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ENTREVISTA. Agustín Squella, abogado y Premio Nacional de Humanidades:

"Si gana el Rechazo significaría que viviríamos en un país más raro y acobardado de lo que creemos"

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Flor Arbulú

Una de las voces que más se han escuchado en la defensa de la realización del proceso constituyente es la del abogado, periodista y Premio Nacional de Humanidades 1999, Agustín Squella. No ha dudado en escribir cartas y/o columnas para diversos medios, así como participar en conversatorios y entrevistas para dar a conocer su opinión.

Es que para este vecino de Viña del Mar y profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, considera que el plebiscito del 25 de octubre es un importante hito en nuestra historia republicana, pues por "primera vez en su historia" se podrá optar por tener "una Constitución que pase el test de la democracia", asegura y se imagina que escuchando la voz de las regiones.

- Estamos a casi un mes del plebiscito, ¿cómo imagina que se desarrollará este proceso?

- Con normalidad, aunque con un grado de participación que es difícil de prever. Sin pandemia, la participación habría sido muy alta, porque no suele ocurrir que en un país, transcurridos ya 210 años de su vida independiente, se convoque a los ciudadanos a pronunciarse acerca de si aprueban o rechazan la idea de tener por primera vez en su historia una Constitución que pase el test de la democracia tanto en su origen como en sus contenidos.

- ¿Percibe que la población está bien informada sobre lo que significa votar Apruebo o Rechazo, y Convención Constitucional / Mixta Constitucional?

- Creo que sí, y aquel que no se sienta suficientemente informado tiene todavía tiempo para hacerlo, por sí mismo, desde luego, porque nadie va a pasar por su casa a explicarle de qué se trata lo que votaremos el 25 de octubre. Hay tanta necesidad de informarse como el deber de hacerlo, y los ciudadanos tenemos que mostrarnos más activos en ese sentido. No podemos seguir repitiendo "no estoy informado" cuando la información se encuentra al alcance de la mano. El 25 de octubre marchar será votar.

- Existe la sensación que ganará el Apruebo + Convención Constitucional, aunque podría ser efecto de la espiral del silencio. Pero si fuese así, ¿a qué debería estar dirigida la campaña? ¿A votar por alguna opción o a convencer a la gente vaya a votar?

- Las dos cosas: primero votar, cualquiera sea la opción que se prefiera, aunque el voto ese día no será obligatorio desde el punto de vista legal, aunque sí desde una perspectiva política y moral. ¿Cómo abstenerse de votar cuando se nos pregunta acerca de lo que ya he señalado? Y, segundo, decidirse por una de las opciones y votar en conciencia y no movidos por el temor que algunos tratan de infundirnos, un temor parecido al que fue aventado cuando el triunfo del NO en 1988, cuando la elección de Patricio Aylwin, cuando las victorias de Lagos y de Bachelet, todos episodios relativamente recientes de nuestra vida nacional que fueron presentados por sus detractores como un fatal camino del país hacia el fondo del abismo. Votar sin temor, entonces, pero tampoco poniéndose una máscara como han hecho algunos personeros de la derecha.

- ¿Qué opina de este llamado a elegir la opción "Rechazo pero con reformas"?

- Una manera bastante burda de intentar atemperar la mala imagen de llamar a votar Rechazo. Eso de "Rechazo con reformas" es un invento de algunos senadores de derecha que, inicialmente partidarios del Apruebo, se dieron luego una impresionante voltereta en favor del Rechazo, y que, para no quedar tan mal, prometieron impulsar reformas importantes a la Constitución actual, las mismas respecto de las cuales han mantenido silencio durante décadas de leal custodia de la carta fundamental que consideran el principal legado de Augusto Ramón Pinochet Ugarte. Por lo mismo, "Rechazo con reformas" no es creíble, es otra de las caretas que anda circulando en el baile de máscaras en que la política se transforma a veces.

-¿Se ha puesto en el escenario que gane el Rechazo? ¿Qué cree que significaría eso?

- Significaría que viviríamos en un país más raro y acobardado de lo que creemos. ¿Quién podría rechazar la posibilidad de una Constitución democrática por primera vez en la historia de Chile, salvo que se tratara de algún enemigo de la democracia -que los hay- o de alguien que tuviera miedo a la aplicación práctica del principio de la soberanía popular, un principio declarado en todas las Constituciones que hemos tenido, que repetimos desde el tiempo de nuestras clases de educación cívica y al que ahora llegó el momento de tomarle realmente el peso?

- Por otra parte, pareciera que la discusión hoy por hoy se ha desplazado al tema de las elecciones presidenciales con el surgimiento de posibles candidatos a ocupar La Moneda. ¿Se corre algún riesgo de no darle la importancia que se merece a la votación del 25 de octubre en este contexto?

- No creo que exista ese riesgo, aunque la verdad es que todos los días aparece un nuevo aspirante a la presidencia de la República. "Estoy disponible", declaran con total impudicia, mal gusto y falta de sentido de la realidad. "Que florezcan mil flores", declaran los partidarios de los "disponibles", pero no es a flores a lo que huelen precisamente algunos de esos ansiosos que no pueden verse en otro sitio que no sea La Moneda.

La hoja en Blanco

-Desde su perspectiva, ¿considera que hay algún aspecto o articulado que se debiera conservar? ¿O se debe empezar totalmente de cero? ¿Y por qué?

- Si vamos a tener una nueva Constitución, la Convención del caso partirá desde una hoja en blanco. ¿Cómo no si de eso se trata una "nueva" Constitución? Pero no partirá de cero, como si estuviéramos en 1810, puesto que Chile ha tenido y aplicado otras Constituciones y cuenta también con una rica doctrina constitucional, tanto pasada como presente, que será considerada por la Convención. Durante el gobierno anterior hubo incluso un proceso constituyente y hasta un proyecto de nueva Constitución presentado al Congreso Nacional. Hay igualmente Constituciones de otros países que observar con detenimiento, tanto en su texto como en la forma en que han sido vividas y aplicadas, y esas experiencias comparadas pueden ser muy ilustrativas. Hoja en blanco, entonces, pero no desde cero.

- ¿Cuál, y por qué, considera que es la mejor opción a la hora de redactar la nueva Carta Magna si gana el Apruebo? ¿Tiene algún candidato o candidata?

- Habrá que elegir constituyentes en abril del próximo año y tengo la esperanza de que los partidos postulen a militantes idóneos para la función de que se trata y que, tal como han anunciado, incluyan también independientes en sus listas, sin perjuicio de que estos puedan formar también sus propias listas. Hay que cuidar mucho el menú que entonces se ofrecerá a la ciudadanía y dejar de pensar en figuras de la farándula televisiva o en futbolistas retirados que andan algo faltos de trabajo.

- ¿Qué aspectos debieran estar presentes sí o sí en una posible nueva Constitución?

- ¿Sabe lo que me imagino? A lo menos dos sesiones iniciales destinadas a que los constituyentes se presenten unos a otros y se conozcan entre sí, y, una vez iniciado el trabajo propiamente tal, empezar por sesiones que tengan lugar en regiones, sin perjuicio de que la mayoría de ellas, más adelante, se realicen en Santiago. Veo a la Convención acordando con facilidad las materias o capítulos de la futura Constitución, la veo también informándose a partir de una Secretaría Técnica y asesorándose por algún grupo de expertos, y, sobre todo, la veo escuchando planteamientos de dirigentes sociales y otros representantes de la sociedad civil, tanto de nivel nacional como regional, y la veo, en fin, entrando al contenido de cada parte de la Constitución en lo que será el momento más arduo y extenso de su trabajo.

- Por último, y pasando a otro tema, ud. ha sido muy crítico sobre la gestión municipal en Viña del Mar. ¿Qué debería ofrecer un candidato o candidata a alcalde para que ud. votase por él/ella?

- Ofrecer probidad, eso ante todo, y acreditar que la ha tenido como una parte indiscutida de su biografía personal y trayectoria pública, comprometiéndose a colaborar a fondo con las investigaciones ya en curso que hay acerca del municipio. Reunir también condiciones de formación y conocimiento de la ciudad y sus problemas, porque si la democracia y sus elecciones no pueden garantizar el triunfo de los mejores, ya es hora de que evitemos elegir casi siempre a los peores. No tener ni haber tenido vinculación con la actual gestión alcaldicia. Tener una edad más cerca de la juventud que de la decrepitud y no aparecer jugando a las sillas musicales al venir de algún otro cargo de elección popular respecto del cual se encuentre inhabilitado para volver a competir. Como usted ve, la tengo difícil para encontrar por quién votar en la próxima elección municipal.

"Veo a la Convención (...) sobre todo escuchando planteamientos de dirigentes sociales y otros representantes de la sociedad civil, tanto de nivel nacional como regional".

"Hay que cuidar mucho el menú (de constituyentes) que entonces se ofrecerá a la ciudadanía y dejar de pensar en figuras de la farándula televisiva o en futbolistas retirados que andan algo faltos de trabajo".