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"Hoy vemos, por ejemplo, restaurantes a los que les conviene más no abrir que funcionar con la capacidad autorizada. U hoteles que están cambiando el modelo de negocios, otros que están declarando la quiebra y los demás que aún tenemos la esperanza de sobrevivir. Pero hay que tener claro que solos no podemos, necesitamos mayor apoyo estatal. Sabiendo que no se podrá salvar a todos, como indicó el propio ministro Briones al inicio de la pandemia, sí hay que hacer el mayor esfuerzo de salvar a un número importante", agrega, recalcando el impacto que la situación tiene en el empleo y en la vida de las personas.

El copihue cerrado por primera vez en 64 años

Esta es la primera vez que la tradicional Hostería El Copihue, inaugurada el 18 de septiembre de 1956, cierra sus puertas en Fiestas Patrias. Con capacidad para alojar entre 100 y 140 pasajeros, además de terrazas y comedores interiores para 250 a 300, en el complejo turístico de la familia Kubierschky trabajan en forma permanente 45 personas -acogidas a suspensión laboral, aunque no todas tienen seguro de cesantía-, que en temporada alta suben a 70.

Sin generar recursos, haciendo delivery principalmente para ayudar al personal más antiguo que está sin cobertura de cesantía, y debiendo además pagar las cotizaciones previsionales y los créditos propios del negocio, el gerente general, Alejandro Kubierschky, admite que "para nosotros es una mochila gigantesca", ya que también habrá que pagar el crédito covid al que pudo acceder la empresa, en un escenario de incertidumbre hacia el futuro cercano.

Las pérdidas las califica como "monstruosas", al menos $500 millones en estos seis meses. Y aun cuando El Copihue no abrió este "18" porque está readecuando comedores para la post pandemia, el ejecutivo empatiza con sus colegas que sí lo hicieron y perdieron lo invertido debido al cierre de la comuna, lo que para ellos constituye un doble golpe en una situación ya desmedrada.

"Los cordones sanitarios fueron macabros. Olmué era un pueblo fantasma, no andaba nadie en la calle. Fue muy complejo porque esas disposiciones se contradijeron absolutamente con el mensaje de las autoridades, de Salud, de Sernatur y con toda la información según la cual se iba a permitir la salida de alguna gente y que se iba a poder atender con respeto a los protocolos", reclama.

No obstante, Alejandro Kubierschky también ve el vaso medio lleno, porque el impacto del covid en los presupuestos familiares y la segunda ola de la pandemia que se observa en algunos destinos lejanos seguramente van a incidir en que quienes puedan hacerlo opten por el descanso en lugares más accesibles y cercanos, que es uno de los plus de esta comuna, en la cual, puntualiza, las autoridades deben acometer la tarea de controlar la informalidad, "porque hay muchas parcelas y casas de veraneo que se arriendan y que no cumplen ninguna norma, de modo que no ocurra que se genere algún brote y se vaya a responsabilizar a los locales establecidos".

"lo importante es generar ventas para seguir"

"Estábamos preparados para una ocupación cercana al 50%. Lamentablemente el cordón sanitario impuesto, en donde se restringe el paso de personas desde otras comunas de la región, aun encontrándose en fase 3, nos perjudicó de manera sustancial, obligándonos a tomar decisiones radicales como no funcionar con el restaurante, ya que solo pudimos recibir a unos pocos pasajeros", dice Cristian Verdejo, dueño del centro turístico Olmué Natura, quien resume: "Esto nos mató literalmente".

Su negocio tiene ocho años de existencia, una capacidad de alojamiento para 100 pasajeros y un restaurante equipado para 250, y en él trabajan 50 personas de manera directa e indirecta, de entre quienes todos los contratados están bajo ley de protección al empleo. Desde el 20 de marzo el complejo no genera ningún ingreso. "Las pérdidas han sido significativas en lo material, y también en lo anímico. Honestamente, desconozco cuánto demoraremos en recuperarnos. Lo importante, y creo que con esto represento a todo el rubro, es generar ventas que permitan seguir funcionando sin pérdidas, después veremos la recuperación", plantea.

Verdejo se declara frustrado tras ver las noticias del "18" en la Región Metropolitana, "donde los empresarios pudieron funcionar con sus terrazas y la movilidad entre comunas en fase 3 no fue tema", a diferencia de lo ocurrido en Olmué, donde perdieron lo invertido en capacitación para el personal, compra de elementos de protección "y todos los costos involucrados en una reapertura, considerando la implementación de protocolos covid, re-contratación de personal, costos de mantenimiento, entre otros".

Con respecto a lo que se viene en la próxima temporada estival, agrega, "estamos conscientes de que la reapertura será gradual y tendremos que estar atentos a las instrucciones que entregue la autoridad. Si a esto le sumamos que no se realizará el Festival del Huaso de manera presencial, se hace más difícil todavía la recuperación del sector turístico en el corto plazo", concluye.

Pérdidas millonarias en rosa agustina resorts & spa

Inaugurado hace 22 años en Olmué, Rosa Agustina Resorts & Spa es el complejo "todo incluido" de mayor tamaño en la zona, y en sus categorías Club Resort y Conference Resort tiene capacidad para 1610 personas alojando y 2.300 por día, mientras sus cuatro restaurantes pueden atender a 4.300 personas en total.

Hasta el 20 de marzo, el personal de planta era de 513 personas, de las cuales 216 fueron finiquitadas, 247 están acogidas a protección del empleo y 50 se encuentran trabajando, refiere la gerente comercial de la empresa, Lilian Osorio, quien estima que si la situación actual permanece en las mismas condiciones habría despidos adicionales, ya que en estos seis meses de cierre las pérdidas se elevan a más de $3.800 millones.

Respecto de las Fiestas Patrias, la ejecutiva señala que "estábamos preparados para atender diariamente a 300 personas, y finalmente optamos por cerrar el hotel el 17 en la tarde, y abrir nuevamente el lunes 21, con servicio de desayuno". También para este complejo turístico, el Festival del Huaso era la principal fuente de ingresos en la segunda quincena de enero.

"no sabemos qué pasará en fin de año y el verano"

En 1994 abrió sus puertas el Centro Turístico La Campana, equipado para alojar a más de 160 pasajeros y atender a 220 en sus instalaciones de restaurante. Hasta marzo trabajaban 10 personas estables, hoy acogidas al sistema de protección al empleo, mientras las pérdidas se elevan a cerca de $200 millones, "y no sabemos qué pasará este fin de año y el verano, que son los mejores meses para la actividad", dice el gerente general, Juan Francisco Bahamondez.

El empresario, quien tiende a pensar que la recuperación no comenzará antes de un año, estuvo entre quienes esperaron infructuosamente pasajeros en las Fiestas Patrias. "Nos preparamos y muy bien con los protocolos, todo este tiempo hemos participado en cursos online para así hacer las cosas bien y poder proteger a nuestro clientes".

Bahamondez detalla que invirtió dinero que le prestaron en materia prima para el restaurante. "Compré una electro nebulizadora para exteriores e interiores, dispensadores para alcohol gel, pediluvios, guantes especiales, mascarillas desechables, delantales especiales y buzos para sanitizar", de modo que fue "una desagradable sorpresa saber en la tarde del 18 que a nuestros clientes con reservas de alojamiento y restaurante, que eran todos de la provincia de Marga Marga y no estaban en cuarentena, simplemente no los dejaron pasar a Limache y dirigirse a Olmué".

Recalca que "nosotros rechazamos todas las solicitudes de reservas de gente de Santiago, Viña del Mar y Valparaíso porque ellos sí están en cuarentena y sabíamos que por norma no podíamos recibirlos. Las mismas personas de las reservas nos empezaron a llamar el 18 para contarnos que no los dejaron pasar en el control de Peñablanca por orden de autoridades que no se dieron el tiempo de comunicarnos con días de anticipación que la cosa sería así´".

Es más, relata, "la seremi de Salud nos hizo un curso días antes para que pudiéramos abrir nuestros restaurantes solo en terrazas con los protocolos que corresponde". Es por eso que, al igual que los otros operadores que se prepararon para la opción dieciochera, su ánimo se resume en una sola palabra: desencanto. 2

las fiestas patrias con olmué repleto de visitantes, por ahora quedaron en el recuerdo. era la fecha de máximo movimiento.

La actividad cambió y hay que tener capacidad de innovar

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En medio de la crisis que golpea al sector, la presidenta de la Cámara de Turismo de Olmué y propietaria de Fruttato Helados Artesanales, Luigina Pruzzo, es enfática respecto de la necesidad de que los operadores, en conjunto con las instancias de la comunidad y la autoridad que corresponda, definan la naturaleza de la actividad que se pretende potenciar.

La experta en turismo, que ha sido directora del área de la Municipalidad de Valparaíso, y gerente del Consejo Superior de Turismo de la Cámara Regional de Comercio, plantea que "hay que tener claro que somos el núcleo de la Reserva de la Biósfera, y el tipo de turismo que debemos fomentar no es el masivo".

Sostiene que "Olmué debe planificar en este tema, contar lo antes posible con un plano regulador y un plan de desarrollo turístico, donde podamos fijar los límites en el tipo de turismo que queremos desarrollar, y cómo generamos una economía circular que beneficie a todos los habitantes. Además, debemos considerar un factor determinante, que es la tremenda escasez hídrica que tenemos".

Motivaciones para elegir destino de descanso

Lo anterior, a propósito de los cambios que se avecinan para éste y otros sectores de la economía en la fase post pandemia y que ya se empiezan a observar, por ejemplo, en el caso de Olmué, en que en su próxima versión, el Festival del Huaso no será presencial y su transmisión se hará online, con todo el impacto que eso significa para la actividad turística. Una situación parecida es la que está generando incertidumbre en Viña del Mar, donde no es claro que el Festival de la Canción, que por tradición desde sus inicios es un evento presencial, se pueda realizar en esa modalidad en febrero.

"El Festival del Huaso da el inicio a la temporada alta en Olmué, claramente una versión online no será lo mismo. Acá, durante esos días, el pueblo está de fiesta, hay un ambiente alegre y generoso. No sabemos qué pasará, pero sí sabemos que el turismo cambió, y como destino debemos tener la capacidad de innovar y no centrarnos sólo en fechas de visitas masivas, sino romper esa estacionalidad y ser un destino atractivo durante todo el año.

¿Cuánto tiempo le llevará al turismo de Olmué ponerse de pie y hasta dónde le será ventajoso el hecho de que los destinos al extranjero o más lejanos en el país van a tener, según se observa, poca demanda, tanto por la situación económica como por el virus?

"El turismo tiene la capacidad de recuperarse, las proyecciones hablan de un poco más de dos años para volver a una estabilidad, considerando el mejor escenario. Nuestra región tiene una ventaja competitiva, que es la diversidad de atractivos, la variedad de oferta y la cercanía con la capital, principal emisora de turistas. Olmué es rica en naturaleza, aire libre y esparcimiento, que serán motivaciones prioritarias a la hora de elegir un destino. Hay que estar atentos también con el comportamiento del turismo en el mundo, ese es un indicador en el cual nos podemos proyectar. Claramente el turismo interno será el que primará durante un largo tiempo, pero la reinvención y planificación de los destinos será el diferenciador a la hora de ser elegido, lo que permitirá la estabilidad de la actividad", expone la presidenta de la Cámara de Turismo. 2