Secciones

A punto de zozobrar el Bote del legendario Oluf Christiansen

Intrépido marino danés, capitán desde los tiempos de la navegación a vela, sobrevivió seis naufragios y fundó en 1925 el Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso, al que dedicó buena parte de su vida, y que ahora arriesga el cierre por falta de ingresos.
E-mail Compartir

El 22 de mayo de 1940, un crudo temporal dio vuelta el dique y la bahía de Valparaíso "era un terrible caos en medio del cual embarcaciones de todo tipo iban y venían sin control debido al corte de sus anclas o espías". Desafiando la furia del mar, relató este diario, el capitán Oluf Christiansen y un puñado de valerosos voluntarios, a bordo del Bote Salvavidas, lograron rescatar a unas 200 personas que estaban abandonadas al garete.

Es uno de los tantos hitos de la institución creada en 1925 por el intrépido marino danés que fue capitán desde los tiempos de la navegación a vela, cruzó muchas veces el Cabo de Hornos en medio del mar embravecido, sobrevivió seis naufragios y entregó toda su experiencia a su obra más querida, que hoy teme por su futuro debido a la falta de ingresos, especialmente por el impacto de la pandemia en la concesión del restaurante del mismo nombre ubicado en el segundo piso de su cuartel, en el Muelle Prat.

Es un espacio que el presidente Carlos Ibáñez le cedió en 1957 a la institución, cuya planta superior, destinada originalmente a terraza o equipamiento deportivo, fue convertida en restaurante por visionaria iniciativa de un grupo de voluntarios, ya que esa concesión le ha proveído los siempre escasos recursos destinados a financiar sus costos operativos, pues, como subraya el presidente, Roberto Pantoja, "nunca hemos tenido una subvención estatal, ningún aporte fijo externo de alguna empresa privada".

El timonel del Bote, quien lleva 30 años en la institución porteña y en la vida civil es el director del Liceo N° 1 de Niñas de la ciudad, relata que de las siete embarcaciones con que cuenta la institución, sólo dos están a flote, por los costos que significa su operación: el Valparaíso IV -amadrinado por la princesa Ana de Inglaterra en su visita a la ciudad en 2018- y la lancha de rescate Atlantis, aparte de una moto. Además, sus 77 voluntarios activos, entre ellos 10 mujeres, pagan habitualmente una cuota mensual de $3.500, pero dada la aflictiva situación están realizando aportes complementarios voluntarios para solventar gastos.

No obstante, esos ingresos son del todo insuficientes para hacer frente a los costos operacionales de una institución "conformada exclusivamente por voluntarios de las más variadas profesiones, quienes acuden con prontitud al llamado de auxilio de personas y embarcaciones en el borde costero o mar adentro", como describe su misión. De ahí que haya tenido que impulsar una campaña de donaciones (www.botesalvavidas.cl) para recaudar los $30 millones que requieren para poder realizar su labor en 2021.

"nadie puede quedar indiferente"

"A las embarcaciones hay que hacerles mantención y reparaciones permanentemente. El mayor gasto que tenemos es justamente ese y el combustible, porque incluso con solo dos embarcaciones disponibles estamos muy comprimidos para el combustible que se requiere para cubrir emergencias", plantea el presidente.

"No tenemos ayuda de ninguna empresa ni subvención alguna. Por eso estamos haciendo este llamado a través de nuestra campaña a toda la ciudadanía, a las empresas privadas y a las entidades públicas que nos puedan colaborar en la tarea que tenemos, de modo de no vernos obligados a terminar nuestros servicios de prevención y rescate marítimo", agrega.

en una foto de 1930, el capitán con su infaltable pipa aparece junto a los voluntarios de los primeros tiempos del Bote salvavidas de Valparaíso. Infaltables, sus fielesmascotas.

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercurio valpo.cl