Movilidad de Viña en aumento tras cuarentena en Valparaíso
PANDEMIA. El retroceso a fase 1 en el Puerto ha significado una migración de personas a la Ciudad Jardín. Expertos califican fenómeno como "peligroso".
A una semana del retroceso de Valparaíso a un confinamiento total tras el aumento de casos positivos de coronavirus, Viña del Mar mira de reojo esta situación, dado que aún se mantiene en fase 2 a pesar de que las calles céntricas están permanentemente con alta afluencia de personas, quienes en muchas ocasiones no respetan distancia social ni medidas básicas de prevención de contagios.
En este sentido, solo basta una vuelta rápida por algunas calles del plan de la Ciudad Jardín para comprobar que la cuarentena en el Puerto, la que ha provocado una reducción de casi el 60% del tránsito de las personas en la ciudad durante la última semana, ha influido directamente en el alza de la movilidad de su comuna vecina, esto ya que un grupo considerable de porteños se traslada hacia Viña a pesar de las intensas fiscalizaciones de la autoridad sanitaria.
Bajo esta premisa, Rodrigo Cruz, médico infectólogo de la Universidad de Valparaíso, explicó que "el gran problema de los confinamientos masivos es que después de tanto tiempo las personas no lo cumplen, o lo cumplen de forma parcial, y para que la medida sea efectiva tiene que haber al menos un 70% de adherencia, o sea, un 70% de las personas tiene que quedarse en su casa, cosa que es difícil a esta altura de la pandemia, porque la gente no está haciendo mucho caso".
En cuanto al tránsito de personas, el experto señaló que "si hay dos ciudades que están tan juntas, que comparten espacios en común, cuando solo una entra a cuarentena, la otra probablemente aumenta su movilidad, es un efecto peligroso. Eso es lo que se espera para Viña del Mar".
En virtud de esto, el especialista agregó que decretar el retroceso a una comuna pero a la otra no es una idea que no se concibe: "El aumento de los casos está directamente proporcionado con el aumento de la movilidad y las aglomeraciones. Entonces, básicamente no se entiende que Valparaíso esté en fase 1 y Viña no, si se tomó esa decisión, tenía que haber sido para ambas ciudades".
Cruz, además, se refirió a la efectividad de la cuarentena como medida para bajar los casos de la región, señalando que esta medida "no es la solución definitiva, pero de todas formas ayudaría en caso de si seguimos creciendo en las cifras, como es la tasa de incidencia de casos activos, la tasa de positividad y la ocupación de camas críticas en la región".
Aglomeraciones
Uno de los aspectos que más preocupa, teniendo en cuenta el flujo de la población que se mantiene en alza en Viña del Mar, es la cantidad de lugares en los que se aglomeran personas, entre ellos el mall y la costanera, dos de los sitios más visitados durante todo el año.
A su vez, varios cuestionamientos se han levantado tras el anuncio del Ministerio de Salud realizado el lunes pasado, en el que se señaló que misas podrán realizarse en comunas de fase 2, medida incomprendida por los expertos.
"La principal labor que tiene la autoridad sanitaria es controlar las aglomeraciones, porque estas actúan como amplificadores de la pandemia, entonces hay que evitar estas instancias, más ahora que viene un fin de semana largo de carácter religioso, donde las personas se pueden reunir en torno a diferentes cultos, por lo que es probable que ahí se pueda aumentar la transmisión", sostuvo Cruz.
Comercio
Otro de los sectores más afectados por el traslado de porteños hacia la comuna vecina es el comercio, que han tenido que recibir en contra de su voluntad a cientos de vendedores ambulantes que se quedaron sin la posibilidad de seguir ocupando las calles de Valparaíso por las restricciones que decreta la autoridad sanitaria a nivel nacional.
"Desde que comenzó la cuarentena en Valparaíso, el comercio ilegal se ha potenciado en las calles viñamarinas, un comercio que no aporta al desarrollo de la ciudad, que no tiene garantías ni paga impuestos, y que significa una competencia desleal en momentos tan difíciles como son los de hoy día", precisó Rodrigo Rozas, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar.
"La calle Valparaíso hoy, lamentablemente, parece una feria libre, donde la libertad de acción supera las restricciones y normativas que existen, por lo que nos sentimos muy indefensos, porque tenemos que seguir pagando arriendos y todo lo que conlleva mantener un local", añadió categóricamente.
En cuanto a la inminente cuarentena, el dirigente señaló que dentro del gremio hay una suerte de incertidumbre por no saber el futuro de la ciudad, lo que ha estado provocando el cierre de muchos locales tanto por este motivo como también por las medidas del Gobierno, entre ellas la obligación de cerrar a las 20 horas y el adelantamiento del toque de queda nuevamente a las 22.00 horas.
"Como gremio no le encontramos ningún sentido a la medida de cerrar más temprano, porque esto solo genera más desempleo y negocios cerrados, o sea, significa naturalmente colocar una lápida y dar un portazo a la actividad turística, gastronómica y, en general, el área comercial", puntualizó Rozas.
En esta lógica, el presidente de la Cámara profundizó en que al sector gastronómico se le ha adjudicado de manera incorrecta un cartel de culpable por contagios, dando cuenta que hay otras instancias, como en el uso del transporte público interurbano, como buses y metro, en que no hay un aforo máximo para controlar a los usuarios, siendo ahí en donde hay muchas más probabilidades de contraer el virus.
"El gran problema de los confinamientos masivos es que después de tanto tiempo las personas no lo cumplen".
Rodrigo Cruz, Médico infectólogo UV
"Desde que comenzó la cuarentena en Valparaíso, el comercio ilegal se ha potenciado en las calles viñamarinas".
Rodrigo Rozas, Pdte. Cámara de Comercio.
60% ha bajado la movilidad en Valparaíso desde el jueves 11 de marzo, día en que comenzó la cuarentena.