Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Servicios
  • Espectáculos

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

En la centroizquierda, agrupada en Unidad Constituyente (UC), también ocurrieron algunas divisiones y críticas en el proceso de inscripción, sobre todo por la priorización de un partido sobre otro para los comicios municipales, sin que estas decisiones pasaran por los militantes de las tiendas. Uno de los casos icónicos ocurrió en la comuna de Viña del Mar, donde desde Santiago no respetaron el nombre de la única carta en carrera, la concejala Laura Giannici (DC), proclamando a la edil Marcela Varas (PPD), aun cuando las directivas regionales pedían realizar una primaria exprés pocos días antes de que cerrara el plazo de inscripción.

El FA tampoco estuvo exento de polémicas. Tras el fallido acuerdo con los partidos de la ex Nueva Mayoría, la coalición tuvo y logró acercamientos con Chile Digno, conglomerado que agrupa al PC y la FRVS, entre otras fuerzas. A propósito de esta situación, el PL anunció su salida del pacto, apuntando a una falta de unidad. El diputado Alejandro Bernales sostuvo que "las y los liberales haremos todo lo posible para que la derecha no tenga el próximo gobierno. Eso exige la máxima unidad posible de toda la oposición y el progresismo. No podemos ser un proyecto testimonial".

Asimismo, los diputados Pablo Vidal y Natalia Castillo -ambos de RD-, dejaron su partido a principios de diciembre de 2020. El parlamentario aseguró en una carta enviada a la militancia, que "son variadas y consistentes las señales de que RD ha preferido un camino donde se consolida un polo de izquierda clásico, en un camino donde creo que se privilegia una identidad de impugnación y testimonio, bailando con los compases de una música ajena a las que nos inspiró en el comienzo", apuntando al bullado acuerdo electoral con el PC.

Consecuencias presidenciables

Además de estas problemáticas, las futuras elecciones para suceder a Piñera en el poder también ha generado tensión. En la UC, por ejemplo, la idea de hacer preprimarias entre el PS y el PPD en marzo, aun genera dudas en el bloque; lo mismo que la idea planteada recientemente por el senador Guido Girardi, realizar un solo proceso con "la izquierda socialdemócrata progresista y sin la DC, un partido de centro que puede ir en segunda vuelta, como lo hizo Carolina Goic en 2017". La propuesta, si bien ha levantado polémica, ha tenido cierto respaldo en la tienda liderada por el excanciller, Heraldo Muñoz.

Esto se suma a la -nueva- polémica en RN, a propósito de la decisión del senador Francisco Chahuán de no solo renunciar a su candidatura presidencial, sino que además congelar su militancia. En un punto de prensa en el Palacio de La Moneda el 22 de enero, declaró que "la errática conducción del partido ha permitido que el desorden, la violencia verbal y la coacción sustituyan el clima de respeto y afecto partidario que habíamos logrado construir con tanto esfuerzo", además de acusar que no había garantías mínimas para un proceso imparcial, en el consejo general que se vivió al día siguiente donde fue proclamado como presidenciable el exdiputado y otrora ministro de Defensa, Mario Desbordes.

A propósito de estas rupturas, el director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca (UTalca), Mauricio Morales, plantea que "los procesos eleccionarios siempre generan tensión entre los partidos que componen un pacto por una razón muy sencilla: está en juego el poder. Adicionalmente, y como pocas veces en la historia reciente del país, dentro de los pactos no existen mayorías abultadas en favor de un único candidato presidencial".

Debido a esta situación, Morales apunta que "al no existir favoritos, entonces todos los partidos de cada pacto creen posible alzarse con la victoria llevando su propio candidato, estrategia que explica los altos niveles de fragmentación y fragilidad. En paralelo, la ausencia de liderazgos indiscutidos hace que algunos líderes comiencen a plantear la configuración de nuevos pactos, desechando así los vigentes. La propuesta de Girardi es fiel reflejo de aquello".

Por su parte, el académico Jorge González, doctor en Ciencia Política de la Universidad de Texas, puntualiza que "el proceso de fragmentación se está dando a los dos lados y se va a ir intensificando, porque es parte del sistema electoral. Y eso no es algo que sucede solo en Chile, sino que ha ocurrido en todos los lugares en que se ha implementado ese sistema. Por eso es que todas las democracias avanzadas tienen sistemas mayoritarios, sea en forma exclusiva, o de forma parcial".

Al respecto, González argumenta que "los sistemas mayoritarios, no le convienen a las élites, ya que a estas les sirven los sistemas proporcionales. Eso es lo que estamos viendo hoy, por un lado, en la derecha con la lucha contra Desbordes; y en la izquierda, la lucha contra la DC. Si te fijas, Desbordes es lo más cercano que hay al centro en la derecha y la Falange es lo más cercano al centro, desde la centroizquierda. Si tuviéramos sistemas mayoritarios, esos dos grupos serían normalmente los que se estarían alternando el poder, como ocurre en Estados Unidos o Inglaterra, donde nunca se eligen candidatos muy distantes del centro".

Carreras en solitario y problemas de gobernabilidad

Tomando como ejemplo la aparente reticencia de sectores de la centroizquierda de contar con la DC en las primarias y la decisión de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, de saltarse unas primarias en la UDI -donde enfrentaría al jefe comunal de Las Condes, Joaquín Lavín- e ir directo a la papeleta de julio, Mauricio Morales asegura que "en Chile Vamos, Matthei no tiene suficientes motivos como para declinar su candidatura, pues Lavín no está arrasando y, en ciertos escenarios, Matthei le podría ganar unas primarias. En la Unidad Constituyente, en tanto, Girardi plantea excluir a la DC, obligándola a ir a la primera vuelta en solitario, lo que anticipa un fracaso rotundo para el partido. Este afán de Girardi por jubilar anticipadamente a la DC, se enmarca en la estrategia de construir una coalición de izquierda democrática y progresista. El problema, es que Girardi parece no entender que sin los votos de la DC, es imposible que esa coalición sea gobierno", desmenuza el académico de la UTalca.

Jorge González, en tanto, mirando la definición que deberán tomar en la UDI, señala que "mi impresión es que lo que va a ir sucediendo, de mantenerse el actual itinerario, es que los números son muy distintos. (...) Lavín, para ser viable como candidato presidencial, tuvo que renunciar a ciertas cosas, en un momento se planteó como social demócrata. Entonces, en una primaria donde solo vota la derecha, Matthei le puede ganar a Lavín. En lo sustantivo, lo que estamos viendo es que Lavín es el único que es viable de capturar a ciudadanos que no sean de derecha. Mathei puede ganar la primaria, en la medida en que vota la derecha, pero si tiene que ir a una elección general, ella no va a poder ganar".

En cuanto a las consecuencias que puedan tener todas estas divisiones en los conglomerados para la instalación de un programa común de gobierno estable y compartido, González remarca que "los problemas de gobernabilidad que tiene Chile, no hay ninguna posibilidad de que se aminoren o se resuelvan mientras no cambiemos los sistemas electorales. Si en la nueva Constitución tuviéramos un sistema mayoritario, recién podríamos avanzar en la descentralización de Chile y en la búsqueda de un sistema no tan centralista en la figura de Presidente de la República. Ese nivel de centralismo es posible gracias a la estructura explotadora de facciones, de minorías, donde cada uno logra armarse su capillita y con eso se elige diputado, senador, y en la medida que está al interior de una coalición, puede ir protegiendo los cargos que tiene para su gente".

Morales, finalmente, asevera que "el próximo gobierno también será de minoría en el Congreso. No hay razón para pensar en algo distinto. Inevitablemente, ese gobierno deberá alcanzar acuerdos con la oposición. La política de los consensos no es necesariamente mala, siempre y cuando conviva con grados razonables de competencia i nterna entre los partidos. Es decir, lograr acuerdos, pero sin renunciar a la natural competencia política entre gobierno y oposición". 2

Comparado con 2017, el Frente Amplio ya no existe como coalición viable para Chile. Emergió con velocidad, y desapareció al mismo ritmo".

El proceso de fragmentación se está dando a los dos lados y se va a ir intensificando, porque es parte del sistema electoral".

uno de los partidos más afectados por la crisis en el frente amplio ha sido rd, que recientemente perdieron a dos diputados.

"

"

LA CRISIS FRENTEAMPLISTA Y EL eventuaL CAMBIO DE FOCO EN EL CONGLOMERADO

E-mail Compartir

El Frente Amplio es, casi sin lugar a dudas, el conglomerado que más ha cambiado su composición desde el estallido social. Las renuncias a partidos -algunos de ellos fundadores de la coalición de izquierda- y de importantes parlamentarios y otras autoridades, hacen válida la pregunta de qué le puede hoy ofrecer a la ciudadanía, más aun cuando las salidas han sido por motivos tan variados como "hacer un pacto entre cuatro paredes" -apuntando al acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución- y una "izquierdización" del bloque, a propósito de su alianza con el PC. Sobre el cisma al interior del nobel conglomerado, el cientista político Mauricio Morales postula que "el Frente Amplio perdió la brújula. Hoy se encuentra acéfalo en términos de liderazgos y con la posibilidad de ser absorbido por el PC en caso de no levantar una opción presidencial. Hoy por hoy, el único que podría evitar tal escenario es Gabriel Boric. El PC observa con tranquilidad cómo el Frente Amplio se descompone rápidamente. Primero, por las fugas de varios diputados. Segundo, por la tremenda crisis interna de Revolución Democrática". "El PC está esperando que el Frente Amplio eclosione para ir por esos votos. Comparado con 2017, el Frente Amplio ya no existe como coalición viable para Chile. Emergió con velocidad, y desapareció al mismo ritmo", asegura el académico y analista de la Universidad de Talca. Jorge González, en tanto, recuerda que el FA nació como un bloque cercano a una elite dirigencial universitaria, de personas alejadas de la centroizquierda, aunque de alguna forma subsidiado por la expresidenta Michelle Bachelet, y que para lograr votaciones como la que tuvieron en 2017 con Beatriz Sánchez, debieran estar cercanos a una figura como Paula Narváez -presidenciable del PS y cercana a la exmandataria. En caso contrario, González explica que "el PC, como es más disciplinado y logra actuar de consuno, es el que va a dar la pauta. Si por alguna razón la DC se mantiene en que ellos no van a ir en una misma coalición que los comunistas, lo que vamos a ver es que los sectores que prefieren ir con el PC antes que con el PS en alianza a la Falange, daría la posibilidad de que haya un grupo más a la izquierda de la UC". 2