Esta semana se confirmó la partida del delantero Enzo Gutiérrez de Santiago Wanderers al club Universitario de Lima. El hecho ha causado desazón porque se suma al fin de la era de Miguel Ramírez en Wanderers, demasiadas emociones en una misma semana.

Es raro el caso de Enzo. Nicolás Córdova lo trajo al club el 2017 en un ambiente lleno de dudas, lo menos que se dijo fue que tenía los ligamentos de la rodilla como un huaipe y que iba a jugar poco y nada. Aunque tuvo lesiones, participó activamente en varios partidos e hizo goles claves en esa temporada. Los más recordados: los dos de los tres goles que marcó en la final de la Copa Chile, nada menos que a uno de sus ex clubes y que le permitieron a Wanderers obtener otra copa en su centenaria historia.

Esa misma categoría, que le valió el apodo de "el de los goles importantes", no fue suficiente para salvar al club de su caída a la primera B. A modo de anécdota, antes de que bajaran, Enzo perdió un penal frente a Temuco en Playa Ancha. Al día siguiente, me lo encontré en el supermercado y le pregunté por el tiro. Su respuesta: "si no se sufre, no se disfruta". Al final, se sufrió y no se disfrutó, porque aunque marcó en el partido de ida de la liguilla contra Unión La Calera, no pudo estar en la vuelta por lesión y Wanderers quedó condenado a la B.

A pesar de todo, Enzo siguió en el club, junto a Medel, Luna, Cerezo y otros foráneaos que, aunque llegaron para defender a Wanderers en primera, fueron fieles al compromiso de sacar al equipo de la división donde ellos mismos lo habían metido.

No se logró el 2018, pero sí el 2019. En una jornada histórica en Valparaíso, Enzo compartió con los hinchas que lucharon en las calles para que el club tuviera lo que le correspondía, un ascenso, aunque fuese por secretaría. Ahí, miles de wanderinos pudieron comprobar lo que solo veían por televisión: Enzo, además de ser un tremendo goleador, es un "encanto", el yerno soñado. Siguiendo la máxima del goleador, se sufrió, pero al final se disfrutó.

De vuelta a la división de honor, Enzo cumplió con hacer lo que era una marca registrada: goles importantes. Le marcó a Colo Colo, dos veces en el monumental y otras dos en Playa Ancha y también un penal en el último minuto a Everton, cuando Wanderers, después de varios años, derrotaba a su eterno rival.

Resistido al comienzo, Enzo se va de Wanderers luego 4 años, donde completó un centenar de partidos con la camiseta verde y casi medio centenar de goles. La W en el rostro, después de cada uno de sus goles, quedará como un recuerdo imborrable de su paso por Valparaíso. Su nombre se inscribe con letras grandes en la historia de Wanderers junto a otros centrodelanteros como el Tanque Álvarez, Vener, De Luca o Fernández.

por WINSTON