Cartas
Crispación política
A menos de dos semanas de las elecciones, hemos sido testigos de una política de las emociones que sepulta el debate técnico. Pareciese que nos inunda una política tediosamente radicalizada y emocional que solo persigue la destrucción del adversario y que funciona en base a consignas vacías, alejadas de datos y hechos.
En este clima de crispación política, el ruido se vuelve ensordecedor. La farandulización de la política ha provocado que esta forme parte del entretenimiento y que los políticos funcionen como celebridades. ¿Cómo salimos del imperio de la cuña corta, el chascarrillo y los eslóganes tremebundos? Pues siendo capaces de identificar adanismos políticos y resistirnos a la corrupción cognitiva de la sociedad. Alfabetizarse contra los contenidos y efectos de la comunicación populista es una urgente habilidad del siglo XXI que debemos estimular, puesto que de ello depende impedir el continuo erosionamiento de nuestro sistema político.
Camilo Barría-Rodríguez
Separación de poderes
Apenas conseguida la mayoría en la Asamblea Legislativa, el Gobierno de Nayib Bukele destituyó a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador. Lo que deberíamos aprender de este abuso contra el Estado de derecho es que la regla de la mayoría no puede estar por sobre la separación de poderes propia de todo régimen constitucional. A ver si en Chile somos capaces de aprenderlo antes que los delirios inconstitucionales -pero con amplio respaldo popular- sigan horadando la institucionalidad de nuestro país.
Juan L. Lagos Fundación para el Progreso
Fondos previsionales
Y después de haber promovido tres retiros del 10%, más un posible cuarto, quinto, o hasta vaciar todos los fondos de pensiones, ¿qué pasará?
Luis Enrique Soler Milla
Déficit de docentes
Por estos días se discute en el Congreso un proyecto de ley del Gobierno que busca postergar el aumento de exigencias para estudiar pedagogías ante la dramática disminución de matriculados en estas carreras, caída que, según un estudio de Elige Educar, podría significar que en 2025 falten más de 32 mil docentes en el sistema educativo chileno.
El escenario era predecible. La Ley de Desarrollo Profesional Docente de 2016 estableció como requisito de ingreso a las pedagogías un piso mínimo de 500 puntos en la PSU -o actual Prueba de Transición Universitaria-, fijó para 2023 un aumento a 530 puntos y para 2025 exige al menos 560 puntos. ¿Para qué? Supuestamente, para que se titularan mejores profesores. Pero ese no era el camino, ya que nadie puede asegurar que un joven con un muy buen puntaje necesariamente se convertirá en un buen profesor.
Esta forma de implementar políticas públicas por iluminación y sin rigor metodológico lo que ha producido es discriminar a jóvenes que no tuvieron una adecuada transmisión de los conocimientos curriculares en sus colegios para tener mayor puntaje, pero que podrían tener una profunda vocación pedagógica.
Con esta ley, si Gabriela Mistral quisiera estudiar para ser maestra, hoy le sería muy difícil o no podría. La Premio Nobel ya a los 15 años era ayudante en la Escuela de la Compañía Baja y cuatro años más tarde, maestra en La Cantera. Tiempo después sacó su título en la Escuela Normal de Preceptores. ¿Qué la distinguía? El amor por enseñar, que no lo consigue un puntaje.
Rafael Rosell Aiquel Rector U. Pedro de Valdivia
Educación en pandemia
Todas las crisis dan pie para repensarnos, para parar, mirar en perspectiva y reflexionar sobre los retos que tenemos a futuro. Hace unas semanas escuchaba a un experto de la Universidad de Harvard que planteaba que esta pandemia es solo la punta del iceberg de desafíos mucho más profundos que se vienen en los próximos años. ¿Cómo enfrentamos este desafío? ¿Cuál será el rol de la educación, de los profesores, de las familias?
Desde la Fundación País Digital impulsamos la preparación de las nuevas generaciones de la mano de la tecnología, entendida como una herramienta, que no es única, que cambia, pero que habilita, que prepara y que plantea nuevas formas de acercarnos al conocimiento, al aprender, a la forma en la que vemos el mundo.
Hoy necesitamos escuelas que estén absolutamente conectadas con lo que está pasando en el mundo, que hoy está requiriendo nuevas habilidades de colaboración, aprendizaje permanente y resolución de problemas. Debemos adoptar un modelo de coconstrucción de estrategias pedagógicas en las que se vinculen no solo a las familias, estudiantes, directivos y el cuerpo docente, sino también a la sociedad en general. Estamos frente a una tremenda oportunidad de formar una cultura digital para la educación que sustente las prácticas pedagógicas, las metodologías, la enseñanza y el aprender.
Catalina Araya Directora de Educación de Fundación País Digital (FPD)
Competencia
Ya tenemos respuesta a la crisis sanitaria, se han desarrollado diversas vacunas, algunas incluso con mecanismo de última generación. Como suele suceder, la ciencia cumplió, pero ¿qué hacemos con la crisis de voluntad?
La pandemia nos ha revelado la profunda competencia existente entre los países desarrollados con su amplio poder económico y tecnológico, y los que detentan el llamado capitalismo de Estado, con su búsqueda velada de obtener créditos geopolíticos, una ecuación donde indefectiblemente no caben los pobres o los que aspiran al ansiado desarrollo.
Cuando la OMS declaró al covid-19 como una pandemia global, también planteó que las soluciones debían ser compartidas con equidad como bienes públicos, lo que claramente no está sucediendo.
¿Qué pasó con los principios y valores que tantas veces hemos declamado en un sinnúmero de foros o cumbres mundiales? Conceptos como aldea global, globalización o igualdad universal solo cubrieron un término que nunca ha desaparecido: el poderoso y omnipresente nacionalismo.
Raúl E Astudillo Loayza Investigador asociado al Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Chile