Los veranos inolvidables de la Semana Quinterana
Competencias deportivas, elección de Reina, festivales de música, bailes y galas han sido la tónica de esta tradicional celebración que partió a fines de la década de 1920 y que, con éste, suma dos años de receso.
Desde ya casi un siglo, cada verano se realiza en Quintero la llamada "Semana Quinterana", que estos dos últimos años no se ha podido realizar debido a la contingencia del estallido social y de la pandemia de coronavirus, respectivamente. Sin embargo, es una tradición que los habitantes de la comuna no quieren perder, porque es parte de su esencia y de sus recuerdos, lo mismo que la playa Los Enamorados, la puntilla Sanfuentes o el parque municipal.
Según relata Eugenia Gaete, encargada de la Unidad de Patrimonio del municipio, la Semana Quinterana "es una fiesta tradicional que se conmemora cada verano, y tiene sus orígenes a fines de los años 20, cuando se reunían en época estival los grandes familiones que provenían desde Santiago, Quillota, Los Andes y alrededores, que viajaban en el ferrocarril hasta la península de Quintero".
En aquella época, surgían espontáneamente diversas actividades deportivas en las playas, las yincanas, las competencias de clavados desde el muelle de la playa El Durazno, las de nado, pesca, las paletas, la competencia de castillos de arena, remos, y que sumaban puntaje para elegir a su reina entre las chicas más lindas de la playa.
RECOLECCIÓN DE FONDOS
La ciudad emergía en verano como un torbellino de gentío, sin embargo las carencias aumentaban en una comuna en desarrollo. Sus habitantes solo vivían de las ganancias del verano y de los avances urbanísticos que realizaban Luisa Sebire de Cousiño y su hijo Luis, que no eran suficientes para financiar los costos del alumbrado público, alcantarillado, mejoras de las avenidas, hermoseamiento de plazas y espacios públicos, así como la construcción de iglesias, colegios y las obras de caridad eran su prioridad.
Así nació la idea entre entusiastas vecinos para colaborar reuniendo fondos. Se organizaron las colonias de extranjeros -italianos, griegos, palestinos, españoles-, la comunidad de la Base Área recientemente creada y los vecinos residentes que quisieran participar, improvisándose competencias deportivas, fiestas y actividades sociales.
Con el tiempo se consolidaron actividades emblemáticas como la "Fiesta de las Colonias", la "Mañana al revés", la "Noche Veneciana" por la bahía, los carros alegóricos, las yincanas, las carreras de burros y motos, las regatas y paseos en yates, las exhibiciones aéreas de acrobacias y destrezas, las fiestas de disfraces, galas, y malones de noches bailables en el tradicional hotel Yacthing Club, las competencias de canto, música, teatro y baile en las fogatas en el Campamento Vida Sana en Loncura, o la venta de votos para elegir a la Reina de Quintero, sumando los puntos de las competencias deportivas entre cada playa que se engalanaba. Los fondos recaudados en estas actividades se juntaban para invertirlos en grandes obras de hermoseamiento y progreso para Quintero.
"Al aproximarse cada verano -cuenta Eugenia Gaete- los chicos en los colegios ya comenzaban a preparar sus coreografías, invitaban a las chicas bonitas a presentarse como candidatas y a planificar el diseño del carro alegórico para poder ganar las competencias. Todos esperaban ansiosos la llegada de aquella semana de febrero, donde todo un pueblo se llenaba de regocijos y alegrías y que más de una lagrima se derramo al terminar el verano, junto a esas promesas de amor, 'nos veremos el próximo verano' cuando nuevamente el tren anunciaba su partida". q&p