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El turismo ante la previsible baja de visitantes argentinos

La incertidumbre sobre reapertura de fronteras se suma a la dura crisis económica y sanitaria que se vive al otro lado de la cordillera, y genera preocupación en el rubro. La industria pone sus fichas en viajeros regionales y nacionales para levantar la actividad.
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No han sido tiempos fáciles para el turismo en Chile, especialmente a nivel local. Durante el periodo octubre-noviembre y los meses venideros del estallido social, la destrucción y quema de distintos puntos de Valparaíso y Viña del Mar golpearon fuertemente al rubro, convirtiendo algunas zonas prácticamente en pueblos fantasmas y alejando visitantes, teniendo como uno de sus símbolos la destrucción del Hotel O'Higgins, en plena realización del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.

A lo anterior, habría que sumar el efecto que la pandemia ha tenido en hoteles y restaurantes, varios cerrados o con funcionamiento reducido durante por casi ocho meses en algunas de comunas de la región. Basta con recordar un reportaje publicado en este medio el 13 de septiembre, donde restauranteros de la zona daban cuenta del pésimo panorama que estaban viviendo, manteniendo sus negocios a flote sólo con ventas por delivery y sus propios ahorros.

Ahora, con el paso de Viña y el Puerto a fase 3, se abre una luz de esperanza para todo el aparataje turístico, que espera comenzar a repuntar sus números en los próximos meses. De todas formas, están conscientes que la época estival no será como en los años previos al estallido social, no sólo por la pandemia, sino también por la previsible caída en la afluencia de los principales visitantes extranjeros que llegan a la zona: los argentinos.

Al cierre de las fronteras, que rige al menos hasta ahora, se suma el complicado escenario económico y sanitario del otro lado de la cordillera, que habla por sí solo: una pobreza que llega al 40; una inflación de 36,6%; el nuevo tributo al máximo de US$200 que puede comprar cada persona por mes y el impuesto País, equivalente al 30% en pesos del monto de divisa estadounidense que se adquiera, y una crisis sanitaria que ha cobrado más de 32 mil vidas. Todo esto hace prever que el número de trasandinos que llegue a disfrutar de playas de Reñaca -uno de sus principales destinos-, será mínimo.

Caída sostenida

De acuerdo con el director regional del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), Marcelo Vidal, el número de argentinos que visita la región ha venido experimentando una importante baja desde 2017, cuando se marcó un récord histórico respecto del ingreso de turistas por el paso fronterizo Los Libertadores, con 216 mil personas en enero y 181 mil en febrero. "De ellos, el 90% fueron argentinos; desde ese peak comenzó un descenso. Hay que recordar que ese año se generó el llamado "turismo de compras", que debido al tipo de cambio beneficiaba a los argentinos, permitiendo visitar nuestra región y realizar compras", sostiene.

Vidal agrega que este año ingresaron por el mismo paso 79 mil extranjeros en enero y 73 mil en febrero, "pero esta baja no se generó de un momento a otro, sino que fue un proceso paulatino, en que el afectó la situación interna del país trasandino". Por lo mismo, dice que la temporada estival "es bastante incierta", tanto por la pandemia como por el panorama económico que viven en Argentina, teniendo como principales afectas a comunas costeras.

La vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), Helen Kouyoumdjian, entrega más datos que dan cuenta del magro panorama del rubro en lo que va de 2020: por ejemplo, el número de argentinos que ingresó al país hasta septiembre fue de 412.076, lo que significa una importante baja del 64,1% respecto de igual periodo del año pasado y que se explicaría "principalmente por el estallido de violencia y por la pandemia, que obligó al cierre de fronteras en marzo pasado".

En cuanto al aporte de los turistas trasandinos que entraron al país en el primer trimestre de este año, Kouyoumdjian indica que este fue de US$92 millones. "Si se considera aquellos que ingresaron por el paso terrestre Los Libertadores y que pudieron ir a la costa de la zona central, el aporte de los visitantes entre enero y marzo alcanzó 28.5 millones de dólares", agrega.

"Considerando que las fronteras de nuestro país se mantienen cerradas a los turistas extranjeros, la posibilidad de remontar estas cifras en los dos meses del año que quedan es muy complejo. Situación que es igual de complicada para la región de Valparaíso, que en este período del año comienza a recibir a muchos visitantes trasandinos, especialmente las comunas de Valparaíso, Viña del Mar y Concón", remarca la representante de Fedetur.

Quienes han logrado sortear este complejo escenario, lo han hecho con mucha dificultad, pero con esfuerzo".

Nicolás Reyes Acevedo

reportajes@mercurio valpo.cl

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