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"Otro factor que pudo haber influido, es el retiro del 10% de las AFP, si bien no es ingreso, en el sentido de una contraprestación por los servicios del trabajo. Pero para todos los efectos prácticos, las personas lo percibieron como un ingreso extra y eso se deduce por el uso que le dieron, porque se utilizó, fundamentalmente, para cubrir los gastos del mes y pagar sus deudas", afirma Echeverría.
El académico de la UDD señala que "mi percepción es que hacia fines del próximo año podríamos tener un mayor nivel de confianza, pero es muy importante tener en cuenta que la economía en 2021 todavía estará deprimida, con un ingreso per cápita y un nivel de producción total todavía inferior al de septiembre de 2019. Pero puede que la confianza se recupere".
Al respecto, advierte que "con una economía en lento crecimiento, con un nivel de salarios e ingresos bajos en los hogares, los consumidores pueden estar neutrales. ¿Por qué razón? Porque neutralidad significa que mirando un año atrás, comparado con la actualidad, las cosas están parecidas y mirando un año adelante, ven que también serán similares. Entonces, podemos medir neutralidad en un momento alto del crecimiento económico, en que la gente dice 'la economía está igual que el año pasado y seguirá igual en un año más', o en una economía estabilizada luego de un gran shock, como es nuestro caso. Esa neutralidad o el pesimismo son relativos al momento económico. Cuando alcancemos neutralidad, no significa que la economía, los hogares, los ingresos, van a haber recuperado el nivel de septiembre de 2019. Eso lo vamos a recuperar en 2024".
Con esperanza hacia el futuro
En el plano local los datos arrojados por el Ipeco fueron bien recibidos por gremios regionales, aunque hay claridad en que el crecimiento y el proceso para retomar los números anteriores al estallido social y la pandemia serán lentos. Asimismo, hacen hincapié en que las expectativas de una mejoría serán sostenibles en el tiempo, siempre que la economía responda y experimente también un alza.
El presidente de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP), Pier-Paolo Zaccarelli, presume que el Ipeco puede estar relacionado a factores como el levantamiento de cuarentenas en algunas comunas del país, como se ha visto desde hace un par de semanas en la Región Metropolitana. A lo anterior, suma medidas paliativas como el Ingreso Familiar de Emergencia, garantía FOGAPE, plazos de gracia para pagar impuestos, retiro del 10% de los fondos previsionales, entre otras cosas.
"En la medida que podamos volver a una relativa normalidad -siempre considerando las restricciones que debemos mantener para salvaguardar nuestra salud y la de otros para prevenir el contagio por Covid-19- la percepción de la confianza de los consumidores continuará mejorando, a la par de que la economía nacional también empiece a recuperar su ritmo. Pero debemos ser cautelosos en las expectativas, dada la realidad que se está evidenciando en otros países del hemisferio norte, donde encontramos rebrotes que pueden volver a generar efectos indeseados en la actividad de sus economías afectando el empleo, remuneraciones e ingresos familiares", agrega Zaccarelli.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), Ricardo Guerra, hace una lectura similar respecto de los motivos que están detrás del Ipeco de agosto, afirmando que "respecto de la situación sanitaria se denota una cierta disminución de la sensación de terror pasando a un estado de ver la luz o de aprendizaje del vivir con el covid 19, probablemente muy relacionado con noticias más positivas sobre el avance en el manejo de la crisis, la percepción de protección en sus lugares de trabajo y el aumento de la expertise en el cuidado sanitario personal y de sus familias".
"Podríamos decir que los estímulos relacionados con la sensación de contar con más dinero son muy transitorios y las percepciones relativas a la economía familiar estarán muy relacionadas con el mantenimiento de los apoyos estatales para mantener el ingreso de las personas, evolución de la situación de miles de trabajadores que están con contratos de trabajos suspendidos y naturalmente todo el esfuerzo que podamos hacer todos los sectores involucrados en generar proyectos e inversiones que se traduzcan en mantener las condiciones laborales pre pandemia y aumentar la oferta de puestos de trabajo", apunta Guerra.
Fuerte desempleo y extensa cuarentena
El titular de Asiva también asume que uno de los principales desafíos para la región, lo cual puede también tener incidencia en la complejidad para repuntar en los índices de confianza, dice relación con la cesantía de dos dígitos presente en la zona.
"Sin duda el desempleo es una de las cifras más preocupantes para la región. Hablando de percepciones, la nuestra respecto del empleo, es que puede haber personas que están desempleadas y no figuran en las estadísticas como cesantes, y que muy probablemente muchos trabajadores con contratos suspendidos están con riesgo de quedar cesantes (…) Para mejorar la realidad laboral de la región con el consecuente efecto en las percepciones más permanentes o de mediano plazo, es muy relevante el trabajo colaborativo entre privados y el sector público para generar actividad empresarial a través de mejoras e inversiones de las empresas existentes y dar un decidido y potente impulso a la generación de proyecto y emprendimientos", señala Guerra.
Otro aspecto relevante que detecta es la cuarentena que pesa sobre las ciudades más pobladas de la región, como son Valparaíso y Viña del Mar, la cual se extiende ya por casi tres meses y medio, donde es posible que la confianza de los consumidores se mantenga aún más baja. "El gran desafío de esas ciudades o comunas es mantenerse firmes y no relajar los cuidados para evitar rebrotes significativos, pues un retroceso de apertura hacia una nueva cuarentena puede tener muy negativo impacto de las percepciones de los consumidores", sostiene.
Sobre este mismo tema, Pier-Paolo Zaccarelli indica que "a medida que las personas sientan y puedan reanudar sus actividades, sin duda que la confianza aumentará. Aun así, la incertidumbre sobre futuros rebrotes del covid-19 tanto en la región como en el país, no permitirá que la confianza aumente drásticamente y se encuentre en un nivel optimista. El escenario sanitario y económico seguirá siendo complejo hasta que, como sabemos, el virus sea controlado por completo".
"De todas maneras, como CRCP nos encontramos trabajando junto a nuestros socios, autoridades y diversas organizaciones para la reapertura de las empresas que se encuentran en sectores económicos y territorios restringidos, especialmente del comercio, turismo y servicios no esenciales, impulsando la utilización de estrictos protocolos sanitarios y haciendo un llamado al autocuidado de trabajadores y de la comunidad en general para prevenir el contagio de Covid-19", destaca el representante gremial.
El fuerte repunte de agosto
En tanto, para la gerente de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Bernardita Silva, el incremento del índice de confianza va en consonancia con un importante aumento en las ventas que registró la organización en el mismo periodo, derivado del paulatino levantamiento de las cuarentenas tanto en la Región Metropolitana como en otras zonas del país, producto del mejoramiento de las cifras referidas a la pandemia, y con una mayor disponibilidad de recursos procedentes del retiro del 10% de los ahorros previsionales y de diferentes ayudas del Estado.
"Hubo distintos factores que hicieron que el índice de confianza de los consumidores registrara un aumento. Pero se sigue pesimista, eso hay que tenerlo súper claro, y yo creo que vamos a estar en ese terreno por un buen tiempo, no obstante vemos una aceleración debido a los distintos acontecimientos del mismo mes, lo cual genera también mejores expectativas sobre la situación futura", señala la ejecutiva.
Agrega que el Termómetro Semanal de Ventas Minoristas CNC -que mide la variación nominal en las ventas semanales respecto a igual semana del 2019, y la variación nominal en las ventas semanales respecto a la semana que la precede- registró un fuerte repunte en las ventas de agosto, del orden del 30% respecto de mismo mes del año anterior, en circunstancias que en junio y julio las caídas habían sido de alrededor del 20% y el 13%, incremento que atribuye a los factores ya señalados, y a que producto del confinamiento las personas habían dejado de adquirir muchos productos, que con la flexibilización de las restricciones sí pudieron salir a comprar en establecimientos comerciales que también empezaban a reabrirse.
El empleo es el gran tema
No obstante, la ejecutiva no deja de puntualizar que algunos de los factores que impulsaron el incremento de las ventas de agosto son esencialmente transitorios, como lo fueron el retiro del 10% de los ahorros previsionales y los apoyos económicos estatales, que se entregan una sola vez. De ese modo, todas las expectativas se centran en el empleo, fuertemente golpeado por las crisis desde octubre, y que según el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, se tradujo en la pérdida de dos millones de fuentes de trabajo en un año.
"Cuando el empleo es golpeado, también lo son los ingresos familiares y el consumo. Es una cadena, depende mucho de la capacidad que tenga la economía de recuperar los empleos perdidos. Ese es el gran tema de hoy, ya que en la medida que eso no ocurra, no se recuperan el consumo ni la demanda y empiezan a afectarse nuevamente las confianzas", agrega.
Para Bernardita Silva "claramente, queda aún un largo camino por delante. A eso se suma la incertidumbre de lo que pase con el virus -estamos viendo los rebrotes en Europa-, por lo que vamos a una recuperación del consumo que va a ser lenta, porque el golpe que ha tenido el mercado laboral ha sido muy fuerte", resume el gerente de Estudios del CNC. 2
Para mejorar la realidad laboral de la región con efecto en percepciones más permanentes, es muy relevante el trabajo público-privado".
En la medida que no se recuperan el consumo ni la demanda, empiezan a afectarse otra vez las confianzas".
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