"La Constitución no puede ser una camisa de fuerza que impida la deliberación"
Con la propuesta de crear entre cinco a siete macrorregiones para fomentar la descentralización, el abogado Juan Pablo Rodríguez, candidato a la Convención Constitucional, plantea sus posturas de cara a la recta final de las elecciones del 15 y 16 de mayo. El director de la Fundación Piensa, que compite como independiente en cupo UDI, apuesta a mantener el sistema presidencial y perfeccionar el Tribunal Constitucional. Reconoce que la baja aprobación del Gobierno no genera un escenario ideal, pero confía en que la ciudadanía busca rostros nuevos y renovación.
- ¿Qué sistema de gobierno debería tener Chile?
- Mantendría el régimen presidencial por una razón histórica: nos acompaña desde el origen de la república y cada experimento parlamentarista ha sido un fracaso; por una razón idiosincrática: los chilenos sabemos que cuando votamos por Presidente es cuando decidimos cuál es el rumbo que queremos para el país; y por una razón contingente: el Congreso Nacional vive una degradación moral y cívica sin precedentes y parece una mala idea darle más poder en este minuto.
Rol del TC
- ¿Qué rol debería jugar el Tribunal Constitucional en la nueva Constitución? ¿Debe seguir existiendo?
- Si queremos que la Constitución no sea letra muerta debemos tener un órgano encargado por velar por la supremacía constitucional. El TC debe mantenerse tanto porque lleva décadas consolidando su rol, como porque parece mejor que sea un tribunal especializado el que arbitre las cuestiones de constitucionalidad. Ahora bien, el TC es parte de la crisis institucional de nuestro país y debe legitimarse y perfeccionarse. Para eso creo que es clave aumentar los requisitos para ser ministro y que sea un órgano externo el que valide los méritos de los postulantes. A su vez, parece sensato eliminar el control de constitucionalidad preventivo obligatorio de algunas leyes, para fomentar la deferencia al legislador.
- Candidaturas de oposición proponen superar el Estado subsidiario y pasar a un Estado social de derechos. ¿Qué opina de aquello?
- La necesidad de elegir entre subsidiariedad y solidaridad es una falsa dicotomía. La subsidiariedad comprende la solidaridad y obliga al Estado tanto a que respete nuestra libertad y permita el desenvolvimiento de la sociedad civil como a que actúe o intervenga cuando los privados no pueden, lo hacen mal o no quieren hacerlo. A su vez, permite la solidaridad entre los ciudadanos, que solo puede ser ejercida en la medida que estos mantengan su libertad. La Constitución no es un programa de gobierno. Debe organizar el poder, reconocer nuestros derechos fundamentales y permitir que bajo su mandato puedan implementarse distintos programas de gobierno o modelos de desarrollo. Deben ser los chilenos a través de elecciones periódicas los que decidan, según las circunstancias de ese momento, cuál debe ser la orientación del gobierno. La Constitución no puede ser una camisa de fuerza que impida la deliberación democrática futura.
- En la más reciente encuesta CEP, el Gobierno figura con un 74% de desaprobación. ¿Cómo afecta esto a los candidatos de la coalición?
- Si bien no es el escenario ideal para los candidatos de la coalición, me parece que el juicio de la ciudadanía es igualmente severo respecto de la oposición y, en último término, respecto de la clase política en general. Percibo que la ciudadanía, con independencia del sector político, lo que demanda son caras nuevas y renovación. Creo que ese será el clivaje fundamental: la vieja o la nueva y buena política. Y mi sector político requiere eso con urgencia, nuevos liderazgos que estén dispuestos a defender convicciones, no se amilanen frente a la violencia política y enfrenten con decisión al populismo y la izquierda radical que busca refundar Chile y obligarnos a partir de cero lo que llevamos décadas construyendo.
Macrorregiones
- El centro de estudios Horizontal propuso crear 5 macrorregiones, que repliquen la figura del gobierno central con un gobernador electo, para promover la descentralización. ¿Qué opina de esa propuesta?
-Es urgente descentralizar Chile y acercar la toma de decisiones a las personas, tanto para tomar mejores decisiones como para que la ciudadanía se involucre más en los asuntos públicos y nuestra democracia se robustezca. Llevo ocho años en la Fundación Piensa trabajando para construir un país más justo con sus regiones. Para ello propongo que avanzar hacia un Estado unitario descentralizado, subir a nuestros municipios al carro de la modernización del Estado, con énfasis en la eficiencia y la probidad, y revertir el proceso de microrregionalización que estamos viviendo. Tenemos que avanzar hacia macrorregiones. (...) Creo que deben ser entre cinco y siete.
"La necesidad de elegir entre subsidiariedad y solidaridad es una falsa dicotomía. La subsidiaridad comprende la solidaridad".