(viene de la página anterior)
Del binominal cambiamos al proporcional modificado y vemos que en el Congreso hay legisladores que obtuvieron 1% ó 2% de las preferencias. Aquí hubo gente que salió con mil y tantos votos mientras se perdía otra candidata con 26 mil sufragios. Entonces, el sistema dejó de ser representativo de la voluntad popular".
Plantea asimismo que "hay una estructura de poder que se mantiene en su tema con un alejamiento de la ciudadanía, que de repente estalló y lo hizo en dos versiones: una gran manifestación popular y la explosión delictual que produjo un desastre, atacó las estaciones del Metro, los supermercados, y a quién le afecta eso? A la gente de menores recursos, sin ninguna duda. Produce un daño social que a todos les hizo decir basta, tenemos un Ejecutivo que no ha logrado frenar esto, aunque ha hecho cambios -como que teníamos al principio 18 ministerios y ahora son 24-, pero no se le ha dado satisfacción a la gente ni en sus necesidades, ni en la sensación de justicia y de control de la delincuencia, que es fundamental, ni en la efectividad o representatividad que el Congreso debiera dar para interpretar los intereses ciudadanos".
"fallamos en administración de los recursos"
- Para muchos este pronunciamiento implica también un rechazo al modelo económico y a la figura del Estado subsidiario, que derivó en la desprotección y el malestar de un núcleo importante de la población.
- Tengo mis reservas al respecto. Yo sé que hay un debate interesante, pero creo que aspiramos a un país donde haya orden, que sea seguro, tanto en sus fronteras como en el interior, donde podamos realizar las actividades y proyectos que decidamos efectuar, sea poner una pastelería o manejar taxis. El Estado subsidiario implica un respeto a esa libertad que tienen los habitantes de un territorio de tener la iniciativa y llevar adelante sus proyectos sin la competencia del Estado. Distinto es que el Estado tenga un rol de fiscalización y control, y que en las áreas donde no exista interés de los individuos, intervenga para ofrecer el servicio, entregar la educación que corresponde. Ese concepto no es algo que me violente. Para mí el Estado debe ser fiscalizador, controlador, entregar servicios en algunas áreas donde no exista otra opción, y subsanar las falencias que se van dando para que todos tengamos igualdad de oportunidades.
- ¿Pero el resultado del plebiscito no es un cuestionamiento al modelo económico vigente?
- Yo creo que no, no es lo esencial, es un rechazo a la insatisfacción de las necesidades de la gente. El modelo económico ha hecho que este país sea más rico de lo que era antes. Y lo que quiere decir el resultado del plebiscito es que la distribución de esa riqueza, la efectividad y eficiencia con la que el Estado la manejó, no fue la que la gente esperaba: no llegó ni con la salud, ni con la educación, ni con las pensiones. Ojalá tengamos la capacidad de mantener un sistema en donde se exija el respeto a la libertad. Y que el esfuerzo, si me lo he ganado, sea compensado adecuadamente. La economía social de mercado ha tenido buenos resultados en lo referente al enriquecimiento del país. Y donde hemos fallado, es en la administración de esos recursos.
- ¿Qué responsabilidad le cabe al Gobierno en el resultado del 25 de octubre? Según la diputada Camila Flores le faltó "grandeza y valentía". ¿Qué opina usted?
- Cuando llegamos a esto del plebiscito, me habría atrevido a decir algo parecido a lo que señaló la diputada Camila "la buena", como le dicen por ahí. La verdad de las cosas es que se alcanzó el acuerdo del plebiscito en una situación dramática, cuando todo estaba algo desbordado y la seguridad interior era un desastre. Entonces se llegó a la opción de que a lo mejor con un cambio drástico se le podía dar salida, y caímos al plebiscito. Fue una fórmula en la que la clase política cayó para salvarse a sí misma. Este plebiscito no estaba en las inquietudes ni en las aspiraciones ciudadanas. Fue una medida inteligente para salvar una situación política.
Explosión social y acumulación de molestias
- Carlos Peña se pregunta por qué un electorado que hace menos de tres años eligió a un gobierno de derecha, hoy le da la espalda. Cree que probablemente se desilusionó y no encontró satisfacción donde esperaba encontrarla.
-Estoy totalmente de acuerdo. En una sociedad que va progresando, llega un momento en que se produce una insatisfacción por pensar o creer que no estás logrando los beneficios que ese progreso debiera otorgar. Quieres un auto y una casa más grandes, vas entrando en una dinámica en la cual, aunque el sistema vaya progresando, deja la sensación de insatisfacción. Eso es acumulativo. Y la explosión social fue producto de esa acumulación de molestias, de dolores, injusticias. Esa es mi visión. El 17 de octubre del año pasado no me hubiese imaginado nunca que al día siguiente se iba a comenzar a producir una hecatombe como la que se produjo, y que llevó a todo lo que hemos visto, incluido este proceso por una nueva Constitución. Es consecuencia de un malestar acumulado.
- ¿No cree que había señales de lo que iba a ocurrir?
- Siempre se habla de que "faltó la inteligencia". Pero estábamos recibiendo señales, como las de La Araucanía, donde la violencia, con una intensidad brutal, se ha ido incrementando desde los años 90. ¿Cuántos grupos de trabajo y de análisis, con obispos a la cabeza, se han hecho en la zona? ¿Y qué ha pasado, aparte de comprar tierras rebajadas en los precios? También estaban las señales del Instituto Nacional, y no se hizo nada. Había una situación que fue complicándose hasta que estalló.
Castigo a la política y al parlamento
- Una interpretación transversal al resultado del plebiscito es que el país también castigó a los parlamentarios al desechar mayoritariamente la participación de legisladores en la elaboración de la nueva Constitución.
- Ese es un punto definitivo, lo que la gente dijo fue que quería una nueva Constitución, sin comisión mixta, porque no quiere a nadie que venga del proceso actual. Y se va a jugar una carta que para ella es lo más importante: gente nueva. En todas las encuestas el Congreso es mal evaluado, está en el fondo, y eso quiere decir que no fuimos capaces de leer este mensaje y menos de resolver los problemas reales de la gente. Entonces, tenemos lo que tenemos, una expresión popular muy potente, que pocos esperaban. Yo no esperaba un 80/20, la verdad es que creía que iba a ganar el Apruebo, pero no con esa diferencia. Y el segundo punto, la fórmula de la convención mixta sacó aún menos votos que el Rechazo. ¿Y qué indica esto? Que la gente no quiere más con los políticos actuales. No quiere al Congreso, a sus parlamentarios, ni siquiera metidos en la convención mixta.
-Eso también es un claro mensaje al mundo político en el sentido que en las elecciones para la convención constitucional las listas deben abrirse en forma importante a independientes y gente de la sociedad civil.
- Es fundamental, ¿pero cómo hacemos eso? Hasta el momento la mayor cantidad de postulantes a convencionales serán asociados a un partido político, porque hacerlo como independiente es casi imposible. Entonces serán los partidos los que tendrán la potestad de incorporar a gente no militante. Deberían hacerlo, el desafío que tienen es darle una señal a la gente. Ojalá sean representativos. Necesitamos gente jurista importante, constitucionalistas, pero también otro tipo de gente. La Constitución tiene que ser expresión de la "casa común", para todos, no solo para los constitucionalistas.
- ¿Qué le parece la idea de Marco Enríquez-Ominami en el sentido de que "el Congreso actual debería auto disolverse cuando se inicie la convención constitucional"? ¿El Parlamento debería inhibir su función legislativa?
- Es una locura. Bueno, él es capaz de dar juicios de esa naturaleza, pero ciertamente no obedece a ningún criterio serio ni lógico. El país debe seguir siendo conducido para que se instale esta convención y pueda funcionar tranquila, libre y serena, haciendo buenas propuestas. No mezclemos las cosas y recordemos lo que pasó en Venezuela, donde la constituyente reemplazó al Congreso. La gente dijo que quiere una nueva Constitución y que en su elaboración no participen parlamentarios. Eso debería llevarlos a darle una respuesta a la gente, garantías de tranquilidad y satisfacción.
Llevar las mejores cartas posibles
- ¿Cree que la centro derecha debe enfrentar la elección de constituyentes en un solo bloque, incluido el Partido Republicano de José Antonio Kast?
- Tanto la derecha como la izquierda deben ser capaces de leer el mensaje y el mandato de la gente, un mandato que no se puede deformar. Hay que llevar las mejores cartas posibles para que el documento que salga sea bueno para el país en los próximos 10, 20 ó 30 años. Ese es el desafío, buscar gente buena que sea capaz de unirse para alcanzar el mejor objetivo. Esto les corresponde a los partidos. Es lógico entonces que la centro derecha agrupe lo mejor que tiene. Si no lo hace, comete las mismas torpezas de hace mucho tiempo, encerrarse en sus cúpulas de poder y no escuchar.
- ¿Qué espera usted de este proceso de cambio constitucional?
- Confío en el Señor que en este país que ha tenido momentos ejemplares, que es un país serio, bastante más honesto que en otras partes, la clase política, la clase dirigente, reciba, acoja, entienda e interpete esta sorpresa que le dio la ciudadanía y sea capaz de poner la mejor gente a hacer este trabajo, con la garantía del Gobierno de que van a estar dadas las condiciones para que se realice de la mejor forma. Eso es lo que yo espero. Si no se hace eso, vamos a ir de mal en peor. 2
La explosión social fue producto de una acumulación de molestias, de dolores, de injusticias. Esa es mi visión. El 17 de octubre del año pasado no me hubiese imaginado nunca que al día siguiente se iba a comenzar a producir una hecatombe como la que se produjo, y que llevó a todo lo que hemos visto".
La sensación de la gente
es que no hay justicia; que el Poder Legislativo es casi un circo y el Ejecutivo no ha sido capaz de satisfacer las necesidades que están expresadas claramente en pensiones, educación, vivienda. Eso no se ha cumplido ni se ha satisfecho".
"
"
"