Cartas
Capitalización vía consumo
Interesante es la propuesta previsional del candidato Ignacio Briones, quien propone generar ahorros previsionales a partir del consumo, al subir en un 1% el IVA y destinar toda esa recaudación a las cuentas individuales de todos los chilenos, incluidos los recién nacidos.
Según la propuesta, una de cada tres personas en la fuerza laboral no cotiza, pero las tres consumen. Por otro lado, la distribución es progresiva, pues el decil de menor ingreso recibe tres veces lo que aportó; en cambio, el decil de mayor ingreso recibe mucho menos de lo aportado.
La única observación técnica sobre la propuesta es por qué no evaluar entregar toda la recaudación vía consumo en mejorar a los actuales pensionados, con una pensión universal para todos, la cual sea complementada con la pensión autofinanciada con ahorros previsionales de cada persona.
Espero que esta interesante propuesta sea estudiada por todos los comandos presidenciales.
Eduardo Jerez Sanhueza
Paso a Paso
El pasado 19 de junio, el plan Paso a Paso del Gobierno fue puesto en el punto de mira gracias a la realización de la jornada de "Escucha Ciudadana". Según la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, surgieron múltiples tópicos que suscitan y promueven una pronta recuperación de las libertades individuales en el contexto de pandemia. Este escalonado final de ciertas restricciones sanitarias propuesto por esta positiva instancia de reunión ciudadana plantea un objetivo de apertura muy acertado, pero claro. Es incuestionable la primacía del carácter paulatino que estos cambios deben adquirir.
Frente a esta creación de un nuevo contexto ciudadano en situación de pandemia, debe existir una metódica priorización de objetivos a los que apuntar. De todos los argumentos tratados en aquella jornada, creo, personalmente, que se debe dar principal énfasis al resguardo de la salud mental de los jóvenes y adultos mayores, pues es elemental velar tanto por el bienestar físico como el mental de los chilenos.
Por otro lado, no podemos restarle importancia a la economía, que requiere de una apertura gradual a la brevedad, como también el funcionamiento activo de todos los establecimientos educacionales que estén preparados para cumplir con las medidas preventivas necesarias. Por lo cual, creo que una posible transformación del plan de Gobierno causaría efectos positivos en nuestra sociedad.
Martín Urzúa L.
Garantías
En nuestro país, niños y niñas no cuentan con garantías para el ejercicio pleno de sus derechos, puesto que no existe una legitimidad en torno a ellos, sino más bien una suerte de condicionalidad a la lógica derecho/deber que contraviene toda norma establecida en la Convención de Derechos del Niño y donde el veto presidencial anunciado al proyecto de ley que crea un Sistema de Garantías y Protección Integral a la Niñez y Adolescencia, no hace más que ratificar lo anterior.
Resulta imperante comprender que el derecho preferente de los padres de educar a sus hijos no puede limitar la autonomía progresiva de estos y que la producción de cambios legislativos debe ir en consonancia con el respeto y la promoción de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho frente a la sociedad y el Estado, donde este último debiese aportar situándolos en el centro, pero también en el corazón de las políticas públicas.
Hoy no logro imaginar la construcción de una sociedad realmente democrática y moderna con una infancia postergada. De nuestro compromiso dependerá su instalación definitiva en la conciencia social.
Paulina Castillo Corporación Opción
Empresas y derechos de la niñez
Aunque parezcan temas que no tienen relación directa, las empresas tienen un papel en la vida de niños, niñas y adolescentes. Así quedó demostrado durante la celebración del 8° Aniversario de la Red de Empresas Unidas por la Infancia (UPPI), donde junto a la Fundación Arcor se lanzó el curso "El rol de las empresas en los derechos de la niñez y adolescencia".
Las compañías deben asumir un rol activo para que dichos impactos sean positivos y respetuosos con los derechos de niños, niñas y adolescentes, pero ¿cómo hacerlo? A través de acciones concretas, como fomentar políticas que eliminen el trabajo infantil y potenciar aquellas que compatibilicen el trabajo y la vida familiar.
Esta temática cobra aún más relevancia ahora, ya que, según cifras de Unicef, los casos de trabajo infantil en el mundo se elevaron por primera vez este año después de dos décadas a la baja. En el caso de nuestro país, según el informe "Niños, niñas y adolescentes en Chile 2020", elaborado por la misma organización, hoy hay 219.624 niños y niñas en situación de trabajo infantil en Chile.
Sin duda, aún queda mucho trabajo para garantizar todos los derechos de niños, niñas y adolescentes en nuestro país; sin embargo, lograr una mayor participación de las organizaciones en este tema ya es un insumo de valor importante para el resguardo y promoción de los derechos de la niñez y adolescencia desde el ámbito empresarial.
Alejandra Fuenzalida Directora ejecutiva United Way Chile
Salud mental
El anuncio realizado por el superintendente de Salud sobre la obligatoriedad de las isapres de entregar coberturas de salud mental equivalentes al resto de los problemas de salud en los nuevos planes resulta un paso importante. Sin embargo, esta medida solo se aplica a planes nuevos, dejando fuera a una parte significativa de la población que ya está en el sistema.
A pesar de la evidencia de efectividad y costo eficacia de tratamientos para los principales problemas de la salud mental, actualmente los usuarios del sistema privado reciben una cobertura de un 36,2% en comparación con el 64,6% de salud física. Las licencias médicas aprobadas por salud mental son de 46,7%, mientras que por otras enfermedades son de 80,5%.
Asimismo, existen topes al número máximo de prestaciones, muy inferior al resto de las prestaciones físicas, y se dejan fuera de cobertura modalidades de tratamiento e intervenciones centrales para la recuperación.
El trato desfavorable y la estigmatización de las personas con trastornos mentales se traducen en que una persona enferma no recibe la atención que necesita por falta de acceso y restricciones en la cobertura de su plan de salud.
Es clave que esta medida inicial se traspase a todos los planes de salud privados vigentes y que se aplique también al sistema público, ahogado por un subfinanciamiento crónico en salud mental.
Carlos Ibáñez Piña