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que nosotros firmamos con la ciudad y vamos a seguir trabajando lealmente. No le puedo contar mucho más, porque no he ido a Viña del Mar, espero visitar próximamente la ciudad y a sus nuevas autoridades, la alcaldesa, para ver cómo continuar con los proyectos que hay y ver nuevas oportunidades.
Coincidencias frente al cambio climático
- De acuerdo a los objetivos que la Unión Europea se ha impuesto respecto a la lucha con el calentamiento global, ¿qué tan bien está actuando Chile, comparándolo con otros países de la región?
- La UE ha apoyado a Chile de manera muy decidida durante la presidencia de la COP 25 y hemos coincidido en nuestros análisis de la crisis climática y de la acción climática necesaria para enfrentar, precisamente, esa crisis. Hay muchas coincidencias, por ejemplo, alcanzar la carbono neutralidad para el 2050, incluso antes, y se va a ver en la próxima COP en Glasgow. Ahí la UE en general tiene un liderazgo político claro, porque con el pacto verde -que luego se llevó a ley- vinculó su recuperación económica a una transformación medioambiental, socialmente justa y digital, que es lo que nos caracteriza para los próximos años. También en la reacción al cambio climático, hemos sido líderes en exponer estos objetivos y queremos que otros países lo hagan también, tanto en la región de América Latina, que sigan en el ejemplo de Chile y de la UE en sus objetivos, como en el resto del mundo. Hay unos países que son grandes contaminantes y tienen unos objetivos por debajo de sus capacidades respecto del cambio climático, como es el caso de China.
- ¿De qué dependería que este proceso se pudiera agilizar y alcanzar la carbono neutralidad en menor tiempo?
- No lo sabemos todavía. Lo que sabemos es que las fases anteriores las queremos adelantar. Si el objetivo es el 100 por ciento y vamos a conseguir el 40% hacia el 2030, en el 2030 ya queremos haber alcanzado el 55%. Eso ya es un objetivo asumido por la UE y que es una muestra del compromiso creciente que tenemos, pues como ha dicho el panel de expertos, la crisis es muy grave y el momento de actuar es ya.
- Para alcanzar esta meta también se requiere avanzar en el desarrollo de energías renovables no convencionales. ¿Qué tipo de medidas han tomado desde la UE para abordar este punto? ¿Cuán preparado ve a Chile para dar este salto?
- En Chile hay muchas condiciones naturales favorables para el desarrollo de energías renovables: energía solar en el norte, energía eólica en el sur. Hay muchos proyectos ya en marcha con tecnología europea, con inversión europea, y desde la UE hemos dado facilidades para hacer estudios de viabilidad para proyectos con fondos de cooperación (…) y a través de otros fondos hemos puesto en marcha grandes proyectos. Quiero citar uno solo, cerro Dominador, que es un proyecto de concentración termosolar en el norte que se ha inaugurado en junio; un proyecto que empezó con un fondo de cooperación de la UE de 15 millones de euros y que consiguió atraer inversión, sobre todo privada e internacional, de unos 1.500 millones. Es un proyecto magnífico, con tecnología puntera mundial, que permite generar mucha energía necesaria para el sistema energético chileno, y que es un ejemplo de cómo se colabora entre lo público y lo privado para conseguir poner en marcha un proyecto de esta envergadura.
- ¿Cómo están viendo la megasequía que afecta al país y cuál es la evaluación que hacen de la respuesta del Estado, al ser un problema que se arrastra por al menos 10 años?
- Es una sequía persistente, es un efecto probablemente del cambio climático. Chile es un país vulnerable y efectivamente, hace más evidente todavía la necesidad de reaccionar. Una sequía de 10 años tiene efectos duraderos en la vida de los ciudadanos, en la producción agrícola, aparte del clima por supuesto; tiene muchas consecuencias y es una señal de aviso importante para actuar de forma eficaz y rápida.
Interés y cariño por chile
- ¿Cuál es su evaluación de las relaciones de la UE con Chile en el último tiempo? Lo pregunto por la crisis político-social de 2019 que se ha arrastrado hasta nuestros días.
- Chile es un socio estratégico para la UE en América Latina. Es un país con el que compartimos desde hace décadas muchísimos aspectos de política global y regional, y las relaciones bilaterales desde el año 2002 se enmarcan desde un acuerdo de asociación que ha permitido estrechar los lazos a través de diálogos políticos, de cooperación y a través de un comercio también muy importante. Hay que recordar que la UE es el principal y primer inversor en Chile, es decir, hay una relación muy muy estrecha. Hay más de medio millón de chilenos que tienen un segundo pasaporte de un país europeo, y esa cercanía se traduce en un interés por lo que sucede en Chile. Por tanto, el proceso constituyente como salida institucional a la crisis de 2019 sirvió como un ejemplo, en realidad, de una respuesta democrática y participativa que abre un período en el que los ciudadanos de Chile, a través de la Convención Constituyente, van a poder darse un nuevo marco de convivencia. En ese proceso también hemos estado ofreciendo experiencias europeas, de los estados miembros, sobre formas políticas, maneras de proteger los derechos fundamentales, cuestiones concretas como el funcionamiento de algunas instituciones o el funcionamiento de nuestros sistemas tributarios. Cuestiones muy concretas que pueden ser de utilidad, porque creemos que hay una similitud en las exigencias de los ciudadanos europeos y de los ciudadanos chilenos respecto de una democracia más exigente, con mayor equidad social.
- Más allá del proceso constituyente, ¿qué perspectiva tienen de la elección presidencial y qué es lo que esperan también del nuevo Presidente o Presidenta de Chile?
- Lo observamos con interés y con cariño. Deseamos que haya una alta participación en el proceso electoral, que las nuevas autoridades sigan trabajando tan cercanamente con la UE como ha sido en el pasado y estamos seguros que así va a ser, porque estamos teniendo contactos con los principales candidatos presidenciales y todos nos han manifestado el interés en seguir siendo socios tan cercanos de la UE. Por coincidencia, en la visión y los valores hay una cercanía muy clara entre Chile y la UE, y eso creo que va más allá de las ideologías y de la coyuntura política, tanto del lado chileno por cierto, como del lado de la UE. Nosotros también tenemos elecciones y cambian los gobiernos de los estados miembros y la composición de la Comisión Europea, pero la relación se mantiene porque está basada en raíces mucho más profundas que los cambios políticos. 2