"No se puede ser cristiano, clasista y racista, es contradictorio y el peor veneno que tienen las sociedades"
Ante la crisis migratoria que se vive en el norte del país y sobre todo frente a la violenta manifestación contra inmigrantes ocurrida el sábado en Iquique, la Pastoral de Movilidad Humana del Obispado de Valparaíso, encabezado por el padre Pedro Nahuelcura, realizó una fuerte advertencia: "No podemos permitir un nuevo estallido, pero esta vez de odio, racismo y xenofobia". Por lo tanto, la petición es "que de verdad nuestras fronteras se transformen en lugares privilegiados de oportunidades y de encuentro".
El mensaje es claro, aunque llevarlo a la práctica resulta complejo, por cuanto Nahuelcura, que por largos años ha trabajado con inmigrantes, cree que Chile ha estado históricamente enfermo de racismo y xenofobia.
-¿Qué explicación le da a todo lo que pasó en Iquique?
- Fue triste lo que ocurrió en el norte, primero, porque en esta violenta jornada gatillaron sentimientos encontrados de dos bandos, los pro migrantes y los contra migrantes. No se puede ser cristiano, clasista y racista, es contradictorio y el peor veneno que tienen las sociedades. Estamos frente a una crisis humanitaria que no solo está ocurriendo en Chile, sino que en Colombia, en Perú, en Estados Unidos, donde la migración traspasó la barrera de los dos dígitos, mientras que nosotros todavía estamos en el 7%.
- ¿De qué manera se explica el haber llegado a una situación tan extrema?
- Este es un problema anterior. Aquí hay una pandemia, una enfermedad, que está arraigada en el alma de nuestro país, que aún no tiene un antídoto. Y no hablo del coronavirus, sino que me refiero al racismo y la xenofobia que siempre estuvo presente, y de una forma muy penosa, en la historia de nuestro país. Porque hasta hace poco les llamábamos extranjeros y los recibíamos con los brazos abiertos cuando eran de ciertas condiciones físicas, con rasgos de tendencia europea. Nunca hablamos de ellos como migrantes y eso es lo que fueron. En cambio ahora, cuando las migraciones son latinoamericanas, con rostros y características parecidas a las nuestras, o bien afroamericanas, es ahí cuando rechazamos, le ponemos etiquetas y carteles diciendo que nos los queremos.
- ¿Se puede llegar a entender el temor de esas 5 mil personas que se manifestaron en Iquique?
- Lo que ocurrió en Iquique es la manifestación de un celo, de cómo es que en tanto vamos creando guetos se producen estas reacciones. Si no creáramos estos guetos, donde los migrantes se quedan a dormir en las plazas, tirados a su suerte, y en cambio los orientáramos o acompañáramos en su proceso de integración, no tendríamos estos conflictos. Como país tenemos que adelantamos a estas crisis.
- ¿Existen el riesgo de que este tipo de conflicto llegue a la Región de Valparaíso?
- Nosotros hemos vivido varias veces sesgos racistas y xenófobos. Nos rayaron en más una oportunidad nuestro centro con frases violentas. Hace unos meses tiraron panfletos en las calles de Valparaíso y nadie dijo nada. "Migrante ándate a tu país o haitiano devuélvete a tu isla", decían.
- ¿Reconoce intereses que quieran exacerbar estas reacciones contra la migración?
- A mí me da mucha pena que, por A o por B, derecha o izquierda, del centro o del color político que sea, pareciera que el problema migratorio es una pelota que todos quisieran poseer y manejar a su antojo. En algún momento, más temprano que tarde, el voto migratorio va a pesar en nuestro país, como pesa en Estados Unidos, o en muchos países europeos, donde buena parte de sus autoridades son migrantes o hijos de migrantes y refugiados. Es notorio que el tema migratorio está siendo usado por ideologías políticas, que son las más mezquinas y perjudiciales, lo cual es un veneno que mata la migración y el intercambio cultural.
- ¿Es decir que usted propone abrir definitivamente las fronteras?
- Las fronteras deben manejarse en base al derecho internacional y en eso estamos de acuerdo, por lo que cada país tiene la libertad de normalizar y manejar sus fronteras. Por otro lado, las fronteras no deben ser obstáculos, sino un puente de encuentro, sobre todo para aquellas personas que demuestren ser perseguidas y cuyas vidas estén en grave peligro.
- ¿Y la región en qué situación migratoria está?
- Nosotros vemos que hay una tendencia a la baja, aunque todavía somos la tercera región, a nivel país, que recibe más migrantes. Sentimos, además, que hay una salida masiva de haitianos desde la Región de Valparaíso, quienes ven este lugar como una alternativa transitoria, con el sueño de llegar a Estados Unidos.
- ¿Qué propone en materia migratoria?
- Como Chile, estamos a años luz. Todavía tenemos una oficina de migración, que ahora se quiere cambiar, pero seguimos siendo uno de los pocos países que tiene oficina y no un ministerio. No hay recursos, está todo sobrecargado.
"Cuando las migraciones son latinoamericanas, con rostros y características parecidas a las nuestras, o bien afroamericanas, es ahí cuando rechazamos, le ponemos etiquetas y carteles diciendo que nos los queremos".
"Sentimos, además, que hay una salida masiva de haitianos desde la Región de Valparaíso, quienes ven este lugar como una alternativa transitoria, con el sueño de llegar a Estados Unidos".