardo Donoso Riveros, Profesor emérito PUCV
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Dos amigos amigos conversan en una videoconferencia en este mes de septiembre. Además de comentar sobre el desconocimiento del sentido histórico del día dieciocho que parece envolvernos como sociedad, van llevando su diálogo confiado, sostenido en la amistad y el respeto, hacia el proceso que estamos experimentando, donde el 25 de octubre próximo se hace hito, día en que cada uno caminará levemente distante de otros, sabiendo que el ser chilenos les debe unir ineludiblemente. Intercambian sobre las diferentes aproximaciones, convicciones e incertidumbres de los que habitamos esta tierra común en que muchos hemos ya recorrido casi todo el camino y otros dan sus primeros pasos. Deciden soñar, imaginar, acerca de aquellas virtudes que debieran desplegar todos aquellos que cumplan papeles sociales, encargos y misiones, en que la amistad cívica enriquezca las aguas en que la barca se desplaza a puertos seguros, humanos, sostenibles.

Uno de ellos recuerda una obra muy conocida que ya tiene sus buenos años: Pequeño Tratado de las Grandes Virtudes, de André Compte-Sponville. La toma en sus manos ante la pantalla y señala la decena de lenguas a la cual ha sido traducida. Dice: "Estimado amigo, más allá de las diferencias que tenemos ante cuestiones concretas, nuestra amistad está sobre ellas y por eso el respeto mutuo es nuestra fortaleza". Este "pequeño tratado" puede tener en sus páginas parte del secreto de la paz y la buena construcción de la sociedad. Y repite las palabras de su autor para explicar su escritura, "para intentar comprender lo que deberíamos hacer o ser o vivir, y así medir según ello, por lo menos intelectualmente, el camino que nos falta". Probablemente, habrá personas que sonreirán ante este diálogo aparentemente ingenuo, ajeno a la dura realidad dirán, una bobería. En defensa de estos dialogantes digamos que el mero y brutal juego del poder caerá ante la grandeza de su conversación.

"La virtud enseña más por el ejemplo". Algo tiene esto que ver con los juicios que se hacen sobre los liderazgos. Tal vez, en los tiempos cercanos hay una oportunidad de exponer las virtudes mediante la acción, mediante las expresiones del dialogar y de valoración del otro. "Virtud y humanidad son históricas y ambas cualidades se conjugan en lo virtuoso: la virtud logra que el individuo sea humano; es la potencia específica que tiene para afirmar su propia excelencia", se cita del texto.

La conversación sigue dando una simple pincelada a algunas de las dieciocho virtudes presentadas, pensando que ellas tienen un ambiente especial en los tiempos que tienen en mente. Aparece la prudencia como virtud cardinal, vinculada también al pensamiento de Max Weber y la ética de la responsabilidad, que se preocupa de las consecuencias de la acción. Así, una buena acción puede desembocar en resultados diversos. Tampoco "la pureza de los motivos" basta para impedir impactos disfuncionales. Respecto del coraje "los héroes lo saben, cuando son lúcidos: es lo que los torna humildes consigo mismos y misericordiosos con los demás. Todas las virtudes están relacionadas, y todas se afirman en el coraje". La conversación virtual de estos amigos puede ser una invitación a la reflexión personal de chilenos en septiembre.

Música rehabilitadora

"Es deber de las instituciones públicas apoyar a los jóvenes de nuestro país en sus procesos de reinserción social, estimular sus capacidades y brindarles oportunidades reales. De esta manera, se contribuye a cultivar una sociedad más humana, basada en derechos y valores". Claudio Pérez García, Defensor regional de Valparaíso
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El artículo 20 de la Ley 20.084 plantea que la finalidad de las sanciones tiene por objetivo hacer efectiva la responsabilidad de los adolescentes por los hechos delictivos que cometan, de tal manera que la sanción forme parte de una intervención socioeducativa amplia y orientada a la plena integración social.

Es así como Bastián, un representado de la defensa penal juvenil que se encuentra en internación provisoria en el CIP-CRC Limache, obtuvo una beca para estudiar piano online.

Desde julio pasado participa dos veces a la semana en clases grupales e individuales, impartidas por la Escuela Popular de Música de la Corporación Crearte, en el marco del Programa de Otras Instituciones Colaboradoras (POIC), que cuenta con financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Este organismo favorece el desarrollo de estudios artísticos musicales en niños y jóvenes que carecen de recursos económicos y que desean ejercer su derecho a participar de la cultura y expresión artística, a través del acceso al Programa Institucional de Becas.

Bastián califica como muy positiva su experiencia. Con orgullo, comenta que "he mejorado harto, he aprendido cosas que me han ayudado mucho en el proceso para tocar el piano y expresarme, ahora incluso sé tocar bien con las dos manos, qué dedo va en qué tecla, y bueno, he ido aprendiendo. Me gusta cantar y crear canciones, estoy trabajando en una que ya había grabado y la saqué en el piano, ahora le hice un coro".

Su interés y motivación por la música demuestran que contribuye de manera significativa en el proceso de superación de las historias de vulnerabilidad y exclusión social y facilita los procesos de desarrollo personal, integración y reinserción social.

Es destacable que el Sename Valparaíso busque alternativas para que los adolescentes accedan a instancias culturales que fortalecen el desarrollo de las capacidades de jóvenes que aspiran a recibir real apoyo en su proceso de reinserción.

Por su parte, la defensora penal juvenil de Viña del Mar, Romina Borgeat Figueroa, destaca su excelente comportamiento en el Centro Limache y que mantiene comunicación permanente con su pequeña hija, a través de llamados telefónicos diarios, y con sus familiares.

Es deber de las instituciones públicas apoyar a los jóvenes de nuestro país en sus procesos de reinserción social, estimular sus capacidades y brindarles oportunidades reales. De esta manera, se contribuye a cultivar una sociedad más humana, basada en derechos y valores.