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ENTREVISTA. María José Oyarzún, candidata a convencional de Revolución Democrática por el Distrito 7:

"Habrá mucha presión del empresariado para evitar cambios en la Constitución"

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Joaquín Torres Tagle

Profesora de Filosofía, María José Oyarzún fue la creadora de la primera biblioteca feminista en la región. En 2013 participó en la iniciativa Marca tu voto, que buscaba que las personas escribieran "AC" en su sufragio, en relación a la asamblea constituyente. Ahora postula por el Distrito 7 a la Convención Constitucional, representando a Revolución Democrática en el pacto Apruebo dignidad. Aspira a una sociedad de derechos, en donde todos tengan voz, junto con dejar atrás un Estado subsidiario para pasar a uno de bienestar.

-¿Qué la motiva a postular a la Convención?

-Estamos frente a un escenario histórico, Chile cambió, la sociedad de 1980 no es la misma que la de 2020, eso se nota no solo en la manera en que vivimos, sino en la implementación tecnológica, en las formas de pensar y las diversas opciones que existen en el mundo de hoy. Hay que tener una Constitución acorde a los tiempos. Se incorporó el feminismo, se incorporaron las diversidades. La necesidad de acceder a través de derechos tan importantes como la salud, educación, vivienda, un ambiente libre de contaminación. En general las motivaciones son cambiar un país que ya no resiste una Constitución hecha en dictadura. Esta generación merece tener reglas de acuerdo a sus tiempos, no podemos vivir con las reglas de nuestros antecesores.

-¿Cuáles son sus principales propuestas?

-Una Constitución que incorpore a todas las diversidades, a las mujeres, a los pueblos originarios, todos los excluidos que no tienen voz en la actual Constitución. Por otro lado, con la búsqueda de un nuevo modelo de desarrollo que no genere tantos estragos en términos ambientales, el respeto a la vida animal, considerando a los animales como seres sintientes. Lo más importante tiene que ver con el derecho efectivo de los ciudadanos a la salud, educación, vivienda, es lo más fundamental, con pasar de un Estado subsidiario a un Estado de Bienestar.

-¿Qué rol puede jugar la filosofía en este proceso constituyente?

-La filosofía se encarna prácticamente en toda la discusión que hoy día estamos teniendo. La primera pregunta filosófica tiene que ver con cómo se existe en este mundo, cuál es el sentido de la vida. Uno de los grandes sentidos que busca la política es que los seres humanos sean felices, pero para poder ser felices, requieren de una vida digna. ¿Cómo nos ponemos de acuerdo entre todos para garantizar la vida digna de todas las personas? Con igualdad de posibilidades de existir en forma plena. Que la gente pueda comer, ir a un centro asistencial y que te traten sin importar el nivel de tus ingresos, tener la posibilidad de desarrollarse como trabajadora sin que eso signifique que te precaricen.

-¿Cuál será el tema en el que será más complicado llegar a acuerdo en la Convención?

-El garantizar los derechos, porque eso significa remover los bolsillos, la manera en que se distribuyen los recursos en nuestro país, y eso va a ser complejo, porque hay personas que no quieren que cambie la Constitución, porque eso significa hacer movimientos en los pilares del neoliberalismo. Habrá mucha presión del empresariado para evitar que se generen algunos cambios dentro de la Constitución. Por otro lado, habrá temáticas en las cuales será más difícil ponernos de acuerdo, como el derecho al agua, los recursos como el litio, el cobre o repensar el crecimiento del Estado. También temas como el derecho al aborto, puede ser algo que se puede entrampar en algún minuto porque el ala conservadora del país no está en la misma línea.

-¿Se debe mantener la autonomía del Banco Central?

-Tengo pensamientos encontrados respecto a la autonomía del Banco Central, por un lado, me parece que hay que mantenerla, pero por otro lado también el Estado tiene la posibilidad de fijar algunos criterios. No creo que debiese mantenerse como hoy en día lo tenemos. Hay que repensar en qué forma hay injerencia del Estado hacia el Banco Central, no sé si un dominio completo, pero el Estado tiene que tener una injerencia en este organismo.

"Hay que tener una Constitución acorde a los tiempos. Se incorporó el feminismo, se incorporaron las diversidades".

ENTREVISTA. Raúl Burgos, candidato a convencional de la Democracia Cristiana por el Distrito 7:

"Será un proceso con características únicas a la luz de nuestra propia historia"

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Joaquín Torres Tagle

Consciente de la relevancia del proceso constituyente, Raúl Burgos (DC) plantea que es una instancia única en nuestra historia, pues siempre fueron grupos reducidos y con poder quienes redactaron las constituciones del país. El historiador y doctor en Historia plantea que es fundamental una descentralización política y presupuestaria, para poder resolver los problemas cotidianos de las personas. Descarta que exista un anticomunismo en su partido. Competirá por el Distrito 7 en la lista del apruebo.

-¿Es complicado el tránsito desde la academia a la política?

-La actividad política es muy dinámica, en mi caso la conozco más por mis estudios, porque me he especializado en historia política de Chile, entonces uno entiende los vaivenes, las dificultades que se enfrentan para poder lograr acuerdos. Es un momento especial para el país, por el alto interés de la ciudadanía por los temas públicos en general, que nos entregan un desafío muy grande, que es tratar de repensar cómo organizamos las relaciones dentro de la sociedad, cómo distribuimos mejor el poder. La candidatura es muy intensa, requiere de escuchar mucho, prestarle atención a lo que la gente te va diciendo. Es importante elaborar una visión de largo plazo, y ser capaces de interpretar lo que la ciudadanía está demandando, dentro de los márgenes institucionales de la política.

-¿Qué elemento no puede faltar en una nueva Constitución?

-Crecí en Casablanca, a pesar de que es una comuna que está ubicada cerca de Santiago y de Valparaíso, uno de los temas centrales que no pueden faltar tiene que ver con establecer de manera mucho más clara una descentralización política y fiscal efectiva, que permita a las distintas comunidades, a los municipios y a los gobiernos regionales, darles mayor capacidad de gestión, autonomía presupuestaria, para que puedan abordar los desafíos que enfrentamos como país. Es muy distinto hablar de descentralización desde Santiago, a cuando tú lo haces desde el resto de Chile. Es muy evidente la alta centralización a nivel nacional, y también al interior de las regiones respecto de las comunas más alejadas del centro del poder político.

-¿Cómo ve la posibilidad de llegar a acuerdos en el proceso constituyente? Considerando los quórum que se necesitan.

-Cuando uno comienza a evaluar el proceso mismo, tenemos que destacar que este va a ser un proceso con características únicas a la luz de nuestra propia historia. Los principales procesos constituyentes que ha habido en nuestro país, 1828, 1833, 1925, 1980, fueron constituciones elaboradas por grupos reducidos, relativamente homogéneos, que detentaban cierto poder político social y profesional, que no representaban la diversidad de la sociedad en esos momentos. Yo esperaría que el proceso constituyente fuera uno de mucho diálogo, de escuchar y reconocer las distintas visiones que existen sobre el país, de mucha transparencia en el sentido de explicar con claridad cuáles son las ideas que tenemos. También debemos tener claro que esto va a ser un proceso de mucha conversación y que, inevitablemente, requiere construir acuerdos.

-En algunas de sus publicaciones usted trata el tema del anticomunismo. ¿Cree que hay anticomunismo en la Democracia Cristiana?

-El fenómeno del anticomunismo ha sido estudiado no solo en el caso chileno, sino en el contexto latinoamericano y europeo también. Pueden haber ciertas personas, que en algunos momentos han manifestado ciertos comentarios que uno diría pueden ser anticomunistas, pero en términos generales, mi experiencia en la relación que tengo con los militantes de la DC y las organizaciones a nivel regional, es que no hay tales manifestaciones, y pareciera ser que los medios nacionales tienden a instalar ciertas ideas, que en el día a día, en los militantes de base, no se observan, tampoco en las conversaciones cotidianas. Si hubo en la historia cierto anticomunismo, hoy por hoy no es tal, hay un interés de defender las propias ideas respecto a los distintos proyectos que existen en el país.

"Esperaría que el proceso constituyente fuera uno de mucho diálogo, de escuchar y reconocer las distintas visiones que existen sobre el país".