"El ecosistema en la Región de Valparaíso está muy maduro, pero aún hay espacio para mejorar"
Identificar cuáles son las brechas que hoy limitan el desarrollo científico en las distintas zonas del país, establecer prioridades y proponer una estrategia para abordarlas son los objetivos que tiene hoy la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
Y es por ello que se lanzó hace unas semanas el Concurso Nodos para la Aceleración de Impacto Territorial, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, iniciativa que financiará proyectos desarrollados por universidades, centros e institutos de investigación asentados en la respectiva macrozona a la cual postulan y que consideren la realidad de las regiones que la conforman. La convocatoria estará abierta hasta el 30 de septiembre.
Esta actividad financiará un proyecto por cada macrozona (Norte, Centro, Centro Sur, Sur y Austral), entregando un financiamiento de hasta $ 160 millones. "Es un instrumento que se pensó específicamente para las macrozonas y que busca potenciar la coordinación que tiene cada una de ellas para poder establecer prioridades, definir proyectos que nos permitan apoyar el desarrollo científico y tecnológico", comenta la directora nacional de la ANID, Aisén Etcheverry.
- ¿Cuál es el diagnóstico que usted hace del desarrollo que tiene el área acá en la macrozona central y particularmente en Valparaíso?
- El desarrollo científico y tecnológico es bien dispar a lo largo de todo nuestro país. Y la idea de tener la coordinación de macrozonas busca generar masa crítica. (...) Ahora, en ese contexto, el Centro donde está Valparaíso (junto a la Cuarta Región) tiene hoy un desarrollo científico muy relevante. Tienen muchas universidades, centros de investigación, bastante diversificado en todas las áreas del conocimiento y eso, a su vez, va acompañado de una diversificación productiva que es bien interesante y, por lo tanto, vemos que hay mucho potencial. No sólo para seguir haciendo el buen trabajo que se realiza en términos de desarrollo científico, sino que para avanzar.
- ¿Usted ve que hay articulación entre esos actores o está un poco disperso?
- Ha existido diálogo y conversaciones. El ecosistema, particularmente en la Región de Valparaíso, está súper maduro y, por lo tanto, existe hoy día una buena coordinación y vinculación entre los distintos actores del ecosistema, pero aún existen espacios para mejorar. La vinculación entre las universidades y las empresas hoy es uno de los focos que tiene el Ministerio de Ciencia.
- ¿Esa es una tarea pendiente?
- Si bien existen muchas iniciativas y trabajos que se han hecho para diagnosticar e identificar cuáles son los caminos para el desarrollo científico y tecnológico de las regiones, a nivel de macrozona no ha existido una iniciativa de esa naturaleza. Y ese es el aporte que hace este instrumento.
- ¿La idea, entonces, es establecer estrategias distintas para cada macrozona y no una impuesta para todo el país?
- Efectivamente. Hoy día, cuando pensamos en el desarrollo de la ciencia en regiones, la realidad de Magallanes es muy distinta a la de Concepción o de Valparaíso. (...)Y por lo tanto, lo que se busca con este instrumento es realmente identificar las peculiaridades de cada una de las macrozonas y definir qué proyectos son adecuados para esa realidad. Lo que hemos evitado a toda costa es pensar en una solución que resuelva todos los problemas, porque eso no existe.
- A priori, ¿qué potenciales ve en la Región de Valparaíso que puedan ser desarrollados, mejorados?
- Los potenciales son muchísimos. Hace unos días tuvimos una presentación del instrumento con el equipo de la Seremi. Ellos resaltaban, por ejemplo, la cantidad de emprendimientos de base científico-tecnológica que hoy día existen. Eso habla de una industria que ha logrado sofisticarse de la mano con el conocimiento científico y en muchos casos vinculados con las universidades y los centros de investigación. Ese es un espacio de potencial desarrollo que podría ser interesante. Ahora, más allá del emprendimiento científico-tecnológico, la macrozona centro es asiento de una serie de espacios de investigación en distintas áreas, de astronomía hasta la biología, lo que habla de una diversificación, que también es un indicador de madurez del ecosistema.
- ¿Qué posibilidades de mayor vinculación existen entre ellos?
- Es parte de lo que nos preguntamos y esperamos responder a través de este instrumento. Y también, por qué no pensar qué se puede hacer para generar una mayor atracción de talentos desde otras partes del país hacia esta zona. Una de las cosas que nos comentaba la seremi es que, por la cercanía, ocurrían estas migraciones temporales donde los académicos iban a trabajar a Santiago y volvían, entendiendo que la calidad de vida en la región es de las más altas del país. Entonces, qué podemos hacer para que se queden en la región y que las oportunidades sean igualmente atractivas en Valparaíso o La Serena y no sólo en Santiago.