Adaptar a Ingmar Bergman es una proeza casi imposible. No por la majestuosidad intimidante de su cine, sino porque su obra está construida en torno a obsesiones personales que en otras manos pierden fuerza. Su trabajo más accesible a inspiraciones ajenas es, sin embargo, "Escenas de la vidas conyugal" (1973), miniserie que, tras una edición posterior, terminó siendo otra de sus aclamadas películas. Una reflexión sin concesiones sobre el desgaste de una relación en la que el autor de "Persona" tomó como modelo su propia experiencia junto a la actriz Liv Ullmann. "Esta obra es el resultado de tres meses de escritura, pero me llevó una buena parte de mi vida poder experimentarla", confesó el maestro sueco en su momento. La producción fue tan exitosa en su país que provocó una serie de divorcios y separaciones. La cruda lucidez del autor repercutió fuerte en la audiencia.

Restándole amargura, "Escenas de la vida conyugal" fue adaptada en los 90 al teatro de comedia en Argentina -con Alfredo Alcón y posteriormente Ricardo Darín en el rol principal- y ahora inspira "Secretos de un matrimonio", reversión actualizada que protagonizan Jessica Chastain y Oscar Isaac. La acaba de estrenar HBO Max luego de un gran estreno en el Festival de Cine de Venecia.

Él es un filósofo de 41 años de edad. Ella trabaja en una multinacional de tecnología y es el sostén económico del hogar. Tienen una hija de cuatro años y cargan con un matrimonio de una década que, a pesar de las apariencias de armonía, esconde grietas. Son fisuras que remecen la estabilidad cuando la joven queda accidentalmente embarazada.

Creada por el director y guionista Hagai Levi ("En terapia"), la miniserie -que tiene estrenos semanales¬ durante cinco domingos- depende del talento de sus dos actores principales. El peso dramático recae sobre sus hombros en una radiografía tan realista como amarga sobre las relaciones conyugales. Asuntos como la infidelidad, el compromiso, la responsabilidad de ser padres, el exitismo, el ego o los roles de género -tópicos presentes en la fuente original- son actualizados a la luz de estos tiempos.

"Hace casi 50 años, Bergman quiso dar su testimonio sobre el valor de un matrimonio, y creo que es hora de hablar también del valor de un divorcio. En una sociedad narcisista y enfocada hacia el consumo, que todo el tiempo nos empuja a buscar la autorrealización y una libertad superficial, es bueno recordar cuán traumática es una separación en el curso de una vida humana", opinó Hagai Levi a propósito de la serie, una oferta que busca complacer a un público adulto en medio de un streaming orientado principalmente a niños y adolescentes. Bienvenida sea.

La serie "Secretos de un matrimonio" está basada en la miniserie del cineasta sueco, Ingmar Bergman.

Por Andrés Nazarala R.

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1- ¿Qué nos seduce tanto de los gatos? - Son tan hermosos que todo el tiempo nos están seduciendo a la vista. Y al tacto son alucinantes. Al oído son una delicia cuando ronronean. Al gusto, no tanto, porque lamer un gato siempre es una desgracia, pero ellos se lamen todo el tiempo, así que uno asume que debe estar delicioso. También hay un rollo -creo yo- con el misterio: esa gran diferencia que tienen con los perros. Los perros son animales serviles y los gatos tienen este aire de indiferencia y superioridad, que sin duda alguna apela a nuestro masoquismo y deseo de atención.

2- ¿Cómo comenzó tu fascinación con los gatos? - Yo tengo contacto con los gatos desde que soy muy pequeño, en mi familia siempre hubo gatos, así que inevitablemente fui contagiado por ese amor que me rodeaba. La gatofilia es heredable. No conozco a nadie que haya tenido gatos y después no termine pasándole ese amor a sus hijos, primos, familiares y parientes. Ahora, con la pandemia los gatos no sufrieron, porque no son animales que uno ande paseando por la calle. Más bien ellos nos prestan sus espacios para cuando llegamos del trabajo, pero ahora se los hemos invadido, ¿no?

3- ¿Por qué los gatos son tu inspiración? - Soy consciente de la fascinación que me generan los gatos, estos bichos raros que rondan mi vida desde que tengo memoria y que calzan justo con las historias que cuento. A veces hablo de amor, desamor, dolores, vacíos personales y los gatos son parte de todo esto. Desde ahí, creo que es fácil entenderlo y verlo. Yo creo que ellos sueñan, con que son dueños del universo. Siento que debe ser una decepción que cada vez que despiertan y hay un humano pelotudo sirviéndoles la comida y no un ejército de sirvientes. Pero tienen que conformarse.

Montt cuenta que cuando era niño, su padre le conseguía historietas para leer.

3 preguntas

Alberto Montt, dibujante:

mónica molina