Rizando el rizo: los 100 días de Ripamonti
Si bien la justicia nunca anda a la velocidad que uno quisiera, ya vendría siendo hora de que el municipio consiga resultados respecto del supuesto "saqueo" o, derechamente, muestre algo de su plan de gobierno.
Quiso el destino que la nueva alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, escogiese precisamente la noche en que cumplía los primeros cien días de su administración para presentarse en el programa Mentiras Verdaderas de La Red -canal y espacio afines a su posición política- para dar a conocer supuestas nuevas revelaciones sobre el desastre financiero legado por su antecesora Virgina Reginato.
Ripamonti, quien en sus primeros días fue ampliamente alabada -también por este medio- por su cautela y mesura, y quien contrató al estudio de los mediáticos exfiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena para llegar hasta el fondo de las eventuales irregularidades en Viña del Mar, pareciera haber comenzado a rizar el rizo con frases grandilocuentes y un cada vez más sobreactuado dolor y consternación ante los hechos que, supuestamente, ocurrieron durante los dieciséis años de mandato de la exalcaldesa UDI.
El problema de esta monserga es que ya la hemos vivido antes, en una ciudad puerto vecina, con frases para la galería, acusaciones destempladas y denuncias de corrupción contra exautoridades que nunca llegaron a ninguna parte. De hecho, el exalcalde Jorge Castro hoy es candidato a diputado y no se sabe de procesos en tribunales que sigan en curso.
La complejidad de sumar rostros compungidos ante lo que, se entiende, fue -como lo dijo la propia Ripamonti en La Red- un "saqueo" de las arcas municipales por parte de una "organización criminal", es precisamente el factor que puede convertir una historia de búsqueda de justicia y responsables en una fábula de final medio aguachento.
Sin ir más lejos, un reciente reportaje de Canal 13 sobre los "turbios" actos de la exjefa de gabinete María Angélica Maldonado, la "Manam", mostró cómo empleados municipales realizaban "pololos" en la casa de la abogada. Poco más de lo que se ha dicho antes sobre ella, con investigaciones periodísticas que hablaban de patrimonios millonarios, propiedades en Miami y excusados de alto precio en Casablanca, pero que nadie ha conseguido pruebas fehacientes para llevarla a tribunales. Ello, obviamente, no garantiza su inocencia, pero tampoco su culpabilidad. La demonización de Maldonado sin pruebas concretas no ayuda a tirar aún más de la hebra de los funcionarios ya formalizados por el caso horas extra (Pablo Staig, Manuel Echeverría y Javier Garrido), como tampoco lo hacen las rimbombantes y tenebrosas denuncias sobre el tráfico de piezas dentales de cadáveres del cementerio Santa Inés o el nuevo protagonismo tomado por diputados que parecieran buscar rédito político con sus ampliaciones de querellas.
Por lo mismo, y no hay que tomarlo como un consejo sino como un simple hecho de la causa, quizás sea la hora de que la jefa comunal baje un tanto la exposición pública de sus sentimientos (como su desolación ante las "órdenes de arresto" que ningún tribunal va a cumplir en contra del nuevo gerente general de la Corporación Municipal, Jorge Cea, por incumplimientos pasados de pagos a proveedores y cotizaciones previsionales) y se concentre junto a su equipo jurídico en llevar a buen puerto algunos de los casos que ha prometido levantar durante estos primeros cien días o, definitivamente, mostrar algo de administración y futuro, que para eso fue elegida.