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"Busco convocar a quienes anhelan derechos sociales y desarrollo sustentable"

Exrector de la Universidad de Valparaíso dice que sus propuestas se dirigen "a una amplia fuerza política y social" necesaria "para impulsar las transformaciones democráticas que el país está exigiendo, pero sin que éste quede paralizado por el conflicto y la ruptura".
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Desde fuera no es posible apreciar la presión que una campaña como ésta impone al candidato y a los equipos de trabajo, declara de entrada el abogado y exrector durante 12 años de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle Acevedo, dedicado de lleno a su postulación como independiente a la gobernación regional por el pacto Unidad Constituyente (PS, DC, PR, PPD, PRO y Ciudadanos). "Sabía que sería muy exigente y a la vez fascinante", de manera que se siente "no sólo cómodo, sino con el entusiasmo y el compromiso que esta causa colectiva merece".

Su candidatura, dice, busca convocar "a una amplia fuerza política y social representativa de la pluralidad necesaria para impulsar las transformaciones democráticas que el país está exigiendo, pero sin que éste quede paralizado por el conflicto y la ruptura", a la vez que califica como error o mala intención atribuirle pertenencia o representación de una elite.

Como rector recibió una universidad endeudada en más de $16 mil millones y la entregó saneada, con 40% más de infraestructura y redobladas capacidades académicas, de investigación y postgrados, de modo que es válido preguntarse si en una región con tantos problemas privilegiaría la gestión o la política, en caso de que conquistara el cargo.

"Siempre se requiere de una y otra a la vez, aunque exigen capacidades y acciones de distinto carácter", responde. "A mi juicio, por las características del nuevo cargo de gobernador regional, al ser una autoridad elegida por sufragio universal, más que cualquier otra autoridad, tiene el deber de optimizar la sinergia que debe haber entre gestión y política. Esta debe ser funcional a los indicadores de gestión y en ningún caso exagerar la política al punto de anular o dañar las tareas de administración. Esta es la forma de alcanzar las metas de eficiencia en la función pública".

Oriundo de La Cruz y de familia ferroviaria, convencido por ende de que "necesitamos recuperar el tren para integrarnos social y económicamente en la región", el exvicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores (65, casado, cinco hijos), aborda aquí las prioridades de su programa y examina con ojo crítico la institucionalidad en que se enmarcan el cargo y los gobiernos regionales, así como el proyecto de ley de rentas regionales, que a su juicio decepciona. En esa línea, plantea que los ministerios podrían transferir carteras de proyectos que resolvieran los gobiernos regionales y aumentar su aporte financiero en los convenios de programación. "Son resoluciones del Gobierno que no requieren ley, sino de voluntad política que hasta ahora no vemos", sostiene.

En otro aspecto, no elude señalar que "nos preocupa particularmente lo relativo a probidad y eficiencia de los servicios públicos, ámbitos en que nuestra región tiene una mala historia", por lo que ha propuesto la creación de un Observatorio de Probidad y Eficiencia Pública con participación de las universidades y de la ciudadanía. "Debe ser ésta la que aumente el control social de las decisiones de las autoridades públicas regionales, incluidas las que designe el gobierno central", subraya.

Esfuerzo compartido por el agua y la vivienda

- Además de un gobierno regional con perspectiva de género, medidas de fomento al trabajo y protección femeninos, usted plantea instalar una política pública de vivienda y avanzar en la infraestructura para embalsar agua. ¿Qué es lo prioritario?

- En todas esas áreas se requiere actuar con urgencia, pero no tener una vivienda ni agua para el consumo humano en toda la región son interpelaciones inexcusables a la moral pública, cuyo efectos sociales y económicos degradan a la sociedad en su conjunto. Estas serán tareas que abordaré con toda la fuerza política y administrativa que tenga a mi alcance. Ambas requieren un esfuerzo plural y compartido, así como considerar, sin prejuicios ni ideologismos, los diversos aportes científicos y técnicos para superar cuanto antes ambas urgencias. Contribuir a la reactivación económica e instalar una nueva gobernanza con perspectiva de género no son incompatibles con la urgencia asignada a aquellas dos prioridades.

- ¿Cómo sacar a Valparaíso de la pobreza y el deterioro en que se encuentra? En la Encuesta de Calidad de Vida de la Fundación Piensa 2020 está último en casi todas las categorías.

- Valparaíso viene desde hace décadas con un progresivo y lacerante deterioro por efecto de cambios económicos y sociales estructurales que ha vivido el país, una consecuencia muy directa es que la ciudad en las últimas décadas ha experimentado un severo despoblamiento. Todos sabemos que ha sido desde siempre una ciudad precursora, una ciudad que jugó un rol principal en el desarrollo económico y cultural del país, pero que hoy está sumida en una profunda crisis y solo se saldrá de ella con un proyecto de ciudad y un liderazgo que incluya a todos los sectores, que convoque, que incluya y que promueva un desarrollo económico, cultural y social capaz de persuadir y encantar a las y los porteños en el sentido que la ciudad tiene una potencialidad enorme en materia de educación superior, turismo patrimonial, servicios de alta calidad y desarrollo de iniciativas de industrias creativas. Pero para que todo esto funcione, tiene que existir un gran acuerdo entre la ciudadanía que habita en Valparaíso y sus autoridades para empujar en una sola dirección y comprometernos con un proyecto de recuperación de la ciudad.

- En el mismo estudio el equipamiento urbano es el rubro peor evaluado en la región, seguido por el transporte público.

- Los espacios urbanos y el transporte pueden hacer que las ciudades sean más o menos justas con sus habitantes. En consecuencia, sus diseños pueden afectar gravemente la vida de las personas. En esta área se requiere y nos proponemos activar todos los instrumentos de planificación territorial y de transporte en la región. Trabajaremos en proyectos de impacto comunal, bajo la Ley de Espacios Públicos, a través de subsidios de renovación urbana, priorizando planes de servicios y desarrollo regional. En materia de locomoción colectiva utilizaremos tales instrumentos para mejorar trayectos, horarios, calidad y renovación de la flota. A nivel de la región reactivaremos el Consejo para la Movilidad de Cargas y Personas, continuando con la evaluación del soterramiento de la red de Metro Valparaíso y su extensión de servicios a Quillota, La Cruz y La Calera, entre otros proyectos importantes para toda la región.

Recursos y traspaso de competencias

- Para llevar a cabo su programa, cualquier gobernador regional requiere recursos y por lo que se sabe el proyecto de ley de rentas no crea nuevos impuestos regionales, y enfatiza más bien en el control y la fiscalización de las platas que administrarán los gobiernos regionales.

- El proyecto ingresado por el actual gobierno al Congreso en septiembre del año pasado adolece de todos esos defectos, dejando de manifiesto que su voluntad es detener el proceso de descentralización y mantener un control económico y de distribución de los recursos lo más centralizado y absoluto sobre las regiones. Es decir, por un lado, se simula ser parte de la regionalización presentando como sector un candidato para gobernador regional y, por la otra, se presenta un proyecto de ley que amarra de manos a esa nueva autoridad y a los gobiernos regionales. Como aún es un proyecto haremos lo necesario para que se perfeccione en el curso de su tramitación. En cualquier caso, esta restricción que afecta a todas las regiones nos exige asociarnos con todos los gobernadores regionales del país y acordar con los gobiernos centrales de turno dar viabilidad a las gestiones regionales, de lo contrario habrá descrédito y deslegitimación del proceso descentralizador, lo que constituiría un despropósito mayúsculo.

- Tampoco según el proyecto los gobiernos regionales son muy soberanos que digamos en la elaboración del presupuesto regional anual, donde para esos efectos la Subdere haría como intermediaria entre los gobiernos regionales y el ministerio de Hacienda…

- No pretendemos soberanía financiera, abogamos por autonomía, que son conceptos distintos. Debemos tener una relación de colaboración y coordinación con el nivel central. Pero es cierto que al sujetarnos al DL 1.263 sobre administración financiera del Estado, la región depende del nivel central en esta materia. Razón por la cual, sostenemos que una descentralización de verdad requiere autonomía financiera para cumplir con los compromisos del programa. Ello no será posible mientras no establezcamos un espacio para tributos regionales e ingresos propios, que se gestionen regulados por

Tengo mucha confianza en la madurez cívica y democrática de quienes integren la Convención Constitucional. Sin perjuicio de las legítimas diferencias intelectuales, políticas e ideológicas, que representan nuestra diversidad, no imagino a nadie anteponiendo intereses sectoriales o partidistas".

Los espacios urbanos y el transporte pueden hacer que las ciudades sean más o menos justas con sus habitantes, sus diseños pueden afectar gravemente la vida de las personas. Nos proponemos activar todos los instrumentos de planificación territorial y de transporte en la región".

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