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Afp deben reducir paulatinamente recursos que administran

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"Creo que las propuestas son absolutamente pertinentes. En el año 2018, la bancada de senadores del PS realizó una propuesta, que el partido ha hecho suya. En ella se plantea un nuevo sistema de pensiones. La idea del PS se basa en crear un sistema de carácter mixto que mezcle los elementos vinculados con el incentivo al ahorro, pero enmarcados en un esquema de derechos a la seguridad social.

La propuesta del partido tiene cuatro pilares: el pilar básico solidario, pilar de capitalización individual, pilar de ahorro voluntario y el nuevo pilar de capitalización colectivo solidario. Se asume sobre ciertos montos la capitalización individual, pero que busca elevar la pensión básica solidaria, elevar el monto que se financia con recursos públicos y generar un sistema de carácter más integral colectivo para efectos de lo contributivo.

Con ello se busca incentivar los esfuerzos de ahorro en la población de los primeros tramos de ingreso. Con este cambio se pretende beneficiar con una "pensión ciudadana" al 80% de las familias. A eso se sumará un subsidio adicional que se financiará con los aportes contributivos del Estado, empleadores y los recursos acumulados en el Fondo de Pensiones Solidario.

Junto con esto, el proyecto del PS persigue modificar la regulación del sistema de AFP para hacerlo más estricto. Para eso el plan es presentar un proyecto de ley que prohíba, entre otras cosas, la declaración y no pago de las cotizaciones. Además, se fortalecerá la orientación para los cotizantes y se promoverá la educación previsional.

Los 210 mil millones de dólares aproximadamente de fondos de pensiones, sin perjuicio de revisar que se compra en instrumentos en los mercados bursátiles, deberían destinarse a construir viviendas, carreteras, obras de regadío o embalses, infraestructura sanitaria, por ejemplo. Por lo que este proyecto que plantea un cambio de propiedad de los actuales fondos, es parcial, y creo que se debe discutir en el marco de medidas de cambio profundo no solo en el origen de las fuentes que aportan a la futura pensión, sino también en torno a la administración, que debería ser pública en complemento con la actual administración privada que se pueda hacer de los fondos de los sectores de mayores ingresos.

Las AFP deben paulatinamente reducir el flujo de cotizaciones que administran, para espero, desaparecer o ser marginales en el sistema; los afiliados seguirán siendo dueños de sus aportes individuales y los fondos de pensiones del Pilar Solidario serán fundamentales para sostener el sistema de seguridad social". 2

La idea es un sistema mixto que mezcle los elementos de incentivo al ahorro, pero enmarcados en esquema de derechos a seguridad social".

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El proyecto es atentatorio a la institucionalidad actual

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"Respecto a la pertinencia de un proyecto de ley que busca derogar el actual Decreto Ley 3.500, estableciendo un nuevo sistema de seguridad social, lo primero que debe decirse es que dicha moción viola el actual artículo 65 de la Constitución Política de la República de Chile, el cual indica expresamente que son iniciativas exclusivas del Presidente de la Nación, establecer o modificar las normas sobre seguridad social o que incidan en ella, tanto del sector público como del sector privado. Así las cosas, analizar la pertinencia de un proyecto de ley que busca desconocer nuestra carta magna, es francamente atentatorio a la institucionalidad actual.

Sin perjuicio de lo anterior, el proyecto en análisis fue presentado el día 13 de mayo de 2020, sin que existan avances sustanciales en él y creo que aquello se debe, fundamentalmente, a dos razones. La primera de ellas, dice relación que a la fecha de su presentación ya se encontraban meridianamente claros los lineamientos del nuevo proceso constituyente. En efecto, el plebiscito originalmente estaba contemplado para el 11 de abril del 2020.

Por tanto, un proyecto de ley que busca precisamente modificar la iniciativa exclusiva del Presidente en materia de formación de ley, estableciendo por la vía constitucional un nuevo sistema de pensiones, es artificioso y por cierto, hace perder peso al nuevo proceso constituyente, porque si los parlamentarios somos capaces de obviar la Constitución, con qué legitimidad respetaremos a la nueva carta fundamental. Eso es esencial en el debate, más allá de la discusión de fondo.

La segunda razón es que creo que presentar un proyecto de ley, más allá de las legítimas dudas de su admisibilidad, sobre una materia que ha sido emblema de este gobierno, esto es, la reforma al sistema de pensiones, cuyo debate se encuentra hasta el día de hoy en el Senado, es querer ganar un 'gallito' que finalmente va en desmedro de los chilenos y chilenas.

La reforma previsional de este gobierno, permite mejorar las pensiones de chilenos y chilenas, estableciendo un sistema de ahorro solidario colectivo, buscando mejorar equitativamente a los pensionados de menores ingresos, de la clase media y de las mujeres. Además de establecer garantías de pensiones mínimas.

Por eso es que si permitimos la presentación de más y más proyectos como los que se analizan, lo único que hacemos es retrasarnos en los avances de la actual reforma y dividir las fuerzas, cuando lo que debemos hacer es concentrarnos en ese proyecto, mejorarlo -si así corresponde- y ser eficientes en su tramitación, que es lo que esperan todos los ciudadanos. 2

Presentar un proyecto de ley (...) es querer ganar un 'gallito' que finalmente va en desmedro de los chilenos y chilenas".

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Estatizar los ahorros significa QUE LA PLATA DEJA DE SER NUESTRA

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"Este proyecto de ley busca dar el golpe de gracia al sistema de pensiones chileno, y dejar a la clase media y a los más vulnerables sin plata para su jubilación.

Estatizar los fondos de pensiones significa que la plata que hay ahí deja de ser nuestra, y los políticos van a poder decidir si nos dan o no recursos para nuestra jubilación, sin que los chilenos podamos exigir nada. Aún con sus problemas, la gracia del sistema actual es que la plata de nuestros fondos siempre ha estado fuera del alcance de los políticos, así como también de las empresas que la administran, las cuales no pueden apropiarse ilegalmente de ellas, pudiendo solo invertir y obtener ganancias sobre las comisiones que les pagamos.

Lo que los chilenos necesitan es un sistema donde el Estado aporte de mayor manera a las pensiones de quienes hoy tienen menos, pero garantizando nuestro derecho de propiedad sobre los fondos, que es la única seguridad que tenemos de que ellos no van a desaparecer en el aire, como suele ocurrir con tanto gasto ineficiente que hace el Estado.

Los chilenos saben, y lo han dicho en muchas ocasiones, que quieren que los aportes del Estado vayan a sus cuentas individuales y no a un pozo común administrado sin transparencia ni reglas claras.

Así también, necesitamos políticos serios y con una mirada centrada en la gente y no en sus estrechas ideologías. Las bajas pensiones ocurren en buena parte porque miles de chilenos no lograron tener en su vida laboral trabajos estables y bien remunerados. Eso ha ido cambiando de a poco, con el mayor acceso a educación superior y programas de capacitación, pero todavía hay mucho que avanzar. Por eso es tan importante que la Convención Constitucional y nuestras autoridades alcancen acuerdos mínimos que nos muestren como un país serio, donde se puede invertir, generar empleos, y donde hay reglas claras.

El estallido y el covid han dejado ya a nuestro pais muy debilitado en términos económicos. Las grandes empresas no invierten, los pequeños negocios están aguantando a duras penas, y con mucha deuda de por medio, y las familias no quieren gastar por miedo a lo que pueda venir en el futuro.

Es labor de nuestros representantes dar las certezas necesarias para que la economía, los negocios y la generación de trabajos se activen. Solo así los jóvenes de hoy no viviremos las mismas dificultades que hoy enfrentan nuestros abuelos, quienes construyeron sus jubilaciones trabajando en los 70' y 80', cuando nuestro país era muy distinto al que tenemos hoy. Las estatizaciones solo dañan las esperanzas de la gente". 2

Aun con problemas, la gracia del sistema es que nuestros fondos han estado fuera del alcance de los políticos".

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Una reforma que introduce enormes incentivos a no cotizar

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"La idea de que todas las personas mayores gocen de una pensión mínima igual al salario mínimo sin duda es bien recibida por la mayoría de las personas, pues vemos en esas políticas un camino hacia una mejor sociedad.

Muchas veces es un error creer que el mecanismo del sistema de pensiones es la causa o solución de los problemas en las pensiones. ¿Qué falló con el sistema actual? Fracasamos en darle legitimidad, en advertir y optimizar los cambios en el mercado laboral, en articular las reformas tributarias con las necesidades de financiamiento de pensiones, en estimar el rol de los actores privados (en este caso, las AFP).

En esta propuesta las personas contribuyen a un fondo y este paga las pensiones mínimas. Ello introduce enormes incentivos a no cotizar, es decir a la informalidad. Entonces acá aparece la necesidad de una reforma a las políticas laborales. Además, las personas que contribuyan más de lo que reciben pagarán entonces un impuesto, que si bien en parte es justo porque, ex ante, puede entenderse que hasta cierto punto compran un seguro, representa una transferencia que fácilmente puede ser muy regresiva; me explico: quizás el aporte solidario de una persona adinerada sería igual o casi igual al de personas de clase media. Entonces aparece acá la idea de financiar esta política redistributiva desde impuestos a la renta, no desde los salarios.

Además, debe ser difícil discutir aumentos al salario mínimo si ello implica subir las pensiones de todos los adultos mayores. Y además resistir las presiones para financiar otras prestaciones con el fondo. Y además, el alto aporte patronal al final termina siendo absorbido en buena parte por los propios salarios, contribuyendo todavía más a la informalización.

La transición de un mecanismo a otro es por sí sola tan costosa, además de que fácilmente constituye una 'injustica intergeneracional', que partir la discusión sobre una cambio radical en el mecanismo, en aislación de lo demás, parece errático.

La arquitectura política, el nivel del debate, la integración de políticas labores y tributarias junto a las de pensiones, la capacidad de adaptación, la legitimidad y la seriedad con que manejemos el tema son los grandes desafíos, las cosas en que hemos fallado. Teniendo esas bases más sólidas, cualesquiera que sean los objetivos que nos planteemos podemos conseguirlos con un sinnúmero de distintos mecanismos de pensiones. Varias veces he escuchado que la mejor reforma de pensiones es una reforma tributara y al mercado laboral. Y agregaría que las grandes preguntas siguen siendo cuánto queremos ahorrar, cuánto queremos solidarizar, y cómo nos autogobernamos inteligentemente sobre ello". 2

El alto aporte patronal al final termina siendo absorbido en buena parte por los propios salarios, contribuyendo todavía más a la informalización".

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