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Cuando el desafío es Tokio

Sanfelipeña formada en el Instituto Nacional del Fútbol y en Educación Física en la PUCV llama a las mujeres que quieren seguir sus pasos a perseverar y no bajar los brazos.
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y la Copa Mundial del 2023

Difícilmente María Belén Carvajal podrá olvidar 2020. Este año fue distinguida como la mejor árbitro femenina de Chile y el 28 de octubre se convirtió en la primera referí en un partido oficial de la Primera B, al dirigir el encuentro disputado entre Deportes Melipilla y Deportes Copiapó, aunque tenía un récord anterior, ya que el 9 de diciembre de 2018 fue pionera al arbitrar un duelo de fútbol masculino profesional, esa vez entre Independiente de Cauquenes y Colchagua, por la Liguilla de Ascenso de la Segunda División.

"Lo más difícil de ser árbitra es llegar a un consenso con los 22 que están dentro de la cancha y con los que están afuera, con las bancas. Creo que eso es lo más complejo, que ambos equipos entiendan tu lectura del juego", reflexiona la jueza formada en el Instituto Nacional del Fútbol y en la carrera de Educación Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).

En sus 10 años de profesión se ha desempeñado en el Campeonato Sudamericano Femenino Sub-17 de 2010, en el Campeonato Sudamericano Femenino Sub-20 de los años 2010, 2012 y 2014; en la Copa América Femenina 2014 y en la Copa Mundial Femenina de Francia 2019

Educación física en sausalito

Nacida en San Felipe, estudió en el colegio Santa Juana de Arco de esa ciudad y luego ingresó a la PUCV, y desde niña se distinguió como deportista, ya que practicaba muchas disciplinas. "Hacía todos los deportes habidos y por haber. Básquetbol, vóleibol, corrí, nadé, hice tenis... siempre estuve vinculada a todos los deportes, sin encasillarme en uno, aunque después fui centrándome más en el fútbol", relata.

Recuerda que en la infancia se aficionó a este último compartiendo con su abuelo y sus primos mientras veían los partidos que se transmitían los domingos por televisión. "Llegábamos todos los nietos a ver a los abuelos y nos poníamos a ver fútbol. De chica nació el gusto. Después se fue dando más fuerte y eso se plasma en la cancha, por mi trayectoria, por los años que estoy en el fútbol y porque disfruto cada instante. Soy muy de disfrutar y alegrarme cuando estoy en una cancha y de hacer lo que me gusta".

También María Belén tiene grandes recuerdos de su etapa de formación universitaria, durante la cual se vino a vivir a Viña del Mar porque la sede de su carrera está en Sausalito. "Creo que la Católica de Valparaíso, en mi carrera, Educación Física, tiene un sello especial. Para mí fue una experiencia fenomenal. Creo que la escuela en sí transmite lo que es la pedagogía, no sólo enseñan deportes. Hay muchas habilidades blandas que uno va desarrollando como persona en la formación que entrega la universidad. Para mí fue una etapa muy linda. Muy linda, y me marcó muchísimo".

Debut con 7 tarjetas amarillas en primera b

Como lo indica su trayectoria, primero se distinguió como árbitro femenino y ocho años después de sus comienzos empezó a dirigir fútbol masculino. ¿Le costó poco, regular o mucho llegar a esa etapa?

"Como en todo orden de las cosas, y no sólo en el fútbol, sino en todas las profesiones, al principio cuesta. Primero la independencia, después la confianza en uno mismo y luego hacer el camino y lograr los objetivos que quiere y se ha propuesto. Entonces, al principio es difícil porque es un mundo nuevo; mi familia no viene del fútbol y menos del arbitraje, si así hubiera sido habría desarrollado las habilidades básicas cuando niña y luego de adulta, pero en mi caso no fue de ese modo", detalla.

También está el factor de la visibilidad, por tratarse de una tarea fuertemente marcada por la faceta pública, y por el hecho de que aún cuesta posicionarse en un deporte masivamente masculino, todo lo cual se traduce en que se trate de procesos muy desgastadores.

Pero nunca se ha sentido discriminada por ser mujer. "Eso es un fantasma que cada persona pone en su mente. Sí me costó, pero no lo asocio a una discriminación sino más bien a una adaptación de la sociedad que hoy en día ya está más avanzada en el tema. Pero hace cinco o seis años no era así", comenta.

Próximas metas y llamado a las mujeres

En su primer arbitraje en el fútbol profesional masculino de Primera B, mostró siete tarjetas amarillas. ¿Le reclamaron mucho? "Los reclamos son parte del fútbol, este es un deporte eufórico. Todos amamos el fútbol de diferentes formas y ambos somos profesionales, árbitro y futbolista, así es que no estuve exenta de reclamos ni de algunos dichos de jugadores", responde.

Y respecto de si este debut le significó algún esfuerzo adicional, plantea que se dio más a nivel mental, "en el plano de estar conversando, porque en definitiva ellos, los jugadores, me están conociendo y yo a ellos. Estar en ese constante conocimiento de saber cómo somos, implicó mucho diálogo en el partido. Eso es lo que más me desgastó. Pero lo demás lo pude controlar bien. El físico y los posicionamientos no significaron esfuerzo porque toda esa parte táctica va surgiendo en los partidos y se va adaptando según las incidencias del juego. Pero estar hablando constantemente fue desgastador".

En lo que se refiere a sus próximas metas, relata que "nos informaron como terna mundialista junto a Cindy Nahuelcoy, que estamos preseleccionadas para el Mundial 2023, así que ahí se abren las puertas para el nuevo desafío que anhelo mucho, que es ir a los Juegos Olímpicos de Tokio".

Cuenta que fue a los de Río 2016, "pero sólo como árbitra de soporte. Hoy quiero asistir como árbitra en cancha. Mi próximo desafío es ese, tengo que ir paso a paso, y eso me va a llevar a otros torneos más que vendrán. Si las actuaciones van bien, voy a poder llegar al objetivo mayor que es la copa mundial 2023".

Su llamado a las mujeres a quienes les gustaría seguir sus pasos es sencillo y claro. "Las llamo a no renunciar. Si a mí me gusta el fútbol tengo que, primero, ser autocrítica, evaluar mi potencial, las cosas a mejorar, y ser perseverante en lo que hago. No hay que bajar los brazos porque la primera motivación sale de la persona, no de los que están en el exterior. Si yo tengo la convicción de las potencialidades que tengo, puedo llegar a ser la mejor árbitra de Chile". 2

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl