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Uso preferente en círculos intelectuales

En una reciente entrevista en La Tercera, el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Lingüística, Roberto Ferreira, sostuvo que el comentado lenguaje "por el momento, más bien forma parte de un movimiento intelectual que quiere que estas formas se usen de manera general, pero si voy a comprar a la feria no escucho decir 'todes o chiques".

El doctor Juan Pablo Reyes coincide plenamente con el académico de la Universidad Católica, investigador en neurociencia educativa y desarrollo del lenguaje. "Todavía su uso es muy incipiente, siendo parte más bien de un movimiento intelectual ideológico muy ligado al feminismo", expresa, pero a la vez remarca que no se está instalando en un lugar poco estratégico, sino en las universidades.

Las instituciones de educación superior, agrega, "forman profesionales que irradian esas modalidades en distintos espacios y conversaciones, y eso está generando difusión. Por ejemplo, el 'todos y todas' en los saludos genéricos ya se puede encontrar no solo en los ambientes académicos, también en juntas de vecinos, grupos de WhatsApp, comunidades pequeñas igualmente lo usan. Coincido plenamente que está en un ambiente intelectual, pero no en cualquiera, sino en uno que tiene mucho peso, prestigio e influencia, que llega a los medios".

El doctor Reyes opina que el uso del lenguaje inclusivo se va a extender o no dependiendo de la comunidad en su conjunto, del prestigio, funcionalidad y capacidad de respuesta a las necesidades de los hablantes que demuestre tener.

Un quiebre gramatical insuperable

El proyecto de reforma constitucional de los diputados Jürgensen y Urruticoechea busca prohibiir "el uso de alteraciones gramaticales y fonéticas que desnaturalicen el lenguaje dentro de la enseñanza oficial reconocida por el Estado, en la educación parvularia, básica y media". En él plantean que el ministerio de Educación de Francia ya lo prohibió porque "constituye un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura", y mencionan igualmente que en Perú se tramita una iniciativa similar.

Frente a esto, la escritora Patricia Stambuk considera que "es atinado preocuparse del uso en la educación pública de ciertas letras y signos como la @arroba, que no está en el abecedario, y la x, que no se puede leer. Es confuso e innecesario. Pero un proyecto restrictivo que siga la línea de Francia debe estar muy bien formulado para no convertirse en una grave coerción para un sistema tan dinámico como el lenguaje".

Y en relación a las razones de la prohibición en Francia, la autora de "Rosa Yagán. El último eslabón", "El zarpe final. Memorias de los últimos yaganes", "Rongo. La historia oculta de Isla de Pascua" y "1520. Estrecho de Magallanes", entre otras obras, coincide en que es un problema para la enseñanza. "Hay un quiebre gramatical insuperable, el idioma es un sistema y su estructura no es simple. ¿Cómo pretenden lograr concordancias de género con la e, la X o la @ arroba? Les niñes son simpátiques. Imposible".

Resistencia a la prohibición

Juan Pablo Reyes es detractor de la prohibición, que percibe como un intento de aplicar leyes jurídicas al lenguaje humano, "que tiene sus propias normas, principios, naturaleza y esencia, que tiene sus propios mecanismos de funcionamiento y que de hecho posee mucha mayor fuerza y es mucho más difundido que el lenguaje jurídico, que es restrictivo, cerrado y hermético", el cual termina siendo influido por el lenguaje de toda la comunidad, "como está ocurriendo a través de la Convención Constitucional, en fase de definición e interpretación de los conceptos".

Afirma que los autores de la iniciativa, incluso, "incurren en contradicciones, porque no se puede eliminar la ideología de los lenguajes. Los lenguajes son eso, son una ideología fundamental, y los diccionarios dan cuenta de ello: en qué nos fijamos y en qué no, qué tiene y no tiene sentido para nosotros".

En esa línea, observa que "el lenguaje incluye una forma de pensar y de ver el mundo, una cosmovisión. Y eso es ideológico. Entonces, está bien que expresen su planteamiento, cada uno defiende sus ideas frente a los fenómenos, pero hay que tener claro que la naturaleza del lenguaje humano no es la misma que el lenguaje jurídico", recalca.

Frente a las motivaciones de las autoridades galas que lo prohibieron por considerar que constituye un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura, opina que "lo único que van a lograr es el efecto contrario, porque así reacciona la naturaleza humana cuando le imponen algo".

"No hay que olvidar que ha habido momentos en que se ha prohibido lenguas, se ha prohibido hablar a comunidades enteras y los efectos han sido todo lo contrario. Las lenguas indígenas, por ejemplo, siguen tan vivas como siempre. En la colonia se las prohibía y se las menospreciaba, y resistieron todo eso".

¿cambios dirigidos o espontáneos?

El mismo proyecto de reforma constitucional cita parte del informe de 156 páginas de la Real Academia Española sobre el lenguaje inclusivo, que señala que "los cambios gramaticales o léxicos que han triunfado en la historia de nuestra lengua no han sido dirigidos desde instancias superiores, sino que han surgido espontáneamente entre los hablantes. Son estos últimos los que promueven y adoptan innovaciones lingüísticas que solo algunas veces alcanzan el éxito y se generalizan".

"Por supuesto, si no fuera así, los argentinos no estarían diciendo querés o podés y nosotros querís o podís, que nacieron del habla cotidiana. Ni existiría la abundancia de chilenismos, peruanismos y todos los ismos de nuestra América, que va incluyendo el DLE con las colaboraciones de cada país", comenta Patricia Stambuk.

A esa declaración de la RAE la escritora agrega: "No hay nada más callejero que el idioma, pero las 22 Academias de la Lengua Española -todas con el mismo rango que la RAE- no resuelven a la velocidad de las modas o de las tendencias que pueden ser temporales, hay tiempos de observación, consulta y decisión. Hay neologismos y también términos en desuso. Préstamos lingüísticos, anglicismos y tanto más. También hay palabras que se han incorporado o se van a incorporar no por su uso masivo, sino que han sido aportadas desde la ciencia o las profesiones, como cisgénero, para diferenciarla de transgénero".

El académico de la Universidad de playa Ancha comenta que en Chile el uso de este lenguaje partió con los movimientos estudiantiles de enseñanza media, de grupos juveniles, de las tribus urbanas. "El lenguaje es un escudo, una identidad, una bandera de lucha para difundir lo que sentimos, lo que pensamos. En un tiempo el lenguaje juvenil fue muy criticado, pero después los adultos igual usamos esos términos que pasan a ser parte del diccionario".

¿también en la constitución?

Durante el lapso en que fue candidata a convencional constituyente, Myriam Henríquez, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado, declaró que "hay que considerar el lenguaje inclusivo en la Constitución". ¿Qué le parece a usted?

Juan Pablo Reyes: "Coincido con la opinión porque se trata de una Constitución redactada por representantes del pueblo, que está constituido por diversidades. Después, todas estas comunidades van a formar una unidad mayor y de ahí el lenguaje tendrá que ir nivelándose para que todos se puedan comunicar entre todos, no solo internamente en cada comunidad".

Patricia Stambuk: "Tendría que saber los límites que ella considera para opinar. Ha pasado ante mis ojos un estatuto universitario lleno de dobletes innecesarios. Ni siquiera (as) y (os), sino que todos los cargos a palabra completa en masculino y femenino. Y hubo presión para aprobarlo solo si llevaba esas agotadoras reiteraciones. El Ministerio de Educación no se hizo problema. Hay una especie de temor a sugerir o establecer normas de redacción de documentos oficiales. Esperemos lo mejor".

Prohibición vs imposición

En esta discusión, quienes están por prohibir el uso del lenguaje inclusivo tratan de imponer su visión, al igual que quienes son partidarios de incorporarlo en documentos oficiales. ¿El lenguaje como medio de dominación?

Para Juan Pablo Reyes, "hoy día estamos en luchas de identidad, y una de las herramientas que sirve para estar en ese debate es el lenguaje, porque representa lo que estamos pensando, queriendo, sintiendo. Todos estamos imponiendo nuestras identidades en este momento, como cuando la campana suena muy fuerte en un extremo y en otro, pero con el tiempo el movimiento pendular se va calmando, ya no va suena tanto en los extremos; se empieza a nivelar y a centrar, a ubicar en un punto que permita que las voces no se impongan unas a otras sino que se interrelacionen y empiecen una conversación no tanto de polos o extremos".

Patricia Stambuck: "Es el lenguaje como arma política. Sin embargo, hombres y mujeres usan continuamente insultos referidos a la genitalidad femenina, a veces abreviados como verdaderas siglas, y a nadie parece importarle. Una e, una x o una @ no evitarán los asesinatos de mujeres ni que sus sueldos sean más bajos ni conseguirán el respeto por la sexualidad del prójimo. Aunque hacen visible el tema". 2

Las 22 Academias de la Lengua Española no resuelven a la velocidad de las modas o de las tendencias".

Patricia Stambuk Escritora, periodista,

académica de la Lengua

El lenguaje inclusivo está en un ambiente intelectual, pero en uno que tiene mucho peso, prestigio e influencia".

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Los ecos de la negrita: adaptación a nuevos usos o recurso publicitario

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"Mi querido Negro: Tal vez esta sea la última vez que, por lo menos públicamente, te diga 'negro'. Tú sabes cómo están las cosas, es mejor andarse con cuidado. No es agradable exponerse a una 'funa' y prefiero andar tranquilo por la vida. Pero va a ser imposible que deje de pensar en ti como el 'negro' y tú en mí como el 'flaco'; por lo menos hasta ahora, no hay nadie que se arrogue la representación de la minoría de los 'flacos' y que enarbole la causa de los 'delgados', por considerar que 'flaco' podría ser discriminatorio. Tal vez no esté lejano el día en que ello ocurra".

Así comenzó su columna Cristián Warnken tras el cambio de nombre de la ex Negrita, que para algunos denotó la sensibilidad de los fabricantes por incurrir en un término políticamente incorrecto y para otros no fue sino una maniobra publicitaria.

"Encontré un poco ridículo y oportunista el cambio de nombre, pero no le hace daño a nadie. Ya nos hemos enterado de lo que significaría proyectar esa política a cientos de productos y expresiones habituales. Un 'negro' panorama. Aunque también hay que considerar la tendencia a las cazas de brujas y a las funas rápidas. Nestlé optó por ponerse desde ya el parche", opina Patricia Stambuk.

"Si podemos hacer un comentario lingüístico sobre esto, creo que la Negrita no tendría por qué ser cambiada porque no es una palabra racista. El que la carga de racismo es quien la dice, lo que está pensando cuando la dice. Es como el garabato o el apodo, que pueden ser negativos o positivos dependiendo de quién los dice y a quién los dirige", complementa Juan Pablo Reyes.

"Para mí fue un recurso publicitario nada más. Sí podría ser que haya hecho tomar conciencia a las personas, preguntarse en qué estaban pensando al decir Negrita…claro que no sé si alguien hará esa reflexión o solo yo por ser lingüista", comenta divertido.

Ramón Orellana, jefe de carrera de Publicidad en la Usach: "Los publicistas sabemos que los estereotipos tienen una connotación negativa, sin embargo, esta se la da cada persona. Claro que es necesario que las marcas se adapten a los intereses de hoy, pero con el caso de la Negrita puede entenderse como una exageración innecesaria con el afán de oportunismo de marketing". 2