"La ciudad no ha perdido su esencia, su alma, su brillo ni su humanidad"
Años en primera línea de la gestión patrimonial desde la fundación que creó en 1998, hicieron que el poeta gringo terminara por convencerse de que lo suyo no es ser un personaje público. Ahora alterna la ciudad con la Patagonia. Pero se diría que la notoriedad lo persigue.
Orgulloso de los logros de la Fundación Valparaíso y agradecido por la experiencia de conducirla, que le sirvió entre otras cosas "para convencerme de que ser un personaje público no es lo mío", se declara el poeta estadounidense Todd Temkin, que ahora, cuando está en Chile, divide su tiempo entre esta ciudad y la Patagonia profunda.
Allá, en un campo en las afueras de Futaleufú, cerca de la frontera con Argentina, el bachiller y magíster en Artes de la Universidad de Minnesota halló el microclima propicio para hermosear, como dice, su "estado de consciencia", que es la suma de todo lo vivido y aprendido, así como el único proyecto de vida que le interesa.
Tras años de búsqueda junto a su esposa, Pilar, y a sus hijos Nicholas y Elyse, los Temkin compraron en 2016 el Fundo Los Cerezos, donde partieron con tres llamas y tres alpacas y este mes deben llegar a nueve ejemplares de cada tipo. Es un ambiente ideal para los camélidos -los dos últimos acaban de nacer y en la familia aún no hay humo blanco sobre sus nombres-, y al parecer también lo es para cultivar la fruta a la que alude el nombre del predio.
"Tres de cada cuatro veces que voy, hace más calor en Futa que en Valparaíso. Es impresionante. Plantamos cinco especies de cerezos hace dos años. Son chiquititos. Recién aparecieron las primeras flores y me emocioné. Pregúnteme en un par de años si dan frutos", dice Todd, que ha conquistado en la Patagonia tanta o más notoriedad de la que se alejó por propia decisión en esta zona, agobiado por las expectativas que generaban- su labor y sus iniciativas.
"Hace 20 años, si yo entraba a un restaurant o algún hotel nuevo en el cerro Concepción, el dueño salía a saludarme y se ponía nervioso. '¡Mira quién está!'. Hoy día camino por el mismo barrio y la gente no tiene idea quién soy. Me encanta. Lo prefiero mil veces así", refiere el recordado "Gringo".
También reitera sin ambages que "el país debería haber invertido en Valparaíso hace muchos años, con un gran proyecto de ciudad artística, cultural, y patrimonial". Pero se declara optimista y dice que a pesar de que el doble impacto del estallido social y la pandemia ha sido brutal para el Puerto, la ciudad "no ha perdido su esencia, su alma, su carácter, su brillo, su humanidad".
Las columnas y la poesía
-¿En que está Todd? ¿Qué edad tiene? ¿Se fue de Valparaíso?
- Tengo 56 años, de los cuales he vivido exactamente la mitad en Chile. Según mi carnet, sigo siendo residente de Valparaíso. Pero viajo mucho dentro de la región-Buenos Aires, Bogotá, Quito y Lima principalmente. Cuando estoy en Chile divido mi tiempo entre Valparaíso y nuestro campo en la Patagonia.
- Se extrañan sus columnas dominicales en este diario. ¿Está escribiendo? ¿Poco o mucho?
- Qué bueno que me extrañen. Aún me paran para reclamar, a veces, cuando me pillan caminando por la calle Serrano o la Plaza Aníbal Pinto. Sentí que cumplí una etapa. La verdad es que escribí muchas columnas. Ojalá algunas hayan sido buenas. Espero. Como poeta soy perfeccionista. Quería que cada columna superara la del domingo anterior. Pero ese nivel de expectativas produjo mucho desgaste. De repente sentí que me estaba repitiendo. Un escritor que se repite se transforma en cliché, o, peor, en parodia. Era el momento de dejar el espacio a otros.
- ¿Y la poesía?
- Tengo mucha, pero está en inglés. He tenido ofertas para editar nuevos libros en Chile, pero me da lata retomar la traducción. Es un proceso mucho más complejo de lo que uno se imagina. Frente a esta complejidad la inercia me gana. No obstante, confío que, en algún momento la superaré y, capaz que, en ese momento, aparecerán tres libros de un paraguazo.
La humanidad en su máxima expresión
-¿Dónde estaba para el 18-O? ¿Cómo vivió este momento?