El fútbol de luto: desde Valparaíso hasta Valladolid lloran por Cantatore
FÚTBOL. Campeón con Los Panzers en 1968 y brillante DT en Europa, falleció ayer en España.
Vicente Cantatore decía con cierto orgullo que solo había podido llegar a cursar la tercera preparatoria. Su origen humilde le impidió continuar los estudios en su natal Rosario, pero esa misma carencia lo hizo convertirse en un hijo del esfuerzo.
La vida, dicen todos quienes lo conocieron, le otorgó sabiduría y generosidad. Por eso hoy lloran por su muerte desde Valparaíso hasta Valladolid, pasando por Calama, ciudades donde alcanzó sus mayores logros, primero como futbolista y luego como entrenador.
El argentino nacionalizado chileno falleció ayer en La Cistérniga, localidad vallisoletana donde residía desde 2013, cuando dejó Viña del Mar para reunirse con su único hijo, Marcelo.
Debido a su avanzado mal de Alzheimer, el extécnico vivía desde hace tres años en el centro geriátrico Montes Torozos.
En mayo del año pasado, Marcelo Cantatore relataba lo complicado que era visitar a su padre por las restricciones debido a la pandemia de covid-19. De hecho, hace dos meses que el hijo del campeón con Los Panzers en 1968 solo podía ver a su padre a través de videollamadas.
Juan Carlos Gangas, ayudante del entrenador en muchas de sus estaciones, reveló ayer que pudo comunicarse telefónicamente de manera breve con su hijo, quien le dijo que un ataque al corazón terminó con la vida del extécnico de Cobreloa a los 85 años.
El zaguero del Wanderers que consiguió su segunda estrella nació el 6 de octubre de 1935, en Argentina. Sus padres, José y Salvadora, eran migrantes italianos. Después de dejar la escuela, comenzó a trabajar en los talleres del ferrocarril y también a jugar fútbol. Pasó por San Lorenzo, Tigre y Talleres. Luego cruzó la cordillera y fichó en 1960 por Rangers de Talca, club al que llegó junto a su compatriota Amadeo Labruna, ídolo de River Plate.
El año 1964 fue transferido a Santiago Wanderers, el club donde vivió su época dorada como jugador.
El DT Martín García lo trajo a Valparaíso como volante de contención, posición en la que jugó dos temporadas. Sin embargo en 1966, con la llegada de Donato Hernández a la banca caturra, es que encuentra su posición en el centro de la zaga.
"El técnico solucionó muy bien el tema. Vicente era un poco lento, pero tenía gran técnica y ubicación. Además medía un metro ochenta y cinco, y cabeceaba muy bien, así que lo puso de central con Manuel Ulloa y subió a 'Pochoco' Acevedo de la defensa al mediocampo. Fue un movimiento que resultó muy bien", recuerda Eduardo Herrera, exlateral izquierdo del Decano.
Esa movida de Hernández comenzó a forjar la leyenda de un equipo que con José "Gallego" Pérez logró el título en 1968 y que para la eternidad fue conocido como Los Panzers.
El "Profesor" Ulloa, compañero de Cantatore en el centro de la zaga caturra, se emociona al recordarlo y dice que "era un inmenso jugador y dos veces eso como persona". Según el exzaguero, la importancia del rosarino en la historia del club es evidente: "integró un cuadro que dejó huella en Wanderers, la gente no se olvidó más de ese equipo".
Tras su retiro en 1973 el exdefensa porteño inició su carrera como entrenador en nuestro país, que tuvo su punto más alto en Cobreloa, equipo con el que disputó dos finales de Copa Libertadores de América en 1981 y 1982.
Gangas recuerda una anécdota que les ocurrió en Calama y que refleja la personalidad de Vicente Cantatore: "un día íbamos en auto a Chuqui y se puso a llorar, le pregunté qué le pasaba y me dice que va a tener que dejar partir a Pedetti, 'porque no está entendiendo lo que le pido, lo estoy perdiendo y tengo que dejarlo ir'. Eso me marcó, su triunfo no era ganar, sino lograr que la gente a su alrededor fuera mejor".
Su ayudante revela que una de las grandes inspiraciones del rosarino eran las canciones de Alberto Cortez. Gangas se detiene un segundo y recita "Cuando un amigo se va". Luego, llora.
"Me enteré del fallecimiento de un amigo, Don Vicente Cantatore, hombre de fútbol y una grandísima persona".
Elías Figueroa, Exjugador de Wanderers
"Fue una de las personas más influyentes en mi carrera. Más que un entrenador, era como un padre".
Iván Zamorano, Excapitán Selección Chilena
"Si yo no me hubiese encontrado con Vicente Cantatore, mi carrera no hubiese sido la que ha sido".
Fernando Hierro, Excapitán selección española
"Vicente Cantatore era muy táctico. Veía bien el fútbol. En la cancha era jugador y también entrenador".
Eduardo "Walo" Herrera, Campeón con Wanderers 1968
El mejor en la banca del Pucela
Desde Real Madrid hasta Tenerife, a través de sus redes sociales, lamentaron la muerte de Vicente Cantatore en España, donde dirigió a Valladolid, Sevilla, Tenerife, Betis y Sporting de Gijón. Sin embargo el club que más lamentó su fallecimiento fue el vallisoletano, institución que fue la encargada de realizar el anuncio oficial de la partida del argentino-chileno, que los dirigió en la temporada 1985-86, entre 1987 y 1989 y en 1996-97. Con el Pucela, el exzaguero clasificó en 1989 para la segunda final de la Copa del Rey de su historia, perdida ante el Real Madrid, y en dos ocasiones lo metió en copas de Europa.
233 partidos disputó Vicente Cantatore con la camiseta de Wanderers entre 1964 y 1970.