Protocolo de reapertura de templos de la Diócesis porteña pone énfasis en la trazabilidad
PANDEMIA. Documento dispone un aforo máximo de 25 personas para parroquias que estén en comunas en fase 3 y establece como condición para asistir a misa una inscripción previa y la entrega de datos personales para una eventual pesquisa.
javier.ossandon@mercuriovalpo.cl
Bajo estrictas medidas sanitarias y con un fuerte énfasis en acciones que faciliten la trazabilidad en caso de detectarse un eventual contagio, la Diócesis de Valparaíso ha comenzado a aplicar un protocolo para la reapertura de templos en comunas que estén en fase 3 del Plan Paso a Paso, el cual cuenta con el visto bueno de Salud y cuya puesta en marcha se inició en parroquias de las comunas de Algarrobo y El Quisco el fin de semana pasado.
El documento comenzó a ser elaborado hace un mes y medio, conformándose para ello una comisión compuesta por especialistas del área de la salud y también por colaboradores en distintos ámbitos pastorales. De esta forma, y en concordancia con las disposiciones gubernamentales del Plan Paso a Paso y la Estrategia Gradual 2020, más los "Criterios para la celebración de la Eucaristía y los sacramentos de modo responsable" aprobados por el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal, se estableció un protocolo que además de considerar acciones sanitarias, define nuevos procedimientos para la celebración de la eucaristía.
Próximas reaperturas
Y si bien por la celebración de Fiestas Patrias la reapertura de templos católicos que se hiciera en Algarrobo y El Quisco quedó suspendida estos días por decisión de la autoridad, el próximo fin de semana se retomará y a estos templos se podrían sumar próximamente parroquias de Concón (Nuestra Señora de las Mercedes), Quilpué (Santa María Madre de la Iglesia y Sagrados Corazones de Jesús y María) y Villa Alemana (San Felipe Neri), de acuerdo a lo informado por el delegado episcopal para este proceso, sacerdote Diego González Vera, quien también oficia como vicario en la parroquia Asunción de María de Achupallas, en Viña del Mar.
"Hemos dispuesto que las parroquias que se encuentran en comunas en fase 3, es decir, de preparación, puedan solicitar, a través de sus párrocos, la apertura de los templos, y eso es lo que hemos ido haciendo progresivamente", explicó, agregando que para que ello sea posible se debe elevar una solicitud y llenar un "Formulario de Reapertura", con el fin de asegurar mínimos sanitarios y también pastorales.
Cabe consignar que la Diócesis de Valparaíso cuenta con 69 parroquias distribuidas en las provincias de Valparaíso, Marga Marga, Quillota, Isla de Pascua y parte de San Antonio, pero este proceso también podría incluir a capillas "si el sacerdote así lo solicita y fueran lo suficientemente grandes para permitir el aforo de 25 personas (incluidos presbíteros y colaboradores)" establecido para comunas que se encuentren en las fases 3 según el Plan Paso a Paso.
Sin niños y mayores de 75
El número de misas que se oficiará quedará sujeto a la decisión de cada parroquia. Sin embargo, no podrán ingresar mayores de 75 años, quienes padezcan enfermedades de riesgo y niños.
Quienes quieran asistir deberán inscribirse previamente, proceso en el cual tendrán que entregar sus datos personales (nombre, edad, domicilio, email si lo tuviera y teléfono), todo con el fin de facilitar la correspondiente trazabilidad ante la eventual detección de un contagio. "Nosotros necesitamos saber con absoluta claridad quiénes ingresan al templo. Las personas que no quieran colaborar con eso, evidentemente nos estarían llevando a faltar a nuestro propio protocolo y nuestro protocolo indica que las personas que tienen que entrar se identifican. Por tanto, quien no se quiera identificar, evidentemente incurre en un incumplimiento de nuestra propia normativa", aseveró el sacerdote.
Reforzó la validez de esta medida puntualizando que "si surgiera un evento de contagio de algunos de los feligreses, cuando la autoridad sanitaria pregunte cuáles fueron los contactos estrechos, si esa persona estuvo en el templo el día de ayer o anteayer, nosotros podemos indicar con quién estuvo, en qué horario, cerca de quién se sentó, y eso permite que avancemos en trazabilidad. Sabemos que este es un gran aporte que podemos hacer como Iglesia. El comercio no lo hace, distintas actividades no lo hacen, y nosotros queremos ofrecer como herramienta esta trazabilidad".
Comunión
En el acceso de las parroquias que puedan acogerse a esta reapertura habrá dispositivos de desinfección y toma de temperatura, mientras que en su interior el reducido número de personas, incluido quien oficie la celebración litúrgica, tendrá que usar en todo momento mascarilla y mantener una distancia física de al menos 1,5 metros, dejando además una banca por medio libre.
El protocolo también establece que las misas no deben durar más de 40 minutos y se recomienda pocos cantos y un coro muy pequeño, que deberá ubicarse en un lugar apartado.
Para dar la paz bastará un gesto, sin ningún contacto físico, mientras que en la comunión no habrá diálogo y sólo se entregará la hostia, previa desinfección de las manos de sacerdote, la cual "se aconseja tomarla con los dedos como pinzas".
Acabada la celebración comenzará el proceso de limpieza y desinfección del templo. "Este protocolo sanitario implica un gasto importante de recursos que antes no se hacía y, por tanto, las parroquias van a tener que generar sus recursos para iniciar este nuevo reencuentro. Evidentemente, es sabido por todos que los ingresos de las parroquias han disminuido porque los feligreses ya no van y no hacen los aportes que hacían previo a la pandemia", manifestó el presbítero Diego González Vera, aunque aclaró que "vamos a velar para que todas las parroquias que están en condición de abrir puedan hacerlo y que la falta de recursos económicos no sea un impedimento para ello".
Frente a este proceso recalcó que "no se trata de un volver a misa irresponsablemente, sino que hoy día las cosas han cambiado y nosotros queremos trabajar junto a nuestros fieles y que hagamos de este retorno una posibilidad para consolidar la fe, pero también asegurar la salud. Aquí tenemos que trabajar en conjunto para salir de esta pandemia".
"Nosotros necesitamos saber con absoluta claridad quiénes ingresan al templo. (…) Por tanto, quien no se quiera identificar, evidentemente incurre en un incumplimiento".
Diego González Vera, Delegado episcopal para la reapertura de templos
69 parroquias suma la Diócesis de Valparaíso en las provincias de Valparaíso, Marga Marga, Quillota, San Antonio e Isla de Pascua.
2 templos católicos en las comunas de Algarrobo y el Quisco fueron los primeros en reabrir bajo este protocolo de la Diócesis porteña.