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La urgencia de un seremi de Salud

Algún día alguien levantará la voz para denunciar la ordinariez de RN y Evópoli en la postergación del nombramiento a costa de la salud pública. Cansa tanta mentira, ordinariez y mala gestión de los partidos (RN y el impresentable Evópoli), que se pelean por cupos a costa de la salud de la población.
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Cuesta entender el marcado retraso en el nombramiento del nuevo seremi de Salud, tras el despido del exresponsable del cargo, Francisco Álvarez, a comienzos del mes de febrero. Nadie discute la decisión soberana que tomó la subsecretaria Paula Daza, en conjunto con el intendente Jorge Martínez, de forzar la salida del químico farmacéutico RN, mas aun si se dan por ciertos los detalles que han comenzado a conocerse en las últimas semanas respecto de los datos amañados y las malas prácticas del defenestrado funcionario, en conjunto con su equipo.

Con todo, uno esperaba un Plan B. Algo de planificación que relevara a este lánguido Gobierno Regional de su consabida improvisación y poca reacción ante las crisis. Qué mejor ejemplo de ello, que estemos prontos a cumplir un mes en manos del seremi subrogante, Emilio del Solar, con su jefa de gabinete con licencia médica mientras trabaja para un candidato a alcalde, y el absurdo de tener que forzar una vacunación exprés porque nadie se había dado cuenta del pronto vencimiento de las vacunas Pfizer.

Sumando y restando, la performance de Salud a nivel nacional ha resultado casi óptima, sin embargo en la Región de Valparaíso eso no ha sido así. Los municipios, sobre todo Viña del Mar, facilitaron el salto de fila sin vergüenza alguna. De hecho, es muy raro saber de alguna autoridad -salvo el ejemplar caso del gobernador Gonzalo Le Dantec- que no se haya vacunado a la mala gracias a las "movidas" de la Municipalidad de Viña del Mar, del propio Gobierno Regional o de la Armada.

Se definieron así ciudadanos clase A y B, siendo obviamente los B la gente como nosotros -incluidos desde el director hasta el junior de este diario-, no dispuestas a quitarle el cupo a personas rezagadas de la tercera edad para asegurar mezquinamente la salud propia.

¿A quién responsabilizar? Derechamente a Salud, que delegó la responsabilidad de las vacunas a alcaldes irresponsables -ad portas de las elecciones municipales-, que no tuvieron empacho en asegurar las inoculaciones de los cercanos, como sucedió en la comuna de Viña del Mar por obra y gracia de María Angélica Maldonado y, en consecuencia, aunque quizás ni se enteró, de la alcaldesa Virginia Reginato.

Por lo mismo es que la Región exige transparencia total respecto de las vacunas y de las omisiones y errores cometidos. No es posible que el seremi de Salud no sea capaz de darse cuenta de que las dosis de Pfizer para los profesores estaban a punto de caducar y que tenga que ser el gobernador quien les arme el plan de vacunas exprés.

Cansa tanta mentira, ordinariez y mala gestión de los partidos (como RN y el impresentable Evópoli, por Dios qué daño ha hecho este último partido en la zona), que se pelean por cupos a costa de la salud de la población. Ya da lo mismo que hagan desastres en Economía y Transportes, pero con Salud no se juega.

Fortaleza de una nación

"En la serie de elecciones que debemos asumir con el mejor de los espíritus, hay una oportunidad de construir un futuro digno, justo y sostenible, en particular cuando hablamos del acuerdo constitucional". Bernardo Donoso Riveros, Profesor emérito PUCV
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Son tiempos particularmente especiales los que vivimos todas las generaciones que somos parte constitutiva de esta nación que habitamos. Afirmar esto no tiene novedad alguna. Naturalmente, cada ser humano tiene su propia aproximación a la avalancha de sucesos y experiencias que han conmovido la vida de manera similar en algunos casos y opuesta en otros. Los que aparecen como más evidentes e impactantes van desde aquellos de octubre de 2019 -que podría entenderse también como un conjunto variado y diverso y no como uno solo y monolítico- hasta el virus invisible que ataca a la humanidad entera en el más global sentido. En medio de estos dos casos tangibles, visibles y en desarrollo, hay muchos intermedios que podemos considerar junto a los derivados de estos dos mencionados. Es decir, las consecuencias evidentes observables con grados diversos de objetividad y todo aquello subjetivo que domina nuestras interpretaciones y acciones.

Por otra parte, parece ser que el contexto global, más aún el más cercano en el propio continente, está conmovido por una mezcla de la tragedia sanitaria provocada por la pandemia, junto a la crisis económica profunda que se deriva de ella. A ello se suma el horror de las crisis humanitarias que genera migraciones no conocidas, donde muchos eludimos hacer mención a una en particular, cuyas causas dictatoriales subyacentes tienden a permanecer bajo un manto. Tiempos particularmente especiales que serán motivo de análisis histórico por decenios. También es parte del escenario la profundización de las desconfianzas, alimentadas por las máquinas de las mentiras falsas, obra de "creativos" desprovistos de toda ética que solo sirven a sus ideologías y propósitos no democráticos o a la propia autoestima y soberbia basada en el simplismo del que cree tener la solución elemental a los problemas complejos.

Son tiempos de apreciación sobre el liderazgo político, en un ambiente de alta incertidumbre, en que parece que la ética política y las nobles conductas al servicio del bien común con sentido de lo posible, aparecen aplastadas por la demagogia y el populismo, por el dogmatismo, por la oferta sin sentido del largo plazo ni consideración sobre los efectos intergeneracionales. No hay democracia sin organización política formal, que sea ejemplar ante la sociedad por su servicio y dominio de la mera ambición del poder por el puro goce de tenerlo. La sociedad debe enorgullecerse de sus dirigentes políticos, mujeres y hombres, que sean reconocidos al caminar como aquellos que contribuyen a hacer mejores nuestras vidas, que fortalecen la libertad, que hacen posible el terreno para el fraternal encuentro de la diversidad, que cultivan el Estado de derecho, que fortalecen la nación entera.

En la serie de elecciones que debemos asumir con el mejor de los espíritus, hay una oportunidad de construir un futuro digno, justo y sostenible, en particular cuando hablamos del acuerdo constitucional. Al poner atención a las palabras de muchos, son diversos los sentimientos, a veces encontrados, sobre el futuro. La fortaleza se sostiene en la unidad, en la búsqueda común de la cohesión, asumiendo la diversidad presente y futura.

La sustentabilidad empresarial es hoy

"Para quienes aún no comienzan, ahora es cuando incorporar la sustentabilidad en sus empresas. Esto ya no es una tendencia, sino que es el piso mínimo que todas las compañías deben tener". Michelle Senerman, Directora ejecutiva de Desafío 10X
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Históricamente, el interés de las empresas solo se centraba en aumentar la producción, reducir costos y mejorar márgenes, entre otros. Esto, en ocasiones a costa de los trabajadores o de la explotación indiscriminada de recursos y altos niveles de contaminación, como son, por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero, que están llevando a aumentar la temperatura del planeta.

Pese a que los científicos se encuentran hace décadas anunciando los terribles efectos de la crisis climática, ha tomado bastante tiempo -y muchos eventos climáticos desastrosos- para que este tema se encuentre en boca de todos y sea una preocupación a nivel mundial. Similar a esto, a nivel social en Chile, la desigualdad ha sido un tema sin arreglo por muchos años, lo que finalmente explotó con el estallido social de fines del 2019. Afortunadamente, a pesar de su complejidad, ambas crisis están acelerando un cambio de mentalidad importante en las empresas, llevándolas a preocuparse más allá de la producción y haciéndolas incorporar la sustentabilidad ambiental y social en su quehacer diario.

De a poco las empresas se están dando cuenta de que incorporar estas temáticas las ayuda a ser más eficientes, a anticiparse a crisis como la sequía en Chile, que es un ejemplo importante de esto, y a mejorar la visión que los consumidores tienen de sus productos, entre otros beneficios.

Pero lo que es aún mejor, es que preocuparse de temas ambientales, sociales y de gobernanza no es solo algo que los consumidores -cada vez más informados- están pidiendo a las empresas, sino que también es algo que los inversionistas toman en cuenta. A través de los criterios ESG (Environmental, Social and Governance en inglés), quienes invierten buscan conocer qué hacen las empresas en materia de sustentabilidad, y aquellas con un mejor registro de ESG producen retornos más altos a tres años, con más probabilidades de convertirse en acciones de alta calidad y reduciendo la posibilidad de grandes caídas de precios, de acuerdo con Bank of America Merrill Lynch.

Adicionalmente, según estimaciones de JP Morgan, las inversiones en activos que cumplen con criterios ESG representarán la principal clase para mayores asignaciones este 2021, puesto que su adopción se duplicó en 2020, pasando de 3 billones en 2019 a cerca de 7,2 billones en el año que recién pasó.

Para quienes aún no comienzan, ahora es cuando incorporar la sustentabilidad en sus empresas. Esto ya no es una tendencia, sino que es el piso mínimo que todas las compañías deben tener para mantenerse competitivas.

Desde Desafío 10X queremos aportar a la generación de un ecosistema empresarial más sustentable y consciente con su entorno. Es por esto que hacemos la invitación a compartir de manera más justa el valor que generan las empresas y a que reduzcan sus brechas salariales por medio de alguno de estos dos compromisos: establecer un sueldo mínimo de 22 UF y/o limitar la brecha a un máximo de 10 veces entre el sueldo más bajo y el más alto de la compañía.