Cartas
Baja participación I
Luego de una bajísima participación ciudadana, es evidente que las elecciones primarias legales, una vez más, han sido un fracaso. Siendo así, ¿se justifica el costo que le significa al Estado? Se trata de elecciones políticas, hechas por políticos y para elegir a sus propios representantes. Un asunto que, dada la débil imagen ciudadana que poseen los partidos, se hace evidente que, al menos para elecciones regionales y comunales, se hace mucho más lógico buscar un camino diferente para designar candidatos y evitar mover a todo el aparato del Servel para una elección con tan poca representatividad. Demás está decir que nuevamente quedan al debe los partidos políticos en lo que a participación ciudadana se refiere y a la promoción de una equidad de género entre sus candidatos.
Felipe Vergara Analista político U. Andrés Bello
Baja participación II
Sin lugar a ninguna duda, los números no mienten, porque cuando son aproximadamente 14.470.000 los chilenos habilitados para votar y solo votan poco más de 418.000, alrededor del 2,8% del padrón, simplemente es la confirmación del paupérrimo grado de confianza que tienen los chilenos en la Familia Política & Asociados, algo que desde hace largo rato vienen mostrando las encuestas. Pero muchos dirán ¿y qué pasó en el plebiscito? Esa es otra cueca.
No deben olvidar, por ejemplo, que la ciudadanía por amplia mayoría decidió hacer una nueva Constitución, sin la participación de la Familia Política & Asociados, pero igual hoy sus miembros se están disfrazando de independientes, o sea, una vez más, entre sus dichos (promesas) y hechos, sigue habiendo un tremendo trecho.
Tarea para los electores será analizar en detalle a los candidatos antes de decidir su voto. Hacer un FODA puede ayudarlos para que vean las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de cada uno.
Luis Enrique Soler Milla
Declaraciones
Me resultaron desafortunadas las primeras declaraciones de la recién electa candidata a alcaldesa por Viña del Mar en representación del Frente Amplio, doña Macarena Ripamonti. Eso de "los desafíos de 16 años de abandono son tan grandes…" me resulta de los políticos de siempre, para quienes todo lo que sea anterior a ellos y de otro sector político es execrable. Creo se ha dejado llevar por el enceguecedor entusiasmo de un triunfo inicial.
Toda administración tiene luces y sombras, pero afirmar que la ciudad ha estado, como declara la nueva candidata, en "16 años de un gran abandono" es no reconocer en nada el esfuerzo y los logros de la actual alcaldesa y su equipo de trabajo en favor de Viña del Mar, sus cerros y su gente que la han reelegido reiteradamente; y adoptar una actitud mesiánica, típica de los políticos tradicionales.
Ante tan injusto planteamiento y culminando ya su mandato, mi saludo y respeto a Virginia Reginato y a quienes la han acompañado en el gobierno comunal, felicitándola por el empeño puesto estos años en el progreso de nuestra ciudad.
Francisco Bartolucci Johnston
Dr. Aníbal Scarella
¿Qué nos pasa a los chilenos con la memoria histórica? ¿Por qué el prurito de cambiar el nombre de calles, plazas y otros recintos dado en homenaje a personajes históricos? ¿Acaso queremos borrar la historia, que es lo que hace grande a los pueblos? Muchos hombres y mujeres notables ha tenido la región y nos hace bien recordarlos en tantos lugares públicos de la ciudad, hasta en los hospitales, que llevan nombres de distinguidos médicos y de generosos donantes para la ciudad.
Valparaíso tiene una pléyade de hombres y mujeres que siempre debemos recordar. Entre ellos, un gran médico, querido y admirado por generaciones de familias que nacieron a este mundo por sus manos en la maternidad del Hospital Fricke. Me refiero al Dr. Aníbal Scarella Calandroni, cuyo nombre por años acompañó esta maternidad.
Espero que el hermoso y nuevo edificio del hospital no borre el nombre de quienes se lo ganaron por su trabajo, su ejemplo y su vida. Es solo un cambio de casa. Se podrá derrumbar el viejo edificio, pero nunca se podrá derribar la memoria de quienes lo construyeron con su vida entre los diversos espacios al servicio de la gente... Ah, y de los más pobres, a quienes el Dr. Scarella atendía con cariño y muchas veces gratis. No perdamos más memoria y cuidemos a quienes nos cuidaron.
P. Enrique Opaso Valdivieso
Delincuencia en Los Almendros
Desde hace un par de semanas, en el sector de Los Almendros de Reñaca, los vecinos hemos sido testigos del aumento de actos delictivos. Esto coincide con el corte hace un tiempo por arreglos de la calle Bulnes, que aísla las vías de comunicación y se suma la poca presencia de patrullas policiales.
Es de esperar que la autoridad tome cartas en el asunto y no tengamos víctimas fatales que lamentar.
Alberto Vargas
Procedimiento policial
Deseo dar a conocer mis agradecimientos a Carabineros, especialmente aquellos de la Primera Comisaría de Viña del Mar, respecto de su desempeño en un procedimiento adoptado con ocasión de un robo (no celular) del cual fui víctima, el viernes 27 noviembre, a las 13.30 horas, en la terraza de una cafetería de la avenida Libertad de una conocida cadena internacional.
La acción delictiva fue resuelta, policialmente, con celeridad, eficiencia y eficacia por los funcionarios policiales, siendo una muestra de vocación de servicio público en su más genuino sentido.
Alex Pérez de Tudela Vega
Retiro de fondos
Algunos parlamentarios, para justificar el segundo retiro de los fondos de pensión, han dicho que el esfuerzo del Gobierno ha sido insuficiente. Y la verdad es que siempre lo será: no importa que los recursos que se han destinado a esta emergencia sean equivalentes al 8,4% de nuestro PIB, cifra que a juicio del Banco Mundial es la más grande de la región y equivale a los porcentajes que han destinado a la pandemia países como Alemania y Austria.
La ayuda nunca será suficiente porque el Gobierno nunca será capaz de reemplazar la capacidad que tienen las personas de generar bienestar. No olvidemos que aunque en ocasiones existen personas que pueden vivir a costa del Gobierno, es el Gobierno el que siempre vive a costa de las personas.
Juan L. Lagos Fundación para el Progreso