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Economía regional: Un año marcado por la incertidumbre

Con una matriz productiva fuertemente asociada al turismo, el sector más golpeado por la pandemia, la actividad cayó 6,4% en 2020, por sobre la cifra país, y el desempleo sigue alto, aunque con leve mejora. Investigadores y dirigentes empresariales aproximan escenarios.
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El plazo en que comenzará a registrarse una reactivación económica sostenida en la Región de Valparaíso, que además de un aumento de la actividad signifique mayor inversión y recuperación del empleo formal, es una expectativa marcada por la incertidumbre.

El mes pasado causó sorpresa el crecimiento del 18,1% que registró la economía nacional en el segundo trimestre, pero el Banco Central se apresuró a explicar que la expansión respondió principalmente a la baja base de comparación del año 2020, sumada a las ayudas económicas del Estado, retiros de fondos de pensiones y adaptación de la actividad a la pandemia.

En junio, las ventas presenciales del comercio minorista regional crecieron un 92,8% anual; sin embargo, la comparación es con junio de 2020, cuando cayeron 37,6% anual a causa de la pandemia y las cuarentenas, ejemplifica el presidente de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP), José Pakomio.

De acuerdo a las Cuentas Nacionales del Banco Central, el año 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) nacional cayó 5,8% mientras el descenso regional fue mayor: 6,4%. Igualmente, en el último trimestre mayo-julio la tasa de desempleo en el país alcanzó un 8,9%, pero la desocupación regional fue mayor y llegó al 9,7%, aun cuando representó una caída del 4,1 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre del año anterior.

"La buena noticia es que, en términos porcentuales, el aumento de la ocupación en la región el último trimestre móvil fue mayor a lo que ocurrió a nivel nacional, por lo que esa brecha se ha reducido levemente", plantea Drago Radovic, académico de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y director del Observatorio Laboral del Centro de Estudios y Asistencia Legislativa (CEAL) de esa casa de estudios.

"En el actual contexto de nuestra región, alcanzar el 9,7% de desempleo representó una noticia esperanzadora, porque fue la primera vez en dos años que volvimos a una tasa de solo un dígito", complementa Marisol Cortez, presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción de Valparaíso.

Las difíciles proyecciones regionales

En un escenario expuesto a una multiplicidad de factores económicos, políticos y sanitarios, con la volatilidad que ello implica, es difícil plantear proyecciones específicas a corto y mediano plazo.

"Se espera que el 2021 presente índices de crecimiento significativos, tanto por la baja tasa de comparación con el 2020, como por el aumento de liquidez en los hogares entregado por los retiros de las AFP, más el IFE y últimamente el ILE", señala Juan Pedro Eberhard, académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez e investigador del Centro de Economía y Política Regional (CEPR) de esa casa de estudios.

Expone que la región mostró en 2020 un escenario muy desfavorable, ya que una parte importante de su economía está relacionada con la actividad turística, especialmente golpeada por la pandemia, lo que determinó una caída sustancial en el empleo y en los ingresos de las personas. "El levantamiento de las restricciones, tanto para el sector gastronómico, y especialmente para viajar internamente, permitirá que la economía regional pueda recuperarse", agrega, pero observa que hubo restaurantes y pymes asociadas al sector que quebraron, "por lo que la recuperación puede ser más lenta que en regiones donde no hubo tanta pérdida de capacidad instalada".

Drago Radovic: "Lo lógico sería esperar que si la caída fue mayor en Valparaíso, en 2021 exista un rebote levemente mayor al que ocurrirá en el resto del país, pero considerando el comportamiento del mercado de trabajo en la región, no es seguro que esto suceda. La reactivación ya está ocurriendo, la pregunta es qué tan fuerte será, y qué calidad de trabajos se crearán".

Ricardo Guerra, presidente de la Asociación de Empresas de la V Región, Asiva, plantea que si bien en los últimos meses las cifras económicas muestran un crecimiento muy potente, como producto de la comparación con periodos de fuerte contracción, "igual tenemos un crecimiento razonable y esto demuestra, por lo menos en el sector que represento, que pese a todo las empresas han funcionado bien y han logrado mantener sus niveles operacionales". Agrega que por restricciones logísticas asociadas a la pandemia se redujo la llegada de algunos productos e insumos importados, "y eso ha creado más espacio para crecer a la producción nacional, lo que ha favorecido la industria manufacturera".

José Pakomio: "La recuperación del sector se debe principalmente a una mayor apertura del comercio minorista producto del avance de las comunas en el Plan Paso a Paso y al exitoso plan de vacunación. Así también, los niveles de consumo que se han experimentado, producto del retiro de los fondos de pensiones y las diversas ayudas del Gobierno, evidencian un incremento de liquidez en los hogares y, con esto, su demanda por bienes de consumo".

Por eso, dice, el desafío "estará en hacer que dicho impulso o liquidez perdure en el tiempo, lo que involucra directamente al mercado laboral, el que se ha mantenido con tasas de desempleo cercanas al 10%, sin reflejar todavía una recuperación dado el alto porcentaje de trabajadores por cuenta propia", lo que significa "que la calidad del empleo es precaria y que las personas están teniendo que emprender o buscar alternativas propias para mantenerse".

Recuperación a través de empleos informales

El punto que toca el presidente de la CRCP es uno de los principales motivos de preocupación. Por una parte, el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica ha insistido en que la tasa de desocupación oculta una realidad más aflictiva porque no incluye a quienes dejaron de buscar empleo. Por otra, está la realidad de la recuperación por la vía de la informalidad.

"En el Centro de Economía y Política Regional (CEPR) de la UAI también hemos venido empujando la idea de mirar tanto la tasa de desocupación, como la tasa de desocupación combinada (SU3). Esta última permite entender de mejor manera el movimiento de los inactivos. Antes de la pandemia, estas tasas se movían en forma paralela con una diferencia de alrededor de 10 puntos porcentuales. Sin embargo, esta brecha creció enormemente durante el 2020, llegando a casi 20 puntos porcentuales. Luego los movimientos hacia inactividad han sido mucho más significativos que hacia el desempleo", refiere Juan Pedro Eberhard.

"Hemos visto que la desocupación ha caído, pero la brecha con la desocupación combinada no había disminuido notablemente. Sólo en los últimos meses empezamos a notar una declinación más importante. Eso quiere decir que más inactivos están volviendo a trabajar o al menos a buscar empleo", plantea.

De acuerdo a los estudios del CEPR, algunos grupos se han recuperado casi por completo, no así otros, como los trabajadores de menor educación, quienes "han retornado principalmente a empleos informales, por lo cual la recuperación del trabajo esconde

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl

la construcción tuvo una importante incidencia en el aumento de la ocupación regional durante el trimestre mayo-julio.