Locatarios denuncian exceso de celo en las fiscalizaciones
VALPARAÍSO. Dueños de pubs y restaurantes denuncian "prepotencia" por parte de funcionarios de la Salud. Conflicto por música en vivo escala a la Intendencia.
Locatarios porteños ligados al rubro gastronómico han manifestado su disconformidad ante el actuar de algunos fiscalizadores de salud. Acusan "prepotencia" y exceso de celo respecto a la música en vivo en sus recintos. Si bien argumentan que no les están prohibiendo contar con músicos, sí se les ha comunicado que, de seguir existiendo esta situación, el hecho será considerado como un "evento", debiendo reducir el aforo de los locales a 20 personas.
Es por esto que este martes comerciantes ligado al sector culinario en Valparaíso, junto a músicos locales de la región, apoyados por la Cámara de Comercio Emprendedores de Chile a nivel regional y nacional, pretenden entregar una carta al intendente y al seremi subrogante de Salud, en la que manifestarán sus inquietudes y preocupaciones por las negativas medidas que se han tomado ante la presencia de músicos y artistas en restaurantes.
"de forma Prepotente"
Raúl Rojas, presidente de la Cámara de Comercio de Emprendedores de Chile (CCECH), manifestó que en la gastronomía porteña se han cumplido todas las medidas sanitarias pedidas tanto por el Gobierno como la Seremi de Salud. Sin embargo, "en el transcurso de las últimas dos semanas, los nuevos fiscalizadores -dependientes del Departamento de Fiscalización Sanitaria- han llegado en reiteradas oportunidades de forma prepotente a decirle a los locatarios que no pueden tener música en vivo".
Cuestiona, además, que los fiscalizadores ingresen a los locales sin antes tomarse la temperatura ni recibir alcohol gel, algo que todos deben cumplir como parte de los protocolos establecidos.
Freddy Ponce, del restobar "Del Barrio", explicó que "no ha sido muy grato el trato de los fiscalizadores", aseverando que estos incluso los amedrentan con que vienen a cerrar su establecimiento.
"Lo que nosotros discutimos es que se tenga un respeto al local al que se está yendo. Por muy autoridad que sean, tienen que, en mi opinión, pedir permiso, tomarse la temperatura, aplicarse alcohol gel, presentarse, hablar y preguntar por el encargado. Me imagino que hay protocolos, pero ellos llegan y entran, no dan ni siquiera las buenas tardes", aseveró.
Insiste que "lo que menos quiero es que me cierren, por eso respeto las normas al máximo, pero uno siente ya que esto es hostigamiento. Cuando te buscan una que otra cosa para decirte 'sabes qué, lo siento, tienes que bajar las cortinas', da lata", comentó. Debido a este impasse tuvo que despedir a los músicos que trabajaban con él, por temor a que bajen el aforo de su local.
Por tal motivo, el tema se está abordando con otros locatarios del sector, puesto que, asegura, "no es algo aislado", por lo que decidieron redactar una carta con sus quejas y denuncias.
"No estamos en contra de las normas, no estamos en contra de las autoridades. Lo que queremos es que las normas sean aplicadas para todos por igual, pero en justa razón".
Insiste que la situación del comercio de Valparaíso es crítica y cada semana cierra un local nuevo porque no hay oportunidades, "donde además las restricciones al comercio establecido son súper pesadas".
"Nos están prohibiendo"
Mariano Muñoz, administrador de "Terraza Condell", reveló que si bien no había recibido tratos desafortunados por parte de los fiscalizadores, sí fueron a revisar su local casi todos los días en una semana, "y eso me llegó a molestar un poco, encontraba que ya era una persecución al concepto de mi restaurante".
Añadió que los funcionarios sanitarios le comentaban que su objetivo era ayudarlos a cumplir con las normas y que debían aprender a vivir con ellas si querían funcionar. "Si tenemos que aprender a vivir con ella estamos dispuestos, pero si nos prohíben la música en vivo no estamos aprendiendo a vivir con estas normas, nos están prohibiendo. Deberían darnos la oportunidad, quizás buscar un mecanismo para que vuelva la música porteña a los restaurantes de Valparaíso", declaró.
Antonio, dueño de "El Corazón de Valparaíso", ubicado en la plaza Aníbal Pinto, expuso que luego de que se intentara decretar una prohibición por parte del Gobierno a la música en general en los restaurantes, debido a que la gente hablaba más fuerte, las duras críticas obligaron a levantar la medida; sin embargo, "ahora nosotros no nos atrevemos a tener música en vivo".
"Hay sectores que no se fiscalizan, mientras que hay otros que sí y de forma exhaustiva", agregó sobre esta problemática. "Locales como el 'Cinzano', que quebró, y el mío, que dependíamos en la música, no hemos podido funcionar", lamentó el comerciante.
Panorama distinto en Viña del Mar
En cuanto a la Ciudad Jardín, los locatarios no se han visto afectados por estas fiscalizaciones a la música en vivo, ya que, según relata David Soto, dueño de "JarBar RoofTop", ubicado en 4 Poniente, "los inspectores del Seremi no han venido, debido a que como dice el programa paso a paso, es solo una sugerencia", lo cual muestra un panorama totalmente distinto al que se vive en Valparaíso, donde los dueños de negocios del rubro gastronómico reclaman una insistencia por parte de las autoridades sanitarias.
"Han llegado en varias oportunidades en forma prepotente a decirle a los locatarios que no pueden tener música en vivo".
Raúl Rojas, Presidente CCECH
20 personas es el aforo permitido en eventos en espacios abiertos en comunas en fase 2.