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El incierto futuro de Keiko Fujimori tras perder elección

PERÚ. La Fiscalía busca condenarla a 30 años y 10 meses de cárcel por el financiamiento ilegal de sus campañas en los años 2011 y 2016.
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Efe

La nueva derrota electoral de Keiko Fujimori, que por tercera vez consecutiva se quedó a las puertas de ser la primera mujer en alcanzar la Presidencia de Perú, deja a la política derechista un futuro incierto, donde puede acabar sentada en el banquillo de los acusados por presunto lavado de dinero.

La hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) no solo vio nuevamente frustradas sus ambiciones presidenciales, sino también la posibilidad de eludir temporalmente una acusación fiscal de más de 30 años de cárcel y la opción de liberar a su padre, que cumple una condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad.

Fracasos electorales

Si en 2011 fue superada en las urnas por el militar en retiro Ollanta Humala y en 2016 por el economista Pedro Pablo Kuczynski, esta vez le ganó el maestro de escuela rural y líder sindicalista Pedro Castillo, cuya victoria terminó de confirmarse el pasado lunes.

El resultado es prácticamente calcado al de hace cinco años, donde la elección se definió por apenas 40.000 votos, un estrecho margen que ni entonces ni ahora convenció a Fujimori, pero es en esta última ocasión cuando la derechista ha decidido denunciar sin pruebas fehacientes un supuesto fraude.

Así lo hizo desde el día posterior a la votación, cuando veía que su nueva derrota electoral era irreversible, lo que le llevó a presentar más de un millar de impugnaciones y recursos legales que fueron rechazados en su totalidad por las autoridades electorales y que retrasaron mes y medio la proclamación oficial de Castillo.

Presidente "ilegítimo"

Por eso, pocas horas antes del nombramiento de Castillo, Fujimori anticipó en una conferencia que respetará el anuncio, pero que lo considerará un presidente "ilegítimo" y seguirá insistiendo en encontrar pruebas del presunto fraude.

Esa contraposición entre respetar la proclamación, pero no la elección hizo recordar la posición muy similar tomada por Fujimori en 2016, cuando aceptó su derrota, pero lanzó un feroz asedio al gobierno desde el Congreso, que controlaba con mayoría absoluta al haber obtenido 73 de los 130 congresistas.

Producto de esa oposición obstruccionista a Kuczynski y luego a su sucesor, Martín Vizcarra (2018-2020), Perú totalizó cuatro presidentes y dos parlamentos diferentes en los últimos cinco años, en una profunda y larga crisis política e institucional a la que se sumó la económica y sanitaria causadas por la pandemia de covid-19.

Bajo este escenario se celebraron las elecciones del bicentenario de Perú, donde Fujimori resurgió pese a no partir esta vez como favorita, pues llegaba debilitada tras pasar 15 meses en prisión provisional por la presunta financiación irregular de sus anteriores campañas electorales.

Lavado de DINERO

Según el fiscal a cargo del caso, Fujimori incurrió en presunto lavado de dinero al ocultar en una contabilidad falsa millonarias donaciones de empresas, entre ellas 3,6 millones de dólares de Credicorp, el mayor grupo financiero del país, y aparentemente un millón dólares de la constructora brasileña Odebrecht.

Por ello, la Fiscalía ha solicitado para Fujimori 30 años y 10 meses de cárcel, en una acusación pendiente de revisión por la Justicia, que en las próximas semanas debe decidir si abre un juicio contra ella, algo que habría eludido si ganaba las elecciones, al menos durante el tiempo que hubiese sido presidenta.

Más difícil de aventurar todavía resulta su futuro político como principal líder de la derecha peruana, un rol que volvió a ejercer pese a su paso por prisión, pero que puede perder en el futuro ante la irrupción en esta última campaña de otros perfiles, como el del empresario ultraconservador Rafael López Aliaga.

Tras criticarlo, Bolsonaro felicita a Castillo

El Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, manifestó ayer su disposición a trabajar con el presidente electo de Perú, Pedro Castillo, tras haberlo criticado por su posición izquierdista. El líder ultraderechista usó un tono bastante conciliador en el mensaje que divulgó para felicitar al futuro mandatario. "Felicito al señor Pedro Castillo Terrones por su elección como presidente de Perú. Reafirmo la disposición del gobierno brasileño a trabajar con las autoridades peruanas para reforzar los lazos de amistad y cooperación entre nuestras naciones", afirmó Bolsonaro.

3,6 millones de dólares como donación de un grupo financiero a una de sus campañas habría ocultado Fujimori.

Dudas económicas y electorales abren interés por dólares en Argentina

INCERTIDUMBRE. Inversores buscan refugio en la divisa norteamericana.
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El apetito por dólares estadounidenses en Argentina aumenta entre los inversores locales, grandes y pequeños, que buscan refugio en esa moneda ante la creciente incertidumbre que suscitan los desequilibrios macroeconómicos y el nuevo escenario político que se abrirá con las elecciones legislativas de este año.

Tras un primer semestre de relativa "paz cambiaria", los múltiples canales que coexisten en Argentina para hacerse con dólares han comenzado a mostrar una mayor demanda en las últimas semanas y han presionado las cotizaciones al alza.

Medidas

Esta realidad ha obligado a las autoridades argentinas a tomar medidas para prevenir nuevas tensiones. De hecho, hace unos diez días la Comisión Nacional de Valores (regulador de los mercados en Argentina) y el Banco Central sumaron más restricciones para acceder a dólares a través de los mecanismos financieros más sofisticados, logrando contener las cotizaciones en estos canales hasta este lunes, cuando volvieron a registrar leves subidas.

El denominado dólar "contado con liquidación" (que consiste en comprar localmente con pesos argentinos acciones o bonos y venderlos en dólares en Wall Street) cerró el lunes en 166,16 pesos por unidad.

"Dólar Blue"

Pero la mayor escalada se ha dado en el mercado minorista informal, donde el denominado "dólar blue" tocó este lunes los 180 pesos por unidad, su mayor valor desde octubre de 2020, cuando la cotización alcanzó un récord de 195 pesos por dólar.

"Hay una tendencia en todas las cotizaciones de moverse un poco hacia arriba, más allá de las brechas que se van abriendo entre los distintos valores. Pero la referencia son los dólares financieros libres, porque esos son los que realmente marcan el apetito de dolarización por parte de los que tienen el poder de fuego, que son las empresas y los fondos", dijo a Efe el economista Gustavo Ber.