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DEBATES & IDEAS

El Pladeco millonario

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Todos los municipios deben hacer un plan de desarrollo comunal o "Pladeco", cuyo objetivo es orientar el crecimiento sustentable de su comuna. Si bien los Pladecos son obligatorios, no lo es su ejecución. Sus propuestas no son vinculantes con la inversión que hace el Gobierno central y regional o el propio municipio, y por ello luego de un tiempo, estos documentos terminan en un cajón.

Quizás por ello, los Pladeco tienen un presupuesto mucho más bajo que un plan regulador o un proyecto de infraestructura. El de Vitacura, que es una de las comunas más ricas de Chile, costó $85 millones de pesos y el de Renca $60 millones. Por ello me impactó saber que el Pladeco de Valparaíso había costado la friolera de $892 millones como publicó este diario la semana pasada. Así que bajé el documento de la web y me leí sus 360 páginas para saber si había algún factor que explicara este incremento.

Mi primera impresión es que no existían grandes diferencias con un Pladeco tradicional, salvo porque el de Valparaíso es más extenso y ambicioso, pero a la vez muy ambiguo en sus propuestas.

La primera parte parece una tesis de magíster, llena de conceptos teóricos y referencias a autores del marxismo urbano como David Harvey o Henri Lefebvre, cuya influencia se nota con la crítica a la hegemonía del modelo neoliberal o la relación Estado-empresas.

En base a ello el municipio sitúa al Pladeco como un nuevo modelo de planificación, participativo, integrado y "multiescalar". Una herramienta que genere un cambio estructural. Una refundación que supera, con creces, sus modestas atribuciones.

Diagnóstico

La segunda parte del documento es el clásico diagnóstico comunal con una lista interminable de indicadores y una descripción de los sistemas territoriales, sociales o productivos de Valparaíso.

La información es valiosa pero demasiado abundante y sin una estructura clara. Recién en la página 221 de 360, se presentan las primeras propuestas, a partir de una imagen objetivo que imagina a Valparaíso como un "lugar de nuevos conocimientos y aprendizajes, que avanza al buen vivir sin dejar a nadie atrás". Esta idea fuerza se ordena en cinco ejes que agrupan un listado gigante de medidas tan diversas como la educación pública, el molo de abrigo, la recuperación del patrimonio o la construcción de nuevos parques y espacios públicos.

¿Y cuanto cuesta implementar este Pladeco?. La verdad es que no tenemos idea. En ninguna parte del texto se precisa algo parecido a un presupuesto para las medidas propuestas. Tampoco existe una Carta Gantt que muestre cuándo y cómo se intercalan o potencian estas medidas. No se indica cómo el municipio logrará que ministerios o gobiernos regionales financien las propuestas de su Pladeco, salvo por decir que se "coordinarán" en mesas.

Esta falta de aplicabilidad es una falencia grave en cualquier Pladeco y especialmente en uno que pretende ser un nuevo modelo de planificación territorial, con objetivos de transformación social y urbana muy ambiciosos. Por ello creo que las aprensiones respecto al costo se justifican totalmente. Lamentablemente el municipio reaccionó de la peor forma. Se limitó a decir que los $892 millones no eran reales, ya que $320 M habían sido gastados en la alcaldía anterior, también fuertemente criticada por este mismo diario y la ciudadanía, una suerte de empate que no sirvió para nada, ya que $ 549 millones de saldo siguen siendo una cifra exorbitante para un Pladeco.

Como ha ocurrido con otros escándalos, el municipio de Valparaíso se victimizó, acusó campañas sucias e intentó dar lecciones de ética periodística, algo increíble viniendo de una administración acusada de malversar recursos destinados a niños vulnerables.

¿Qué pasará ahora que la Contraloría investigará su Pladeco millonario?

¿También la acusarán de integrar una maquinación en su contra? De ser así, la lista de conspiradores sería muy larga, ya que habría que sumar a los sindicatos de trabajadores municipales, exfuncionarios que denunciaron acosos, pequeños comerciantes y grandes empresarios, concejales de izquierda y derecha que buscan destituir al alcalde por notable abandono de deberes o referentes del pacto La Matriz que han planteado criticas demoledoras a la gestión del alcalde que ayudaron a elegir.

Peras y manzanas

Quizás las tesis conspirativas funcionen en redes sociales, pero serán letra muerta cuando el alcalde deba explicarle a la Contraloría, con peras y manzanas, por qué gastó seis veces más que Vitacura en un Pladeco con deficiencias serias en sus propuestas y aplicaciones. La duda está planteada y esperemos que las respuestas lleguen pronto, sin victimización ni teorías conspirativas afiebradas.

por iván poduje capdeville, arquitecto y urbanista