Mirada optimista al futuro portuario
Ejecutivo de TPS destaca las potencialidades de Valparaíso, pero alerta sobre necesidades para la expansión del terminal. Ánimo positivo pese a que la transferencia de carga ha caído en un 15%, lo cual, sin embargo, no parece frenar el interés de TPS por continuar en Valparaíso más allá de los 10 años que le restan de concesión para operar el Terminal 1.
El gerente general del Terminal Pacífico Sur (TPS), Oliver Weinreich, pone una nota de optimismo y esperanza en medio del panorama sombrío que parece cubrir a Valparaíso. Sus declaraciones a este Diario son expresión concreta de confianza, tanto por la posibilidad de desarrollo mirando al futuro como por el nuevo clima de diálogo que advierte en los Consejos Ciudad Puerto, donde "se dan opiniones y se escucha para encontrar consensos. Veo que tanto la ciudad como la industria están viendo la necesidad de hacerlo en conjunto y para allá estamos avanzando".
Ánimo positivo pese a que la transferencia de carga ha caído en un 15%, lo cual, sin embargo, no parece frenar el interés de TPS por continuar en Valparaíso más allá de los 10 años que le restan con la actual concesión para operar el Terminal Uno.
"Queremos seguir, afirma, pero habrá que ver cómo se desarrolla el modelo de licitación que vendrá después, alrededor de 2025, y allí se estima que va a estar claro el proceso por el cual se continuaría el Terminal Dos y eventualmente en el Terminal Uno también".
En esa línea positiva, Weinreich destaca las ventajas de Valparaíso en medio de los agresivos cambios de las condiciones costeras: "Es la bahía más protegida de la zona central. La península de Playa Ancha es la que nos protege de las olas que azotan toda la costa chilena, Entonces, rara vez hay olas grandes. Esta bahía es fabulosa y el molo nos da una protección adicional, así no tenemos prácticamente cierres por olas, vientos o condiciones marinas en general". Y ahí está la diferencia con otros puertos, caso de San Antonio que señala el ejecutivo.
Pero Valparaíso no puede quedarse con sus ventajas actuales. Debe avanzar competitivamente mirando las nuevas realidades, tanto en el frente marítimo como en los accesos al hinterland.
Destaca Weinreich como alternativa de expansión el sector San Mateo, más allá del molo, para generar un área de acopio de contenedores donde, eventualmente, se puede diseñar un futuro muelle. Además, hay interés en un proyecto en el sector Barón en que la Empresa Puerto Valparaíso (EPV), estatal, ha trabajado con el Gobierno, donde, opina, tendría que haber un área multiuso para apoyar al puerto.
Recuerda también el ejecutivo portuario la importancia del enlace ferroviario, de bajísima utilización en Valparaíso, alternativa con gran capacidad de carga, que requeriría una estación intermodal. Pero la expansión de esa modalidad está condicionada por EFE a la ejecución del Terminal Dos.
Las declaraciones del ejecutivo de la importante empresa privada TPS ponen de manifiesto ventajas comparativas de Valparaíso y, más que todo, un envidiable ánimo de confianza en la potencialidad del viejo puerto que, pese a la pandemia, la incertidumbre política y los intentos de muchos, es duro de matar.