La Semana Santa y el consumo de pescados
La reapertura de la Caleta Portales preocupa a dirigente del Colegio Médico, que advierte sobre peligrosas aglomeraciones de público. La demanda de productos del mar por el feriado religioso no tiene ningún fundamento doctrinario. Por el contrario, el llamado de la Jerarquía es a la privación propia del significado de esa jornada, más que a los placeres de la buena mesa.
En medio de polémicas y tras un cierre de casi dos semanas reabre la tradicional Caleta Portales de Valparaíso. Este lugar tiene una doble función. Por un lado, es un importante centro de abastecimiento para la población, junto con ser una atracción turística por su oferta gastronómica; y, por otro, es un mercado que permite a los esforzados pescadores la venta directa de sus productos al público.
Todas estas características suponen concentración de personas, compradores, vendedores y trabajadores asociados a la actividad. Este movimiento tradicionalmente aumenta con ocasión de Semana Santa, oportunidad en que crece la demanda de productos del mar, aun cuando esa mayor demanda no tiene ningún fundamento religioso. Por el contrario, el llamado de la Jerarquía es más bien a la privación propia del significado de esa jornada, que a los placeres de la buena mesa que proporciona el consumo de pescados y mariscos.
Pero el problema de fondo de la apertura de Caleta Portales, al igual de lo que ocurre con las también tradicionales ferias libres y también con los más glamorosos centros comerciales, está en las aglomeraciones, en la concentración de personas y, en último término, en la movilidad de todas esas personas a través de la ciudad.
Desde esa perspectiva tiene toda la razón el doctor Ignacio de la Torre, presidente regional del Colegio Médico, al cuestionar la apertura de la caleta. Su crítica sanitaria se extiende a lo social cuando afirma que "en este momento, lejos de propiciar aglomeraciones en puntos de comercio, lo que tenemos que hacer es garantizar que el Estado ayude a los pescadores, para que si esta es la peor venta que existe en los últimos años, ellos no estén desprotegidos".
Jorge Castro, director del sindicato de la Caleta Portales, no está de acuerdo con la posibilidad de una compensación mediante ayuda estatal. Afirma que "para nosotros son burlas… la ayuda no va por ese lado, sino que en un protocolo bien hecho desde el sindicato hacia afuera, para esperar a la clientela. Un buen protocolo y un buen control". A la vez, descarta la aglomeración de gente y reitera que "a nosotros no nos gusta que nos ayuden, porque se ve feo".
Pero más allá polémicas sobre la apertura, hay que insistir, como lo afirma el dirigente del Colegio Médico, en que el consumo de pescado no es imprescindible en Semana Santa. Incluso el acento general de los responsables de la salud de la población debería estar en incentivar el consumo todo el año de productos del mar, facilitando su llegada al público, tarea largamente pendiente.
Pero como cada día tiene su afán, la tarea del momento es evitar las aglomeraciones y para ello mejorar controles en aquellos centros comerciales realmente esenciales para el abastecimiento de la población, centrándose en que el foco está en frenar la pandemia.