Heroísmo en la sangre: Voluntarios porteños salvan dos vidas en Santiago
VIVENCIAS. Óscar Silva y Alejandro Guidotti estaban en "canje" en la Región Metropolitana, cuando se vieron enfrentados a complejas situaciones con final feliz. Superintendente envió pública felicitación.
Destacadas actuaciones que permitieron salvar la vida de dos personas y que les han deparado felicitaciones generalizadas en la institución cumplieron dos bomberos porteños en la capital, donde se encuentran trabajando y adscritos temporalmente al Cuerpo de Bomberos de Santiago en condición de canje, instancia de colaboración y camaradería que existe entre compañías de diferentes ciudades del país, que permite a los voluntarios participar en los actos del servicio, cursos, ejercicios, y ceremonias de la compañía hermana.
Se trata de Óscar Silva Meza (37), de la Octava Compañía de Valparaíso, Zapadores Franco Chilenos, de canje en la misma unidad del Cuerpo de Bomberos de Santiago, y de Alejandro Guidotti Contreras (30), de la Sexta Compañía, Cristóforo Colombo, de canje en la Pompa Italia, Undécima de la capital.
En un pasillo de fuego
El 27 de marzo, Silva Meza, constructor, que trabaja en la edificación de nuevo aeropuerto internacional, despertó de madrugada con la alarma de incendio, y mientras él y sus compañeros de la guardia nocturna empezaban a equiparse, sucesivas alertas daban cuenta de la peligrosidad del siniestro: consumía un antiguo cité ubicado en la esquina de Gamero y López de Alcázar, en la comuna de Independencia.
"Llegamos al incendio, hacemos entrada forzada, mi compañero Bruno Bastidas ingresa de inmediato y mientras yo termino de equiparme él sale con un hombre joven, y me dice que adentro hay una persona en silla de ruedas. Nos dirigimos al fondo del pasillo, que era de verdad un pasillo de fuego", recuerda el voluntario, que es bombero desde hace 19 años.
"Era un señor de unos 70 años, la situación era crítica y había que salir de allí en ese mismo instante. Lo cubrimos con una frazada para protegerlo de la radiación y del fuego, pero sobre todo para que no viera el lugar por donde íbamos a pasar. Así lo cargamos en la silla de ruedas entre los dos y logramos salir con nuestras últimas fuerzas", concluye.
Niña encerrada
El 21 de abril, Alejandro Guidotti, bombero desde hace siete años e Inspector del Departamento Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Bomba Cristóforo Colombo, que estudia en la Escuela Técnica Aeronáutica de la capital, concurrió a una emergencia con fuego estructural en un edificio ubicado en Nataniel Cox con Padre Miguel de Olivares, en la comuna de Santiago, a la cual ya se había despachado cinco carros. Una persona acababa de arrojarse desde el tercer piso al techo del primero.
"Cuando llegamos, una señora muy angustiada nos entrega unas llaves de candado y nos repite varias veces: tercer piso, departamento 5. Yo voy con el bombero Miguel Bondi y empezamos a subir. Nos cuesta mucho orientarnos por el humo y porque los departamentos estaban subdivididos por piezas", recuerda.
"En el tercer piso encontramos uno donde había varias personas, seis o siete, y ya otros voluntarios estaban viendo cómo evacuarlas, así que les preguntamos por el departamento 5 y seguimos nuestra búsqueda", continúa relatando.
"Llegamos a una pieza con candado. La llave que teníamos le hacía. Dentro había una niñita de unos tres o cuatro años, en la cama, comiendo un koyak. Estaba encerrada con candado por fuera. Buscamos una toalla y la mojamos para cubrirla. Nosotros íbamos súper equipados, así que se asustó al vernos. Más cuando la tomamos en brazos para sacarla. Así la rescatamos, llorando. Cuando estábamos en la vereda llegó la mamá".
Primera vez
Aunque los dos tienen una extensa trayectoria bomberil, nunca habían participado ni menos protagonizado rescates de estas características.
"A pesar de todas las emergencias a las que uno concurre, que son muchas, esta es la primera vez que estoy en una situación de esta naturaleza. Es raro que se produzca, y más extraño aún que haya alguien que lo registre en fotos", dice Guidotti.
"No le tomé el peso hasta que me empezaron a llamar. El capitán, el comandante, los bomberos de rescate de Valparaíso. Entonces llame a mi mamá y a mi familia para contarles", detalla.
¿Tuvo temor mientras atravesaba el pasillo de fuego con su compañero? "La verdad es que no. Uno se avala en el entrenamiento y la experiencia que se va adquiriendo durante años para actuar en esas condiciones. Para eso nos preparan", responde Óscar Silva.
La reflexión de Alejandro: "Cumplí la misión del bombero, para lo que estamos hechos". Y la de Óscar: "Para salvar a una persona, volvería a tomar la misma decisión".
"Para eso nos preparan (...) Para salvar a una persona, volvería a tomar la misma decisión".
Óscar Silva, Voluntario de 8° C. Valparaíso
2 vidas lograron salvar dos voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, "en canje" en Santiago.