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Plebiscito dirimente
La Convención Constitucional ha acordado, para resolver sus diferencias, convocar a plebiscitos dirimentes, en los que tendrán que votar los ciudadanos. Pues bien, dicho acuerdo es nulo de nulidad absoluta, puesto que este órgano carece de facultades para imponer dicho criterio. Dada la nulidad de pleno derecho de este acuerdo, no se requiere pronunciamiento de la Corte Suprema y el Gobierno debe abstenerse de implementarlos.
Para una mejor comprensión de los lectores, es lo mismo que si la Contraloría convocara a un plebiscito, dicho dictamen sería nulo de pleno derecho por carecer dicho órgano de facultades para ello. Alguien por ahí, en jerga castiza, me dijo: "Los de la Convención están haciendo el loco".
Francisco Bartolucci Johnston Abogado
Tensión política
Rara vez se ha visto un escenario electoral tan complejo. La carrera por la primera vuelta parece tener a Gabriel Boric como líder, quien, salvo que cometa algún error de magnitudes, pasará a diciembre. Sin embargo, sobre el contendedor continúa la incertidumbre. Entre Provoste, Kast y Sichel la contienda se observa bastante abierta. Siendo así y como se estila decir hoy, el escenario del 21 de noviembre está líquido.
A la elección presidencial se sumó esta semana la investigación periodística de los Pandora Papers, la cual complica seriamente al Presidente Piñera y mantiene al país expectante. La arista penal volvió a abrirse, ahora con mayores antecedentes a considerar por la justicia. No obstante, pareciera ser que la situación más compleja para el Gobierno está en la eventual acusación constitucional.
Y es que en esta oportunidad la oposición parece estar mucho más alineada, lo que le daría los suficientes votos para al menos ser aprobada en la Cámara de Diputados. Si a eso se le agrega el hecho de que algunos parlamentarios de derecha no se han mostrado tan reticentes a la acusación, la destitución del Presidente de la República podría transformarse en una realidad.
Y, por último, el cuarto retiro ya está en el Senado, debiera votarse la última semana de octubre. El proyecto parecía no contar con el apoyo en el Senado, pero, finalmente, podría tener los votos suficientes para su aprobación. Un periodo de campaña convulsionado y lleno de incertidumbre.
Dr. Felipe Vergara Analista Político U. Andrés Bello
Propósito e institucionalidad
¿Sabía o no sabía el Presidente de la negociación por la minera Dominga, más allá de si se ajusta a derecho la transacción? Yo tengo una duda razonable. Cuando veo los detalles de la eventual acusación constitucional contra Sebastián Piñera y los plazos que se están manejando, me pregunto si el propósito es usar la institucionalidad para dar confianza en la gobernabilidad de nuestra nación o, dado los plazos, su intención es meramente con fines electorales. La base de nuestro marco jurídico es la presunción de buena fe, salvo que se "pruebe" lo contrario.
Sin embargo, las relaciones entre las personas no funcionan bajo esta premisa, puesto que la base inicial para relacionarnos con el otro es la confianza; antes que todo, yo juzgo si eres sincero, es decir, si lo que me dices es lo que estás pensando. No obstante, al mirar a los políticos, el Gobierno y varias instituciones, hace rato tengo dudas razonables.
Pablo Fuenzalida Socio consultora laboral Dinámicas Humanas
Confianza en riesgo
Un viejo refrán árabe dice: "La confianza crece con la lentitud de una palmera, pero se pierde a la velocidad que cae el coco". Sabias palabras que reflejan el estado de ánimo de una importante masa de chilenos que han perdido la confianza en la clase política, esa que crea problemas que no existían y propone soluciones mágicas, sistemas fracasados o refundaciones como la panacea a todos los males nacionales... ¡campea el populismo!
El éxito de los países se basa en la confianza, en el respeto al Estado de derecho y a las reglas del juego; no se alcanza el éxito por decreto. Nuestra clase política esta como el coco del refrán.
Ad portas de una elección relevante, como esas de antaño donde se jugaba la suerte del país, surgen programas faraónicos con un actor económico omnipresente: el gran Estado. Arriesgamos la confianza en Chile, que ha crecido como la palmera.
Un llamado de atención a aquellos que pregonan el populismo, transacciones políticas para seguir enquistados o apostando a reelecciones perpetuas, recordándoles una frase que definió la elección de Clinton en 1992: "¡Es la economía, estúpido!".
Michael J. Heavey
Sin reacción
No logro comprender cómo las instituciones del Estado que deben brindar seguridad se quedan impávidas ante el terrorismo que azota a varias zonas del sur. Un grupo armado se toma un predio administrado por Conaf y es como si estuvieran acampando en una plaza. No hay reacción, no hay Estado de derecho.
Sergio Hernández T.