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-¿Cómo definiría la situación del casco histórico y sectores aledaños de Valparaíso tras los incendios y destrucción que muchos inmuebles, estatuas y mobiliario urbano sufrieron desde el 19 de octubre y hasta antes de la pandemia?

- Es una situación crítica, lamentable, y compleja al mismo tiempo. Por un lado tenemos el problema, como señalaba, de la crisis de significación de un patrimonio "tradicional", representado fundamentalmente por estatuaria pública, que se ha visto intervenido y vandalizado por lo que representa. Esto lleva a reflexionar sobre figuras y hechos infra representados que no han tenido los debidos espacios en la ciudad o en la historia "oficial", lo cual debe ser atendido. Pero también se observa una falta de tolerancia que puede tener muchas explicaciones pero que está destruyendo una parte de nuestra historia material y eso no puede ser admitido. Por otro lado, está la destrucción y quema intencionada de locales comerciales e infraestructura pública que es inaceptable y que ha causado un daño enorme en la sociedad porteña. Al respecto, se debe diseñar de manera urgente un plan de recuperación del área tradicional de la ciudad, con participación y compromiso real de todos los grupos de interés, y donde los principales beneficiados sean justamente los porteños. La educación cívico-patrimonial desde una visión amplia y actualizada es otro pilar del proceso de recuperación que debiera ser incluido. Esto asegura el desarrollo sustentable de nuestro patrimonio tanto material como inmaterial a partir de una valoración de la comunidad.

- En 2015, en Berlín, el Comité de Patrimonio Mundial aprobó sin modificaciones los informes sobre el estado de conservación de Chiloé, Humberstone y Santa Laura, y Valparaíso, que había tenido recomendaciones en Doha 2014. ¿Fue la última evaluación que se hizo de esta ciudad?

- El Estado remite periódicamente informes de estado de conservación de los Sitios inscritos al Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO, ya sea a requerimiento de ellos o frente a situaciones que amerite informar. Todo esto está debidamente publicado en la web de la UNESCO y es interesante hacer a partir de su lectura el seguimiento de los aspectos críticos de cada Sitio, cómo se ha dado respuesta -o no-, qué nuevos requerimientos aparecen, entre otros. En el caso de Valparaíso, sigue pendiente la definición de un sistema de gestión, con todo lo que ello implica, esto es, gobernanza, planificación, financiamiento, por mencionar algunos. En el caso de los centros históricos, dada su complejidad es fundamental contar con sistemas de gestión que se adapten a la naturaleza dinámica de una ciudad viva, que por un lado asegure el desarrollo de sus comunidades y al mismo tiempo preserve sus valores. Y este tema sigue siendo observado para el caso de Valparaíso. Por otro lado, el tema de los proyectos en el borde costero, tanto en la zona de operaciones portuaria como en el sector Barón también están en el foco de la atención, y se espera que su impacto sea debidamente evaluado a través de los instrumentos que sugiere ICOMOS, como el estudio de impacto patrimonial. Estos dos aspectos serán informados en el reporte respectivo -reporte del estado de conservación- del presente año.

Sitios sometidos a presión constante

- Como están las cosas, ¿podría esta ciudad pasar a la lista de los sitios patrimoniales en riesgo?

- El porcentaje de Sitios en la lista de patrimonio en peligro es bastante bajo -menos del 5% actualmente-, lo que demuestra que no es una opción que el Centro de Patrimonio Mundial adopta corrientemente, toda vez que el universo de Sitios inscritos está sometido a presiones constantes. Por otro lado, salvo hechos fortuitos, derivados de amenazas naturales o antrópicas, el ingreso a esta lista es resultado de un proceso de solicitudes y recomendaciones que se hacen al Estado parte, donde se espera que éste dé respuesta y mitigue, dentro de lo posible, los impactos derivados de una presión determinada. El caso del mall de Castro es un buen ejemplo de ello. Se concretó esta construcción que supuso una seria afectación para uno de los componentes del Sitio -la catedral de Castro- y las recomendaciones iban por la línea de realizar obras de mitigación, además de asegurar la protección del entorno mediante los instrumentos de planificación correspondientes. A la fecha no se ha dado respuesta a estos requerimientos; deberán informarse los eventuales avances, y se recibirá una respuesta, que insistirá seguramente en avanzar en su concreción. Sin embargo, no se espera que ingrese a la lista de patrimonio en peligro. Personalmente creo que el ingreso de un sitio a esta lista puede generar un impacto positivo en la medida que el Estado parte fortalezca su compromiso y apoyo, o se vea beneficiado de la cooperación internacional.

- En la actual coyuntura económica y cuando el país ha perdido en un año casi dos millones de empleos según el Centro de Encuestas UC, ¿el Estado puede destinar recursos para hacerse cargo de la situación patrimonial?

- La ciudad necesita de un plan de recuperación que esté sustentado por el Estado pero que fomente también la inversión privada. Esto requiere de un compromiso y planificación a mediano y largo plazo que se enmarque en un modelo de ciudad desde un enfoque integrado que preserva sus valores, pero garantizando la recuperación social y económica de sus habitantes y de otros grupos de interés. Si concentramos intereses diversos en esta visión integrada donde el patrimonio es visto como un bien compartido que apoya el desarrollo sustentable de una comunidad, entonces se asegura también una rentabilidad social, que hace más viables aportes estatales. Sin embargo, es importante pensar en modelos de financiamiento mixtos.

UN SISTEMA DE GESTIÓN EFICIENTE

- Quito es Patrimonio desde 1978, para restaurarlo y conservarlo se creó el Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural (Fonsal) que entre otras cosas reinstaló a los 10 mil vendedores callejeros que tenía, para lo cual gastó la mitad de nuestro crédito BID. ¿Valparaíso podrá alguna vez tener un fondo permanente para esos efectos?

- El proyecto que menciona fue muy exitoso y modelo para otras ciudades latinoamericanas. En este sentido es clave adecuar los modelos a la realidad local y desde allí plantear propuestas pertinentes. Cabe remarcar que la gestión de un centro histórico es muy compleja, eso es de sobra conocido, por lo mismo requiere de un sistema de gestión eficiente que, como uno de sus puntos centrales, asegure el financiamiento de los planes y programas específicos. Este año en una consulta ciudadana la municipalidad preguntó respecto de la creación de un fondo para el área histórica de la ciudad. Desconozco los resultados, pero es una muy buena señal que se plantee la idea y sin duda debiera concretarse, al igual que fondos de emergencia que permitirían, por ejemplo, mitigar parte de los efectos de situaciones como la que estamos viviendo en la ciudad.

- El Consejo Regional acaba de aprobar más de mil millones de pesos para la consultoría, diseño y compra del terreno del Palacio Subercaseaux donde se construirá el nuevo archivo histórico de la región. ¿Qué le parece?

- Una excelente noticia, sin duda. Aporta a la regeneración del sector, tratándose además de un caso emblemático de un edificio siniestrado que ha estado más de 10 años en estado ruinoso. Por un lado una ciudad como Valparaíso necesita de un espacio para albergar un archivo histórico. Y por otro lado es una buena señal en cuanto a la coordinación de diversos actores en pro de un objetivo transversal y compartido como es la recuperación del Barrio Puerto. Además, este tipo de intervenciones puede generar un efecto muy positivo en el entorno contribuyendo con su reactivación física, social y económica.

Inmuebles patrimoniales en peligro

- Según un informe de Control Interno de la Municipalidad de Valparaíso del 22 de septiembre, hay inmueble patrimoniales habitados con peligro de derrumbes o siniestros, como el edificio Liberty, que insta a desalojar. ¿Qué opinión le merece esta situación?

- Es un tema muy preocupante. No cabe duda de la vulnerabilidad del patrimonio arquitectónico de parte importante de la ciudad, dada su antigüedad, condiciones del contexto, pero especialmente la falta de mantenimiento periódico de los inmuebles. Es prioritario asegurar la vida e integridad de los residentes, por lo tanto, si existe un riesgo potencial, no puede estar siendo habitado. Una parte del problema es el desconocimiento justamente de ese riego por parte de la comunidad, y la falta de programas integrales de gestión de riesgo de desastres por parte del administrador del Sitio, por el otro. Si bien se está avanzando en algunas iniciativas para la reducción de riesgo, estas deben ser apoyadas e integradas a planes de capacitación con participación de los vecinos. Más allá de la inspección que pueda hacer la municipalidad, apoyada por las universidades, por ejemplo, es fundamental que ellos puedan tener nociones básicas del grado de vulnerabilidad de sus viviendas, así como conocimiento de medidas de prevención que pueden ser muy simples, pero que hoy son desconocidas y que pueden reducir ostensiblemente el riesgo potencial frente a una amenaza determinada.

- ¿Cuáles son sus expectativas en torno a la evolución de la conservación y protección del patrimonio porteño?

- La expectativa es la recuperación de la ciudad a partir de un plan integral y participativo que priorice aspectos sociales y económicos, además de los físicos. Para ello, como lo he remarcado, creo fundamental fortalecer el sistema de gestión del área histórica, incluido el Sitio y su zona de amortiguación. Esto generará además un impacto positivo en las zonas aledañas porque una gestión eficiente de un área, o incluso de un edificio patrimonial, se entiende en un marco más amplio. Hoy se apunta a una gestión sustentable de los Sitios patrimoniales, con una fuerte participación de la comunidad, y con una gobernanza que integra a todos los grupos de interés, con financiamientos compartido, todo lo cual hace realidad la visión de que el patrimonio es compartido por una comunidad, que se ve asimismo beneficiada de ello. La valoración y consiguiente preservación del patrimonio que hoy está en crisis se ve reafirmada con este enfoque participativo que da cabida a grupos menos visibilizados que tienen un fuerte arraigo a la ciudad y son parte importante de su identidad. Hacia ese modelo debiera avanzarse, donde se integran procesos que, de manera conjunta y planificada, generan resultados y mejoras. Y para debatir al respecto ICOMOS Chile está disponible como uno de los actores que integra la comunidad porteña. 2

Hoy se apunta a una gestión sustentable de los Sitios patrimoniales, con una fuerte participación y una gobernanza que integra a todos los grupos de interés, con financiamiento compartido, lo cual hace realidad la visión de que el patrimonio es compartido por una comunidad".

En Valparaíso sigue pendiente la definición de un sistema de gestión, con gobernanza, planificación, financiamiento (...) En el caso de los centros históricos, dada su complejidad, es fundamental contar con sistemas de gestión que se adapten a la naturaleza dinámica de una ciudad viva".

Por un lado tenemos la crisis de significación de un patrimonio 'tradicional' (...), lo cual debe ser atendido. Pero también se observa una falta de tolerancia que puede tener muchas explicaciones, pero que está destruyendo una parte de nuestra historia material y eso no puede ser admitido".

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"EL PROBLEMA ES QUE LA CIUDAD CARECE DE UN SISTEMA DE GESTIÓN ADECUADO"

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-15 años después del crédito BID 2005 y el aporte del Estado que totalizó US$73 millones para la recuperación patrimonial del Puerto, ¿cómo evalúa la gestión del Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso a que dio lugar? - Creo que a través de este programa se desarrollaron iniciativas y proyectos muy importantes. El saldo es positivo principalmente si nos enfocamos en obras de infraestructura, con mejoramiento de espacios públicos, así como la recuperación de ciertos inmuebles emblemáticos, o iniciativas relacionadas con la participación ciudadana, el medio ambiente. El punto débil estuvo, en mi opinión, en no concretar un plan integral de manejo para el sitio o un modelo de gestión. Si bien se avanzó en generar diagnóstico y ciertas propuestas, no se llegó a diseñar un plan que asegurara, entre otras cosas, cómo este mismo legado iba a sustentarse en el tiempo. - El entonces alcalde Aldo Cornejo declaró entonces: "Valparaíso va a ser distinto, de eso no tengo ninguna duda". ¿El PRDUV cumplió su cometido? -Insisto en que en general, el programa cumplió. El problema es que la ciudad no cuenta con un sistema de gestión adecuado que sustente su preservación en el tiempo, y ese aspecto también estaba considerado como parte de este programa. Y mientras eso no se resuelva los programas -y proyectos asociados- pueden funcionar en sí mismos, pero no quedan articulados dentro de un plan macro que los integre a programas a más largo plazo, o sea, como parte un proceso. Este sería el caso. Por ejemplo, ¿quién asegura el mantenimiento de las intervenciones que se realizaron con los fondos BID? Robustecer la gestión del Sito es la gran tarea pendiente, si no los proyectos difícilmente se sustentan en el tiempo. Este es un tema que, si bien es un requerimiento, se tiende a subestimar en los procesos de postulación a nominaciones de nuevos Sitios, donde se presentan 'proyectos' de planes o sistemas de gestión, que no están implementados o no son técnica o económicamente viables, y a la larga no podrán cumplir el propósito que persigue su inclusión. 2