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Modernización al servicio de la astronomía: el Bochum

A casi dos años de su inauguración, el famoso telescopio instalado en Calle Larga se encuentra en pleno proceso de renovación. Doctora del IFA-UV explica los pasos de esta actualización y enfatiza la importancia académica y ciudadana que tiene para la región.
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Con casi dos años de operatividad en la región, el telescopio Bochum, que forma parte del Observatorio Astronómico del Instituto de Física y astronomía (IFA) de la Universidad de Valparaíso (UV), se encuentra en pleno proceso de renovación, lo que significaría un gran avance para el campo de la astronomía local, tanto a nivel científico como aficionado.

El artefacto, emplazado en los jardines del Centro Cultural Pedro Aguirre Cerda de la localidad de Pocuro, en la comuna de Calle Larga, no sólo es el más grande la región, sino que además se trata del primero de tipo gratuito a nivel nacional. Esto se logró gracias a un convenio entre la casa de estudios y el municipio local. Además, según indican desde la UV "representa un importante impulso para la investigación, la docencia y la difusión de la astronomía para el país".

Cabe mencionar que el telescopio Bochum, inaugurado en noviembre de 2018, es parte un plan mayor, que contempla la construcción de un observatorio en el mismo sector de Pocuro que, como explica la académica del IFA y doctora en Astronomía del Institute of Astronomy, KU Leuven, Bélgica, Maja Vuckovic, fue elegido "porque según un estudio meteorológico hecho por nuestro académico Omar Cuevas, basado en las últimas 3 décadas, hay cerca de 270 noches despejadas por año".

En lo que respecta a la instalación misma del actual telescopio, Vuckovic detalla que "la UV recibió la donación de un telescopio tipo Cassegrain de Boller & Chivens de 61 cm de diámetro, por parte de Instituto Astronómico de la Universidad Bochum, Alemania en junio 2014. El viaje de este telescopio empezó en enero de 2016 cuando fue trasladado desde el observatorio La Silla, Coquimbo, a Pocuro donde la Municipalidad Calle Larga había construido una 'casa para el telescopio'. Cabe destacar que el equipo tenía que instalarse de nuevo, junto con su óptica (los espejos) y la cúpula original. La mecánica del telescopio y su montaje era de buena calidad, sin embargo la electrónica era antigua y básicamente no compatible con la tecnología actual".

Proceso de modernización

La académica explica que la renovación del Bochum consta de "varias etapas", aunque de momento se han realizado dos. La primera, y que según Vuckovic la más importante, fue la de instalar "un sistema moderno de manejo del telescopio que permite observaciones presenciales, en el mismo observatorio Pocuro, y también vistas a control remoto, es decir desde nuestras oficinas y/o salas de clases", todo desde el mismo IFA-UV o, incluso, desde cualquier parte del mundo.

Esto significaba, de acuerdo con la doctora en Astronomía, cambiar todo el hardware y software dentro del telescopio e instalar la nueva electrónica y tecnología avanzada, incluyendo la rotación automática de la cúpula. "Esto tal vez suena fácil, incluso alguien puede pensar que es como cambiar el hard disk y actualizar su notebook, pero en realidad no es así", remarca la científica.

"Telescopios modernos necesitan instrumentos modernos, que sirven como los detectores de la luz que capta el telescopio. Para la primera etapa del uso del telescopio Bochum, que sería la fotometría de los astros en la banda óptica (o sea luz visible), adquirimos una cámara 'charged coupled device' moderna (CCD, por sus siglas en inglés) con buenas características para observaciones junto con el filtro de ruedas que nos permite obtener imágenes de distintos 'colores'", agrega Vuckovic.

Sobre esto último, la docente del IFA-UV refiere que "nosotros ya sabíamos que este telescopio es muy antiguo, pero tenía una óptica muy buena, porque era alemana. Pero el sistema de hardware y software databa de los años 60'. Entonces, para que pudiera usarse como un telescopio moderno -porque queremos usarlo para proyectos de investigación y divulgación-, necesitamos cambiar todo por dentro. Es algo muy delicado porque este telescopio es viejo, tiene más años que yo, fue instalado en Chile en 1968. Es como un robot muy viejo que hay que desarmar y armar de nuevo".

La siguiente etapa del proceso, que es en la cual se encuentran actualmente, es la de añadir otro detector, además de la ya mencionada cámara CCD, para lograr observaciones espectroscópicas "y así complementar y ampliar los logros científicos que nos permitiría alcanzar el telescopio Bochum", puntualiza la científica.

Eso sí, Vuckovic sincera que si bien el telescopio fue inaugurado hace dos años "ahora tenemos un hueco, porque todavía no funciona. Este trabajo de modernización era parte por parte, y nos pilló, primero, cuando estábamos por terminar, el estallido social y luego la pandemia. Ahora estamos en stand by, básicamente, al finalizar esta modernización para usar este telescopio (…).Pero bueno, si hubiésemos terminado a tiempo como queríamos estos trabajos, aunque estuviéramos en cuarentena y aislados, podríamos haber tenido observaciones".

Importancia para el mundo científico

Así y todo, y al margen de la tecnología implementada para la renovación del telescopio, Vuckovic resalta que "lo más lindo de este proyecto es la colaboración entre la comuna de Calle Larga y la UV. Por un lado, el intercambio del conocimiento científico entre los y las académicos/as y estudiantes con la comunidad predominantemente agrícola y una ventana hacia el universo que se abre para cada uno de los habitantes de la zona. Por otro lado, el aporte que ha dado la comuna para poder llevar a cabo este proyecto hace un enlace muy fuerte ente una Universidad pública y el pueblo que ojalá se nutra por muchos años más".

La académica cuenta que los astrónomos profesionales que laboran en casas de estudio en Chile tienen, en principio, acceso a un 10% del tiempo de muestreo en todos los observatorios internacionales instalados en suelo nacional, por el solo hecho de que el país es el anfitrión de estas actividades. "Este acceso, por otro lado, es competitivo y solo posible para astrónomos experimentados en las técnicas modernas de observación astronómica", añade.

En esta misma línea, Vuckovic sostiene que las instituciones de educación superior que cuentan con programas de pre y postgrado de astronomía "deberían entrenar a sus estudiantes en estas técnicas, ofreciendo lugares apropiados de práctica (telescopios equipados con instrumentos y detectores modernos). Así surge la necesidad de un observatorio propio de docencia para la Universidad de Valparaíso. En realidad, una de las deficiencias mayores en todas las carreras mencionadas es la falta de un observatorio astronómico propio".

La científica pone énfasis en que una de las principales deficiencias en las carreras afines al IFA "es la falta de un observatorio astronómico propio", asegurando que "el acceso directo a un observatorio profesional es indispensable para que estudiantes puedan ganar experiencias propias en la fotometría y espectroscopia profesional actual, como actividades suplementarias en los cursos de pregrado y postgrado".

La importancia de esto, según la astrónoma, es que alumnos de los distintos programas que contempla el IFA tendrían la chance de utilizar el telescopio Bochum dentro de sus mismas asignaturas y de diferentes maneras, ya sea para aprender cómo funciona un aparato de estas características desde el inicio de su formación, como para comenzar a usarlo con sus detectores, observar los astros, y reducir y analizar datos.

"Además, los estudiantes podrían participar en proyectos de investigación en astronomía observacional, motivándolos ya en etapas tempranas de su formación al quehacer de un científico. Esto aumentará aún más el atractivo de nuestros programas de estudio a nivel nacional como internacional", remarca Vuckovic.

Pero eso no es todo, ya que la académica afirma que existen otras "razones de peso" para usar telescopios pequeños con tecnología moderna en proyectos de investigación. "Hace unas décadas existían varios telescopios pequeños en los observatorios del Cerro Tololo y La Silla que, paulatinamente, fueron puestos fuera de servicio para ahorrar costos. Sin embargo, para muchos proyectos científicos no se requieren telescopios grandes, con diámetros entre 4 y 8 metros, que están asignados típicamente por unas pocas horas a un programa determinado", subraya.

"Para estudiar, por ejemplo, estrellas variables, cúmulos estelares o 'targets of opportunity' que surgen repentinamente (supernovas, asteroides, cometas, entre otros) se necesita un acceso rápido, flexible, directo y frecuente a una estación de observación astronómica, lo que se pretende con nuestro proyecto. Por ello la idea de este proyecto no es el de entablar algún tipo de competencia con los grandes observatorios internacionales, sino el de ser un suplemento ideal, facilitando ejecutar ciencia, algo que no podemos hacer con los observatorios internacionales", enfatiza la doctora Vuckovic. 2

Lo más lindo de este proyecto es (...) el intercambio del conocimiento científico entre académicos y estudiantes con la comunidad".

Nicolás Reyes Acevedo

reportajes@mercuriovalpo.cl

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