Inversión y empleo en el borde costero
Las obras de refuerzo de avenida Perú deben tener continuidad más al norte, siguiendo con el mejoramiento del camino costero a Concón. Las defensas del paseo exigían una recuperación, ya que las estructuras actuales datan de 1946, fueron realizadas durante la alcaldía de Eduardo Grove.
Ya están corriendo los plazos legales para la ejecución de los trabajos de reforzamiento de las defensas de la avenida Perú de Viña del Mar. El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, junto a autoridades locales dio cuenta de los trabajos iniciados el 3 de este mes y que deben comenzar en terreno el próximo octubre.
Comprometen una inversión de $5.900 millones y se deben ejecutar en 540 días para ser entregados en 2022.
Christian Wunderlich, director regional de Obras Públicas, informó que las obras consisten en la extensión en 12 metros del frente de protección actualmente existente. Para ello se utilizarán rocas con un peso de entre cinco y ocho toneladas y "dolos", estructuras de concreto que se enlazan entre sí, de cinco toneladas. De este modo se va disipando la energía de las olas que en el lugar alcanzan altura y potencia.
Con estos trabajos, de acuerdo al modelo de ingeniería, el impacto será un 46% menor que el registrado en los grandes temporales.
Las obras son indudablemente necesarias considerando el lugar como importante patrimonio turístico de la ciudad y el desarrollo residencial y comercial del sector, que incluye el Casino Municipal y el hotel anexo.
Por otra parte, las defensas del paseo exigían una recuperación ya que las estructuras actuales datan de 1946, fueron realizadas durante la alcaldía de Eduardo Grove Vallejos, coincidiendo con la inauguración y pavimentación de la avenida San Martín.
Estas intervenciones de hace casi 75 años revelan un precursor interés por el hoy tan valorizado borde costero, valor que debe ser cautelado precisamente con la mantención de la vialidad y obras de defensa del litoral.
En ese sentido los trabajos ya adjudicados de la avenida Perú deberían tener continuidad en la recuperación, más al norte, del camino costero en el extenso tramo que corresponde a Viña del Mar y Concón, cuya apertura data de 1917 y su pavimentación de 1930. No solo el trazado actual de esa vía es el mismo casi centenario, sino que también ocurre con buena parte el ancho de la ruta, en circunstancias que el tránsito ha aumentado en forma exponencial junto al desarrollo comercial y residencial del entorno.
La necesaria renovación del borde costero significa alta inversión, pero se trata de inversión justificada para la mantención y valoración de un patrimonio turístico de alcance nacional. Desde otro punto de vista estas obras, con la inversión pública correspondiente, son oportunas y necesarias en tiempos en que es urgente crear fuentes trabajo, logrando así recuperar los empleos perdidos durante los últimos doce meses, primero por la violencia de octubre y luego por la pandemia que ha frenado o destruido tantas actividades.