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Festival de Viña y sus joyitas anglo

CERTAMEN. Si bien el evento ha estado dedicado a la música latina, a veces sorprende con shows impensables.
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Flor Arbulú

Si bien el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar se ha inclinado por ser una ventana importante para la música latina, a veces ha sorprendido con sus apuestas anglo con la presentación de lo que parecen ser estrellas fugaces. Algunas casi han quedado en el olvido, y otras simplemente sorprenderán a las nuevas generaciones al saber que estuvieron en Viña un día.

En 1969, por ejemplo, se presentó el cantante de reggae jamaicano Jimmy Cliff, quien es considerado como uno de los padres del género. Ese año, sin embargo, su actuación quedó opacada por Julio Iglesias y su debut en la Quinta Vergara.

Al año siguiente sería el turno de The Tremeloes, un grupo beat inglés fundado en 1958 en Dagenham, Essex, que entre sus primeros éxitos tuvo "Twist and Shout" que salió en 1963, mismo año que apareció la versión de The Beatles. El grupo adoptó temas de otros reconocidos músicos como "Here comes my baby" de Cat Stevens que ingresó a las 20 canciones de la lista Billboard Hot 100. Pero en 1970 todos los ojos estaban puestos en Joan Manuel Serrat, por lo que son pocos que aún recuerdan su paso.

En 1972 se presentó Peter Yarrow, y luego de ello habría que esperar seis años para que volviese la música angloparlante con The Hues Corporation, un grupo de soul, funk y música disco que hizo bailar a toda la Quinta Vergara con su éxito "Rock the boat''. Ese mismo año, también se presentó el británico Albert Hammond -que ya cantaba en español-, y el director de orquesta estadounidense Ray Conniff, quien volvería en 1979 y 1981.

Una época esplendorosa

En 1979 se fijó la tasa de cambio 39 pesos por dólar estadounidense, medida que se mantuvo hasta 1982. Esto permitió que el escenario viñamarino se prestara para importantes voces anglosajonas que, de otra manera, hubiese sido imposible de ver en vivo.

Es por eso que entre 1980 y 1982 por la Quinta Vergara desfilaron artistas como Neil Sedaka, Gloria Gaynor -que se le recuerda más bien porque pidió que pagaran las antorchas que, en ese entonces, era con papel de diario quemado-; KC and The Sunshine Band -que se presentó durante tres jornadas y uno de sus integrantes propinó un golpe a un periodista por lo que había escrito-, y The Police. El paso del grupo que lideró Sting -quien volvió a la Quinta Vergara con un magnífico show sinfónico en 2011-, no estuvo ausente de polémicas.

La banda llegó a Chile con cuatro álbumes a cuestas y varios singles colocados en los primeros lugares de los charts. Es decir, era una banda exitosa a nivel mundial, aunque la canción más conocida a nivel masivo del trío en el país era "De Do Do Do, De Da Da Da".

Los integrantes de la banda se mostraron arrogantes, un tanto agresivos -botaron la bandera británica desde la mesa donde realizaron su conferencia de prensa- y bulliciosos como reporta la prensa de la época. Sin embargo, ofrecieron dos espectaculares presentaciones que los inscribe como uno de los mejores que han pasado por Viña del Mar, y que fue bien recibida por los jóvenes que asistieron en ambas jornadas.

Injerencia de gobierno

Con la crisis económica que se desató en 1982 era lógico que el Festival también se viera complicado de contar con artistas anglo de renombre, y en 1983 le dio comida al Monstruo con los británicos de Bucks Fizz.

Las cosas no parecían mejorar. En 1984 llegó Andy Gibb, el menor de los hermanos de la banda Bee Gees, el que había sido un éxito en los '70 pero que aterrizó en Viña tras salir de rehabilitación y el marco de una gira para generar dinero para evitar la bancarrota; y si bien fue un éxito sobre el escenario, no venía en su mejor momento. La contraparte fue Sheena Easton, quien llegó a la Ciudad Jardín en pleno apogeo de su disco en español "Todo me recuerda a ti".

Y aunque en 1985 no había dinero para costear un gran número anglo, se concretó la visita del cantautor de country, músico y actor estadounidense John Denver. Según publicó este Diario, su arribo a la Quinta Vergara fue una gestión del entonces ministro Secretario General de Gobierno Francisco Javier Cuadra, quien llamó al director del certamen, Sergio Riesenberg, para decirle que el gobierno financiaría la contratación de un artista top sin importar el monto.

La intención de Cuadra no era levantar el nivel del certamen, sino que desarrollar una maniobra distractora para que otra noticia tuviera un impacto menor en los medios: la salida del ministro del Interior Sergio Onofre Jarpa. El cantante fue un hito en la historia del Festival tanto por su calidad artística y su simpatía que lo transformaron en "EL" gran número de toda esa edición.

Otros que pasaron por Viña en la segunda mitad de la década de los '80 fueron Laura Branigan, Air Supply y REO Speedwagon. Pero el certamen de 1988 fue especial, pues ese año se desarrollaría el Plebiscito que decidiría la permanencia de Augusto Pinochet en el poder.

Y si bien lo que más se recuerda es la frase de José Luis "Puma" Rodríguez de "hay que escuchar la voz del pueblo", también fue relevante el mensaje que leyó el vocalista de Mr. Mister, Richard Page, en plena actuación. Se trató de una declaración pública de apoyo a los artistas amenazados de muerte por la Asociación Chilena Anticomunista (ACHA): "Un saludo para los actores chilenos amenazados. Los artistas del mundo estamos con ustedes". La transmisión se cortó, y luego apareció diciendo que no sabía lo que estaba leyendo.

Extraños casos

La llegada de la democracia significó también la apertura de nuevos espacios para la música, y el Festival dejó de ser interesante para los músicos anglos. Eso, sin embargo, no significó que el certamen no contara con algunas joyitas impensadas para el certamen. Un ejemplo de ello es Faith No More que se presentó en dos jornadas consecutivas en Viña 1991, negociación que se logró gracias a la participación del grupo en Rock in Rio.

En aquel momento la banda era conocida sólo en algunos circuitos gracias a temas como "Epic", "Falling to Pieces" o "From Out of Nowhere", aunque la crítica de la época no entendió en ese momento la importancia de tenerlo sobre Viña. Brilló y dejó para el recuerdo la postal de Mike Patton dándole un beso en la mejilla a un incómodo Antonio Vodanovic.

Un caso similar fue el que se vivió en 2006 con la presentación de Franz Ferdinand. Ese año la parrilla, a primera vista, no era una de las mejores del certamen. A pocos días que se iniciara la versión se llegó a acuerdo con la banda de indie rock formada en Glasgow, y que venía a Chile a telonear a U2. Los liderados por Alex Kapranos miraban algo sorprendidos al público por la energía que se desprendía y el show tomó otro color, tanto así, que hasta el día de hoy recuerdan su paso por la Quinta Vergara.

Siguiendo con las rarezas para un evento como es el Festival de Viña del Mar está la presencia de Morrissey en 2012, un artista de nicho más que masivo a lo que generalmente apuesta el certamen.

El exlíder The Smiths ofreció un show para el gusto de los fanáticos, no aceptó premios y obligó a suspender la competencia folclórica porque se debía cumplir el compromiso de aparecer en escena a las 0.30 horas.

Promesas cumplidas

Desde 1990 hasta la fecha han sido varios nombres que han pasado por la Quinta Vergara que van desde números que están en su cumbre artística -como Backstreet Boys en 1998-, aunque la balanza se inclinó más bien por clásicos como Tom Jones (2007) y Journey (2008).

Pero desde que en 2011 CHV tomó las riendas del Festival se propuso contar con un número anglo relevante dentro de la historia musical, iniciando el camino con Sting, al que le siguieron nombres como Elton John, Lionel Richie y Cat Stevens, que ofrecieron espectáculos de lujo.

También cumplió con dos promesas que se arrastraban desde hace años: Rod Stewart y Jamiroquai. El solista fue el que hizo el primer concierto masivo en Chile1en 1989, y desde ese momento sonaba como una posibilidad para el certamen, pero recién se concretó en 2014, siendo un lujo que el público disfrutó con ganas

Similar fue el caso con Jamiroquai que venía sonando hace años como posible invitado para Viña, y recién se concretó en 2018 ante la euforia de su fanaticada. Al menos, la que estaba en la Quinta Vergara, porque la emisión televisiva mostraba más al público.

Uno de los últimos artistas anglo que estuvo en la Quinta Vergara fue Maroon 5. Se esperaba con ansias su debut sobre la Quinta Vergara, pero el recuerdo no es tan positivo, pues para siempre quedara en la memoria el desganado show que hizo en 2020.

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