Controversia por el manifiesto de los 34
Un grupo de convencionales electos emitió una declaración en la cual impugna las reglas que permiten el desarrollo del proceso constituyente. Algunas de las ideas del manifiesto son contrarias al espíritu del acuerdo firmado el 15 de noviembre de 2019 y cuestionan las normativas definidas para la instancia, como la regla de los 2/3 para aprobar temas.
La batahola que generó la declaración de 34 convencionales electos sobre una serie de temas contingentes, bien puede ser interpretada como un anticipo del ambiente político -crispado y de impugnación a las instituciones- que rodeará las reuniones de la Convención Constitucional, el cuerpo de 155 personas electas para redactar la nueva Constitución Política del país, cuyo funcionamiento parte en julio.
Si bien el llamado hecho por los firmantes es una forma de establecer una voz única ante temas contingentes, dado que la mayoría de ellos es independiente y sin trayectoria política previa, provocó preocupación en el Gobierno y el Congreso, además de gatillar duras reacciones de otros convencionales, al cuestionar tanto el acuerdo del 15 de noviembre de 2019 que hizo posible el nuevo proceso constitucional, como algunas de las reglas básicas aprobadas en la reforma legal que permitió el plebiscito de octubre de 2020 y la elección de convencionales en mayo recién pasado.
Para muchos, la denominada "Vocería de los Pueblos" excede con creces el mandato que le entregaron sus votantes, al realizar exigencias que competen a poderes del Estado que deben operar con independencia, como el Judicial (libertad a los detenidos aún en prisión preventiva por hechos relacionados al estallido social) y el Ejecutivo (frenar la expulsión de inmigrantes). Para otros, la gravedad surge de la impugnación a las reglas preacordadas para la Convención, como el quórum de 2/3 y el respeto de las sentencias judiciales ejecutoriadas. Esas perspectivas denotan con precisión la relevancia del hecho, pero hay una tercera visión a la cual se debe poner atención y que expuso la abogada constitucionalista Marisol Peña: los 34 firmanes corresponden al 21,9% de la Convención y todo indica que hay varios independientes que podrían sumarse en los próximos días. ¿Alcanzará los 52 constituyentes necesarios para ejercer el poder de veto en la discusión? Al menos, el grupo ya tiene un adherente que va en carrera paralela, el candidato presidencial del PC, Daniel Jadue.
Al aterrizar el fenómeno a la Región, tenemos que entre los firmantes se encuentran Janis Meneses (Coordinadora Movimientos Sociales), Carolina Vilches (Modatima); Cristóbal Andrade, Lisette Vergara y Camila Zárate, de la Lista del Pueblo, que en conjunto representan un tercio de los elegidos en esta zona. Aunque es previsible que en una instancia como la Convención Constitucional surjan articulaciones políticas de este tipo, ningún convencional debe buscar sobrepasar los marcos institucionales en los cuales se circunscribe ese mandato, esto es, redactar una nueva Carta Magna para el país, una que surja de un procedimiento transparente y legítimo, porque ambas cualidades deben ser piedras angulares del nuevo texto y garantías de que la nueva Constitución tendrá la capacidad de perdurar por mucho tiempo, sin quedar bajo la impugnación permanente que determine la mayoría pasajera del momento político.