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"Sería ideal que el SAE tuviera un plan de prueba periódica con la población"

Exjefe de la División de Protección Civil de la ONEMI e integrante del equipo de la ONU de coordinación y manejo de desastres, entre otras responsabilidades, dice que es inevitable que errores como el del 23 de enero dañen los esfuerzos que se vienen realizando por años.
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"La eficiencia en gestión del riesgo radica en el equilibrio del conocimiento técnico y el territorial. Lamentablemente hoy quienes tienen este conocimiento, son los mandos intermedios y regionales, que no pueden tomar grandes decisiones en esta materia", plantea de entrada el ingeniero en prevención de riesgos, exjefe de la División de Protección Civil de la ONEMI, Andrés Ibaceta Poblete, socio fundador y director de RCE, consultora en reducción del riesgo de desastres para grandes organizaciones.

A propósito de la errónea alerta de tsunami tras el sismo registrado en la Antártica, el consultor, quien efectuó misiones en 14 países, integró UNDAC -el equipo de Naciones Unidas de manejo y coordinación de desastres-, asumió iguales tareas luego del terremoto de 2010 en Haití y es director de la V Compañía de Bomberos de Valparaíso, sostiene que es inevitable que estos eventos dañen prolongados esfuerzos y que "la responsabilidad radica en quienes no le dan la importancia a la gestión del riesgo en Chile".

La programación y el mensaje

- ¿Cuáles son a su juicio las principales lecciones que dejó la errónea alerta de tsunami emitida por ONEMI el sábado 23 a propósito del sismo en la Antártica, desde el punto de vista de ese organismo?

- El problema radicó en el desconocimiento. Lo primero fue la mala programación del código del cuadrante asociado a la Antártica, activado correctamente, pero al estar mal programado, accionó otros que no correspondían. Esta situación no fue prevista, lo que evidencia que no basta con practicar el Sistema de Alerta de Emergencia (SAE) en "modo de silencio". Lo segundo, es un mensaje lleno de tecnicismos que no fue entendido por las personas. Si bien lo que indica el texto está establecido en el Protocolo ONEMI-SHOA, las frases como Estado de Precaución, Zona de Playa y además el tema COVID, no fueron comprendidos correctamente. Por esto en incendios forestales o aluviones, no se produce este problema y funciona. Ideal es que el SAE pudiera generar un plan de prueba periódica con la población y una correcta campaña de difusión. Chile ya tiene experiencia en simulacros exitosos

- ¿Y desde la perspectiva de la población?

- Hay que destacar la participación y evacuación ante una señal, que a pesar de presentar problemas, alertó de una situación de riesgo. Sin embargo, ya no se puede seguir apostando a que las personas saben lo que tienen que hacer. Es necesario un sistema técnico, profesional y eficiente para que la población vuelva a confiar en las instituciones correspondientes. Es inevitable que estos eventos dañen los esfuerzos que se vienen realizando por años, la responsabilidad radica en quienes no le dan la importancia a la gestión del riesgo en Chile. Por esto debe haber una autoridad que tenga conocimiento técnico y territorial, percibido como un conductor confiable, que sepa entregar conocimientos de reducción del riesgo de desastres, tanto a la población como a otras autoridades, lo que permitiría a la vez, obtener los presupuestos que correspondan a una institucionalidad del nivel que se necesita.

Tramitación de la nueva onemi

- ¿Qué opinión le merece el hecho de que el proyecto de ley que crea la nueva ONEMI lleve 10 años en el Parlamento a pesar de que se le ha puesto urgencia 150 veces?

- Da vergüenza que lleve tanto tiempo entrampado. Demuestra la dificultad que hemos tenido como Estado para priorizar un cambio profundo en esta materia. Representé a la ONEMI en el Senado y es frustrante ver cómo los esfuerzos de quienes aportamos, se diluyen en una votación cargada de intereses políticos. Es un problema transversal y que requiere ser definido a la brevedad. Es imprescindible que dejemos de hablar de Emergencia y que su gestión se encuentre sólo en manos de una Oficina. Debería ser un servicio o institución de envergadura nacional a cargo de la materia. Es preciso que su gestión esté en relación a la reducción del riesgo de desastre y no en función de etapas independientes, como son prevención y respuesta.

Gestión en municipalidades

- Se habla mucho de la descentralización de la gestión de riesgo ante emergencias. ¿Las municipalidades la tienen o no la tienen, y en caso negativo están preparadas para asumir esa responsabilidad?

- Los municipios no cuentan con las herramientas para hacer frente a la gestión del riesgo como corresponde. En cada uno, existe la figura del Director Comunal de Protección Civil, quien coordina las capacidades locales para gestionar el riesgo, no solamente para entregar ayudas, y que se caracteriza por conocer su comuna, se esfuerza en su gestión, pero no se le dan las herramientas ni la importancia que debiera tener. Son pocas las municipalidades que han optimizado su gestión para reducir los riesgos de desastres. ONEMI hizo una encuesta de factores subyacentes del riesgo en cada comuna con excelentes resultados, pero no tienen cómo solucionar la mayoría de los problemas que se evidenciaron. El fortalecimiento de los municipios está estrechamente ligado a la promulgación de la Ley mal llamada de la nueva ONEMI, puesto que ella contiene también una necesaria modificación a la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades.

- ¿Cómo cree que ha evolucionado el Shoa desde el 27-F? ¿Y cómo influye en el sistema de alerta el hecho de tener el CSN con una red de sismógrafos mucho mayor a la que existía antes de esa catástrofe?

- Existen cuatro organismos que han hecho las cosas bien y siguen mejorando: SHOA, Sernageomin, Centro Sismológico Nacional y Bomberos de Chile. Incluso algunos ministerios también van bien encaminados. Pero estos esfuerzos son sectoriales, falta un ente articulador que realice la gestión de liderar, coordinar y generar sinergia entre las instituciones, que sea entendida por la ciudadanía y que las autoridades prioricen esta gestión. Chile tiene una de las mejores redes de monitoreo en el mundo, que permite tener información casi inmediata de sismos, posibilidades de tsunamis y seguimiento de comportamiento volcánico. Por ejemplo, el SHOA implementó el sistema Sistema Integrado de Predicción y Alarma de Tsunamis (SIPAT), que permite diferenciar zonas costeras a evacuar en caso de tsunami. Antes de esto era impensado que, por un sismo que ocurría en cualquier parte del país, había que evacuar todo el borde costero. 2