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PROFUNDA DESCONEXIÓN EN IDEA DEL EJECUTIVO DE RECURRIR AL TC

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"Esta semana se discutió en el Congreso el proyecto de ley que permite un tercer retiro de los fondos previsionales de las AFP, un proyecto que tiene amplio apoyo en la ciudadanía -según la encuesta Tú influyes, un 76% de las personas retiraría sus fondos, aunque ello implique quedar con $0 en sus cuentas- e incluso en buena parte del oficialismo, que, tras resistirse al primer y segundo retiros, ahora abrazan la iniciativa, evidentemente, más por conveniencia que por convicción.

El enorme apoyo que ha concitado la iniciativa no es de extrañarse. Desde el inicio de la crisis sanitaria, el Estado no ha sido capaz de implementar una red de protección social eficaz que, por una parte, ofrezca seguridad socioeconómica a las familias y, por otra, evite una sobreexposición innecesaria de las y los trabajadores al contagio, especialmente en aquellas comunas más vulnerables, como es el caso de Valparaíso.

El Gobierno optó por enfrentar la crisis con políticas focalizadas: cajas de mercadería de $30 mil pesos -compradas con un sobreprecio de hasta un 44%, según detectó Contraloría-; la ley de (des)protección del empleo, que obligó a miles de trabajadores a costear la suspensión de sus contratos con sus ahorros del seguro de cesantía; o la implementación del IFE, con un valor inicial de $60 mil pesos per cápita que tuvo que ser aumentado.

Estas medidas, que condujeron a la precarización de la vida de millones de compatriotas -según un estudio del Banco Mundial, 2,3 millones de personas de clase media cayeron en la vulnerabilidad, y el ingreso per cápita cayó un 40% en los hogares donde un integrante perdió el empleo- dejaron como única opción los retiros de fondos previsionales, que inyectaron a la economía US$33 mil millones, ¡casi tres veces más que los US$12 mil millones que colocó el Gobierno para enfrentar la crisis!

La crisis la están pagando las y los trabajadores. El tercer retiro no es una solución idónea ni deseable, pero es completamente necesaria, considerando la ausencia de una Renta Básica Universal que le permita a las familias subsistir dignamente. En ese contexto, el anuncio del Gobierno de recurrir al TC demuestra su profunda desconexión e indolencia frente a la realidad de millones de personas, quienes ven en dicho retiro la tranquilidad de tener, por un tiempo, seguridad económica.

Todo esto ocurre el mismo año que los súper ricos chilenos se hacen aún más ricos -según Forbes, los multimillonarios chilenos aumentaron su riqueza en 2020 un 73%, alcanzando un patrimonio de US$40 mil millones-, siendo el Presidente uno más en esa lista. Esta realidad obscena debe cambiar, urge para ello el impuesto a los súper ricos y un royalty minero, porque la peor pandemia es la desigualdad". 2

Desde el inicio de la crisis, el Estado no ha sido capaz de implementar una red de protección social eficaz".

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SIN CONSENSOS BÁSICOS, MEDIDAS NO SERÁN TÉCNICAMENTE ADECUADAS

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"La pandemia mundial ha producido los efectos de un terremoto devastador, con la salvedad que estos se extienden por un par de minutos, en tanto que la crisis sanitaria nos ha golpeado por más de un año, sin que exista certeza de cuándo terminará. Hago este paralelo para demostrar la gravedad del problema y lo difícil que será abordarlo en un escenario de alta incertidumbre.

Como ocurre con los terremotos, la pandemia ha sido completamente impredecible en su origen, impacto y duración. Ante un problema de esas características, las soluciones son extremadamente complejas porque en el mundo de la incertidumbre corresponde aplicar medidas esencialmente transitorias. Las soluciones, por definición, simplemente no existen.

Para enjuiciar el tercer retiro del 10% de los ahorros previsionales, parto de la premisa de no entrar a calificar el modelo previsional vigente, sino que por evaluar la racionalidad de acudir a este mecanismo. En teoría, como política pública, recurrir al bolsillo de los propios afectados, probablemente es la peor de las soluciones, pero en términos prácticos no la considero del todo irracional. Desde luego, distintos países y con fórmulas diversas han utilizado esta vía, por ejemplo, Perú, Australia, Francia, Portugal, España, Estados Unidos y Finlandia.

Probablemente, la gran diferencia que ha presentado nuestro país radica en el hecho de cuestionar el modelo previsional, esto es, contradecir la premisa en la que fundo mis apreciaciones. Es este cuestionamiento el que ha perjudicado el logro de grandes acuerdos que permitan aplicar medidas donde lo técnico prime sobre el aprovechamiento político.

Por otra parte, los numerosos procedimientos y recursos que ha dispuesto el gobierno para atenuar la crisis se han visto contaminados por el uso indebido de bonos y ayudas, el exceso de tecnicismo para su aplicación, el errático manejo comunicacional y la falta de alcance directo a quienes debían resultar favorecidos.

En otras palabras, al primer terremoto de la pandemia debemos añadir un segundo terremoto, iniciado con el denominado estallido social, que ha generado divisiones en la clase política de una envergadura tal, que el espacio para los acuerdos ha cedido lugar a la ventaja pequeña, a la ganancia del momento y a un discurso populista que no habíamos presenciado desde el retorno a la democracia.

Mientras no logremos consensos básicos, inevitablemente las medidas no serán las técnicamente adecuadas, sino más bien las políticamente rentables, como sucede con el tercer retiro del 10%. Dentro de este panorama, la pretensión de recurrir al Tribunal Constitucional, en nada contribuirá a resolver las turbulencias que actualmente sacuden a nuestra democracia". 2

El espacio para los acuerdos ha cedido lugar a la ventaja pequeña y a un discurso populista".

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Demora en las ayudas del ESTADO Y necesidad que va en aumento

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"El tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones hoy es una medida urgente, porque la necesidad para subsistir no la tienen sólo las personas más vulnerables, sino que la necesidad ha crecido hacia lo que en nuestro país se ha denominado "clase media". Trabajadoras y trabajadores que han perdido sus fuentes de ingresos; pequeños y medianos empresarios que no son servicios esenciales y que han tenido que bajar sus cortinas, no pudiendo acceder a ninguno de los beneficios que el Gobierno ha propuesto.

Los retiros de los fondos previsionales pudieron haberse evitado si el Gobierno hubiese establecido una Renta Básica Universal, permitiendo a todas las personas recibir un monto mensual sin condiciones, que permita la subsistencia de quienes habitamos Chile. Pero el Gobierno no ha entendido que ésta es la ocasión en que es el Estado quien debe contribuir al bienestar de sus habitantes a través de aportes directos, porque de eso depende que las medidas sanitarias tengan efecto.

El Gobierno, si quiere demostrar que en algo le importan sus habitantes, debe evitar llegar al Tribunal Constitucional, aun cuando tenga la facultad. Las decisiones políticas y económicas en medio de una pandemia no sólo deben ser observadas desde el punto de vista jurídico, sino que requieren esencialmente una mirada humana, por lo que el Gobierno debe prescindir de su derecho a acudir al Tribunal Constitucional para que las personas puedan subsistir con el tercer retiro del 10%.

Si el Gobierno insiste en que el proyecto del tercer retiro del 10% es inconstitucional, puede llamar a aprobar otro proyecto que, a propósito de las facultades que tiene el Presidente en materia de seguridad social, propone que los parlamentarios y parlamentarias podrán regular el ejercicio del derecho a la seguridad social para atender a necesidades de las personas cuando éstas deriven de calamidades públicas. Es decir, este proyecto busca modificar lo que el Tribunal Constitucional cuestionó: reforma un artículo permanente de la Constitución, y entregar la facultad al Congreso para que legisle en materia de seguridad social, siempre que ello no implique un gasto fiscal directo.

Por último, se ha generado una propuesta ligada al retiro de parte del dinero contenido en los seguros de cesantía y la pregunta que cabe hacer es: ¿hay dinero en los seguros de cesantía frente a la suspensión de los servicios propiciada por el gobierno durante el 2020? La gran mayoría de las y los trabajadores tuvieron que hacer uso de sus seguros para mantener sus relaciones laborales. Por eso, las opciones son que el Estado aporte a través de una Renta Básica Universal o que las y los trabajadores subsistan con sus fondos previsionales". 2

Los retiros pudieron haberse evitado si el Gobierno hubiese establecido una Renta Básica Universal".

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El objetivo que se busca es desmantelar el sistema de pensiones

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"Frente a los esfuerzos desarrollados para ir retirando parte de los recursos ahorrados en nuestros fondos de pensiones en cuantías de un 10%, me he informado que, tras el segundo retiro, un 40% de los ahorrantes había quedado con $0 en sus cuentas y que, de la cuantía retirada, menos de un 50% había pasado a consumo, imaginando que el resto había ido a otro tipo de inversión o, a dejar el dinero bajo el colchón, ante la posibilidad de ver dañado sin remedio el sistema de AFP.

Ahora, el retiro del tercer 10%, ciertamente no irá al sector más necesitado, aunque siempre es atractivo disponer de más dinero para lo que se estime pertinente y, por lo tanto, parece como políticamente incorrecto emitir una opinión en contrario, pero, lo que me parece que no resiste análisis, es continuar con la práctica de retiros continuos cuando, simultaneamente, se está planteando la necesidad imperiosa de mejorar las pensiones de las personas que viven de este tipo de ingreso mensual.

Cuesta comprender que parlamentarios opositores y oficialistas sigan insistiendo en una política que va a dejar fuera del sistema a casi cuatro millones de afiliados que se quedaron sin un ahorro para su futuro, y donde la aprobación del tercer retiro del 10%, incrementará el impacto negativo para las futuras pensiones, siendo muy lamentable que se tengan que utilizar estos recursos para paliar el adverso escenario económico en que quedó nuestro país después del estallido social que luego derivó en delictual, y al que siguió la pandemia. De concretarse esta iniciativa, las personas que se van a quedar sin fondos para su jubilación se elevarían a casi cinco millones, algo que llega a ser paradójico cuando uno revisa datos de la Superintendencia de Pensiones que revelan que quienes migran a nuestro país en forma permanente, están mostrando su confianza en nuestro sistema de pensiones, en donde se suman como afiliados, llegando a representar el 10% de un total de 11 millones.

Sin duda esa reforma profundizará la desigualdad y pavimentará el camino para que millones de chilenos tengan una vejez vulnerable. Los parlamentarios oficialistas que avalan el tercer retiro se resisten a ver que detrás de esto, el gran objetivo es desmantelar el sistema de pensiones, no reconociendo que de manera transversal, técnicos y especialistas han insistido desde el primer retiro que es una pésima política pública.

Respecto a una eventual concurrencia por parte del Gobierno al Tribunal Constitucional, me parece que el comportamiento previo del Ejecutivo ha sido tan errático que hacerlo en esta nueva oportunidad sería incomprensible para la gente común y corriente, apareciendo como una disputa sin destino, de una clase política ya bastante mal evaluada". 2

Esa reforma pavimentaría el camino para que millones de chilenos tengan una vejez vulnerable".

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