Valparaíso, epicentro del terremoto electoral
La derrota nacional del oficialismo alcanzó su mayor grado en la Quinta Región, donde perdió en todos los frentes políticos. ¿No tuvo el intendente, Jorge Martínez, suficiente información como para darse cuenta de lo que venía? ¿No imaginó la reacción electoral tras dilatadas cuarentenas que dejaron a miles de familias sin recursos?
El terremoto electoral sacudió a todo Chile, pero el epicentro fue en la Región de Valparaíso. En primer lugar, con el 43% de los votos, el independiente en la lista del Frente Amplio, Rodrigo Mundaca, nos evitó la molestia de ir a segunda vuelta en julio. Ganó por K.O. la Gobernación, derrotando a Manuel Millones, independiente en la lista de Chile Vamos, y a Aldo Valle, independiente en Unidad Constituyente. Se suponía al menos un respetable segundo lugar para Valle, exrector, de la U. de Valparaíso con buena gestión.
Grieta profunda en Viña del Mar, donde tras cuatro periodos de Virginia Reginato (UDI) la alcaldía quedó en manos de Macarena Ripamonti, Frente Amplio, en la lista de Revolución Democrática, con el 38,5% de los votos, sobre Andrea Molina, de Chile Vamos, que solo llegó al 26,53%.
En Valparaíso arrasó Jorge Sharp, con el 55% de los sufragios, apoyado en una bien montada máquina territorial y comunicacional.
En Quilpué también llegó exitoso el Frente Amplio con Valeria Melipillán, que alcanzó el 33,13% de los votos. Segundo fue el DC Christian Cárdenas, con un 25,44%. Termina así la larga época de Mauricio Viñambres, jefe comunal de consensos, palabra maldita.
La caída oficial, pese a la presencia de nombres conocidos como Raúl Celis y Jorge Arancibia, también alcanzó al oficialismo regional en constituyentes.
La derrota oficial fue por goleada en todo el país, sin lograr siquiera aquel ansiado tercio en constituyentes. Lo reconoce el Presidente Piñera. "No sintonizamos", dijo desde La Moneda y lo reafirmó el vocero, Jaime Belollio, asumiendo en los resultados "una interpelación de la cual tenemos que hacernos cargo".
Y ante un desastre como este hay que pagar la cuenta, especialmente donde el daño ha sido tan brutal, caso de Valparaíso. ¿No tuvo el intendente, Jorge Martínez, suficiente información como para darse cuenta de lo que venía y reaccionar? ¿No imaginó la conducta electoral tras dilatadas cuarentenas que dejaron a miles de familias sin recursos?
Y focalizando, ¿era prudente "importar" una figura nacional para reemplazar a la cuestionada Virginia Reginato, dejando con esa decisión muchos ofendidos con medios, máquinas y posibilidades? Los alcaldes de Viña siempre han sido viñamarinos, algunos muy buenos.
El cierto que la situación de Valparaíso se da en un cuadro nacional de derrota del oficialismo, castigo en general a los partidos y valoración de la patente de "independiente". Pero es cierto también que el problema de La Moneda ha estado en no escuchar voces de todos lados, como la de Andrés Velasco, exministro de Hacienda, de izquierda, pero reconocido economista, que recomendaban ante la crisis sanitaria "echar la casa por la ventana". ¿Se escuchará esa receta cuando llega la hora de jugar las cartas presidenciales?