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"Nunca pensé que sufriríamos una pandemia de esta magnitud"

Cirujano con más de tres décadas en el hospital viñamarino detalla el trabajo contrarreloj frente a la catástrofe. Cuando se pueda, anhela volver a tocar en su banda de rock junto a tres colegas.
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Más de una vez, cuando era un joven cirujano, el doctor Raúl Oyarce imaginaba o temía verse enfrentado en algún momento a eventos traumáticos mayores, como los derivados de terremotos, accidentes con múltiples víctimas, enfrentamientos armados incluso. Pero nunca pensó que le correspondería trabajar durante una crisis sanitaria de alcances planetarios como la que vivimos.

"Las enfermedades infecto-contagiosas epidémicas y graves las veía como problemas lejanos, de otros continentes o de otras sociedades sumidas en la pobreza, la desnutrición o la falta de higiene; y las suponía en la imaginería de infectólogos, epidemiólogos o salubristas. Nunca imaginé que viviría en esta época moderna occidental una pandemia que, por tanto tiempo, afectaría la actividad laboral y productiva, que recluiría a las personas en sus domicilios, y que arriesgaría la vida de cercanos, colegas, familiares y la propia", reflexiona el coordinador quirúrgico del Hospital Dr. Gustavo Fricke del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota.

Figura emblemática dentro de la comunidad del Fricke, donde comenzó a trabajar en una suplencia el mismo día del plebiscito de 1988, se formó como médico en la Universidad de Chile, en Santiago, y eligió esta carrera "sin una motivación especial, sólo porque al momento de postular sentí que era la única profesión para la que podría tener aptitudes y su ejercicio me satisfaría". Pero al cursar el ramo de Anatomía Normal, en primer año, y conocer cirujanos tutores, "tuve la certeza de que la cirugía era la pasión de mi vida".

Compromiso total ad honorem

Tras titularse ganó la Beca de Cirugía de la Universidad de Valparaíso, que desarrolló en el entonces Hospital Sanatorio Marítimo, actual Dr. Eduardo Pereira, donde posteriormente eligió dedicarse a la cirugía torácica, todo lo cual determinó además que se viniera a vivir a la zona.

Terminada la beca en marzo de 1987, a los 27 años, trabajó ad honorem en el Servicio de Cirugía de ese establecimiento por más de un año, "mientras sobrevivía haciendo turnos de residencia en el mismo Hospital, muchos turnos en la Unidad de Emergencia Adultos del Hospital Van Buren y en la Urgencia de la Clínica Reñaca, más unas horas contratadas como docente en la cátedra de Cirugía de la Universidad de Valparaíso".

Ese mismo grado de compromiso lo ha puesto en el Fricke, donde llegó a la Unidad de Emergencia Adultos aquel 5 de octubre de 1988 y donde al año siguiente fue contratado en el Servicio de Cirugía y luego asumió la Cirugía Torácica, tras la partida del entonces único cirujano de tórax, el doctor Helmuth Goecke.

Preparación para una catástrofe anunciada

Antes y durante esta pandemia ha sido partícipe y testigo de los esfuerzos titánicos que han tenido que realizar todos los equipos de salud para enfrentar el coronavirus, y en que los quirúrgicos debieron reconvertir sus funciones y apoyar otras tareas hospitalarias.

"Como ocurrió a nivel global, y en todo orden de cosas, las decisiones se iban tomando sobre la marcha, sin conocimiento certero de la enfermedad, porque no había evidencia científica, mirando lo que venía ocurriendo en Asia y Europa, siguiendo las indicaciones ministeriales, estudiando lo que iba apareciendo publicado, y aplicando el sentido común", relata.

Además de la distribución de elementos de protección personal en todo el hospital, el personal que podía hacerlo inició períodos de trabajo remoto y el resto comenzó rotaciones de alejamiento preventivo; se diferenciaron los accesos a la Unidad de Emergencia Adultos en consultas respiratorias y no respiratorias, se reconvirtieron muchas camas de dotación en camas críticas y se destinaron áreas para la atención exclusiva de pacientes covid-19, detalla.

Asimismo, se abrieron anticipadamente áreas del hospital nuevo, se contrató extraordinariamente personal médico, profesional y técnico, se potenciaron los equipos de Infecciones Asociadas a la Atención en Salud y Epidemiología para registro, trazabilidad, protocolización y manejo, se destinó personal de pabellón para atención de las nuevas camas críticas, y la actividad quirúrgica se detuvo en lo electivo, quedando sólo para las urgencias y las prioridades biomédicas.

El doctor Oyarce no está tan seguro de que los días más álgidos hayan pasado, observando en particular lo que viven zonas como Magallanes, y admite sin ambages que le preocupan los efectos del comportamiento colectivo de la población durante las Fiestas Patrias. También el hecho de que numerosos pacientes no covid hayan dejado sus controles o rechacen ofertas de solución de sus problemas quirúrgicos en planes especiales por temor a concurrir al hospital, por lo cual "muchos han presentado agudización o complicación de sus patologías y han ingresado a la Unidad de Emergencia, y algunos pacientes oncológicos se han agravado".

¿Qué espera con ansias poder hacer cuando tenga un respiro en el trabajo y estemos en alguna fase de desconfinamiento que lo permita? El coordinador quirúrgico no vacila en contestar: "¡Cortarme el pelo!" A su peluquero desde hace 36 años, ya retirado, lo tiene que ir a ver a su casa de Playa Ancha, cosa que no ha hecho desde el inicio de la pandemia porque él es población de riesgo, "y mi lealtad y mis mañas no me han permitido explorar otras alternativas".

Lo otro: reanudar los ensayos con su banda de rock de la cual es guitarrista eléctrico y que integran los cirujanos vascular y digestivo del Fricke, Carlo Zúñiga (bajo) e Ignacio Torrejón (batería), junto al pediatra del Hospital Naval y exbecario del hospital viñamarino, Fernando Cárdenas (teclados). El grupo se llama Rocky Davis. El nombre de una incisión usada para la apendicectomía antes de la era laparoscópica. 2

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl